sábado, 25 de abril de 2015

¡No hay burbuja en el Nasdaq! ​por Diego Martínez Burzaco​

Quince años después del colapso de las punto com las acciones tecnológicas se encuentran en máximos históricos. En esta columna, le expongo mis razones por las que no creo que estemos ante una burbuja.
En marzo de 2000, cuando estalló la gran burbuja tecnológica del Nasdaq en la crisis conocida como la de las punto com, yo tenía apenas 19 años.
No estaba todavía familiarizado a pleno con el mercado de capitales ni con las acciones. Estaba en el segundo año de la facultad, cursando mi carrera de Licenciado en Economía, cuando me topé con la noticia en un matutino argentino.
Asombrado leí la misma y rápidamente entendí que estábamos ante un hito histórico para las bolsas de Wall Street. Se trataba de un evento que iba a ser recordado por siempre. En lo personal fue un fenómeno que terminó por definir mi pasión por los mercados financieros. A partir de entonces, quería sentir la adrenalina de ser parte protagonista de esos movimientos. Ya estaba tomada la decisión.
Quince años después estoy aquí, escribiéndole, sobre otro de los hitos más importantes de la historia para el mercado de acciones tecnológicas. Esta vez lo vivo, ahora, desde adentro, tal como lo imaginé en el año 2000.
Una década y media le costó al índice Nasdaq no solo alcanzar sino superar el nivel previo a la explosión de la burbuja del año 2000.
El día jueves 23 de abril de 2015 será el recordado por haberse alcanzado ese nuevo récord.
Es inevitable que a esta altura muchos analistas comparen la situación actual del índice Nasdaq con lo que era en el año 2000.
¿Estamos o no frente a una burbuja?
Cada uno tiene su opinión. Yo particularmente tengo la mía. Y en esta oportunidad le voy a señalar tres factores por los que pienso que no estamos ante una burbuja de las acciones tecnológicas en la actualidad.
Factor Anti-burbuja I:
A diferencia de lo que ocurría en 2000, donde muchas empresas que impulsaron el índice eran proyectos de grandes negocios pero que en la gran mayoría no pasaban de la promesa. En cambio, en la actualidad las empresas son reales, concretas, tangibles.
Mire este ejemplo…
Al momento de escribir esta columna, tres empresas tecnológicas de importancia habían presentado su balance trimestral de manera simultánea. Ellas eran Google (GOOG), Amazon (AMZN) y Microsoft (MSFT).
¿Tiene una idea de cuánto facturaron estas tres empresas en conjunto en sólo tres meses?
¡US$ 61.710 millones!
Es un monto increíble y eso demuestra que las empresas son reales, importantes y que tienen buena llegada a los consumidores actuales. La situación es muy distinta a la evidenciada en 2000. Hay una diferencia abismal, sustancial.
Factor Anti-burbuja II:
El mundo en el 2000 era muy distinto al actual.
Las secuelas de la casi depresión económica de 2008 todavía están operando tanto en los países desarrollados como en los emergentes. Los más perjudicados son, sin dudas, los primeros.
La duración de estos efectos negativos ha sido de tal magnitud que obligó a que se tomen medidas extraordinarias, inéditas.
No quiero ser repetitivo con el tema, y seguramente usted sabe a lo que me refiero, pero hoy los bancos centrales están regalando dinero.
Y paralelamente están destruyendo el mercado de bonos a nivel global…
Fíjese el siguiente gráfico:

Más de la mitad de los bonos soberanos de países desarrollados que tienen hasta tres años de vencimiento muestran rendimientos negativos (área celeste) para el inversor. Y esto se profundizará a medida que los bancos centrales continúen flexibilizando su política monetaria.
El mecanismo de transmisión es el siguiente: las autoridades monetarias bajan su tasa de interés, emiten dinero, y eso presiona a la baja a los rendimientos de los instrumentos de renta fija (bonos). Así, invertir en estos activos es cada vez menos rentable.
Al verificarse esto, gran cantidad de inversores se vuelcan a las acciones como un refugio y como la alternativa de inversión más atractiva.
Estimo que los bancos centrales no modificaran su política en el corto plazo, por lo que las acciones seguirán teniendo sustento bajo este contexto.
Factor Anti-burbuja III:
Cuando comparamos el mismo índice desde el punto de vista técnico en 2000 y en 2015, encontramos diferencias sustanciales.
La primera de ellas es que la gran suba antes de la burbuja se gestó en apenas dos años de duración, llevando a las valuaciones a un precio irracional en corto plazo. A diferencia, el bull market actual es de seis años, y el volumen es sostenido, como muestra el gráfico:

Desde el análisis técnico, el Nasdaq cotiza en la actualidad muy por encima de sus medias móviles de 50 y 200 días, que actúan como soportes estructurales de mediano plazo.
Que la suba haya estado mejor distribuida en los años evitaría un efecto estampida en el caso de que haya una reversión en las expectativas de los inversores.
En conclusión, creo que el Nasdaq no está en una burbuja. Esto no quita, sin embargo, que haya que ser selectivo de acá en adelante.
No todo es lo mismo. Focalícese en empresas de crecimiento, que ganan mercado permanentemente y que buscan la innovación constante.
A su lado en los mercados. Diego Martínez Burzaco
FUENTE: Publicado en  Inversor Global- Newsletter semanal - Enviado por mail

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