lunes, 17 de octubre de 2016

La trinidad del riesgo

Los observadores se enfocan en la acción minuto a minuto en los mercados y van de un título de la Fed al otro sin parar a pensar en lo que verdaderamente pasa.
Mientras, las tendencias de largo plazo persisten.
El resultado de esta fijación con el corto plazo es un tsunami financiero que está por abrumar al mercado mientras los inversores duermen en la playa y no ven cómo se acerca el agua.
Esto no es especulación. Estas tendencias y su impacto en tu riqueza han sido estudiadas rigurosamente por instituciones oficiales con la mejor información y el mejor equipo. Sus reportes usualmente son extensos y llenos de jerga técnica, apéndices y notas al pie. No es una fácil lectura, pero recompensa.
Muchas instituciones oficiales tienen modelos obsoletos o agendas políticas por lo que su trabajo no es confiable. Pero hay una institución con un gran acceso a la información y buenos antecedentes de advertencias correctas. Esa instituciones es el Bank for International Settlements (BIS) o Banco de Pagos Internacionales.
El BIS puede ser parte de la elite financiera global, de la cual desconfiamos. Aun así, se han separado de las habladurías de los bancos centrales. Su reciente investigación ha usado modelos más avanzados que incorporan algo de la teoría de la complejidad y la psicología de comportamiento que usamos en Inteligencia Estratégica.
Los últimos reportes de BIS dicen que el mundo está al borde de otra catástrofe financiera peor que la de 2008. No es un delirio. Es la opinión de la institución financiera más al tanto de lo que sucede en el mundo. Estos miedos se cristalizaron en un reporte del Director General del BIS, Jaime Caruana, que entregó el 26 de junio de 2016. Este reporte identificó tres importantes riesgos y tres amenazas de esos riesgos.
Caruana llamó a esos riesgos la “trinidad riesgosa.” Veamos esos riesgos y amenazas uno por uno para ver cómo pueden eliminar tu riqueza salvo que tomes los pasos para preservarla.
Los tres riesgos son la deuda excesiva, la baja productividad y la ausencia de opciones políticas de los bancos centrales.
Las tres amenazas son el colapso sistémico, las burbujas de activos y la pérdida de confianza en la habilidad de los bancos centrales para responder a las crisis.
En lo que queda de mi nota de hoy analizaré específicamente el riesgo que impone el exceso de endeudamiento.
Los inversores entienden que una deuda excesiva y el apalancamiento en la forma de derivados financieros fueron una importante causa del pánico de 2008, junto con el fraude bancario y la incompetencia gubernamental. Desde entonces hemos escuchado sobre los pasos que los reguladores han tomado para asegurarse que no vuelva a ocurrir un colapso así.
El congreso estadounidense aprobó la Volcker Rule para limitar la exposición de los bancos a los derivados y la operatoria de riesgo. La legislación Dodd-Frank ajustó los estándares de los préstamos en las hipotecas, se requieren anticipos más altos y un mejor seguro de préstamo.
Los examinadores de bancos han visto los libros bancarios y han cuestionado todos los préstamos que no fueron completamente avalados o respaldados por buenos créditos. Con toda esta regulación y escrutinio, se supondría que la montaña de deuda pre-crisis fue reducida. Pero para nada. De hecho, la deuda y el apalancamiento en el sistema son mucho mayores que en 2008, tanto en Estados Unidos como en el mundo.

Acá hay un resumen de la deuda en aumento desde 2007 hasta 2015 del McKinsey Global Institute. Esas figuras de la deuda comparan los períodos 2000–07 y 2007–14, y dividen la deuda en sectores de familias, gobierno, corporativo y financiero. Como revela el gráfico, la deuda total aumentó U$S 57 billones desde 2007. No solo eso sino que el ratio deuda-PBI aumentó de 269% a 286%, es una medida critica de la sostenibilidad de la deuda.
Si en algún momento vas a saldar o refinanciar tu deuda, necesitas crecimiento económico para pagar por ello. Cuando el ratio deuda-PBI sube, significa que la deuda está subiendo más rápido que la habilidad de pagarla.
Esa es una receta para la quiebra global.
El gráfico también revela que la deuda del gobierno está creciendo más rápido que la deuda financiera, corporativa o doméstica. Esto refleja el hecho que el gobierno rescató a los bancos, corporaciones y consumidores en el último pánico. La deuda total no bajó nada. El rescate fue simplemente un cambio de la deuda del gobierno por otras formas de deuda — la deuda total en el sistema subió. Por eso, la deuda financiera, corporativa y del consumidor también subió solo que no tan rápido como el período pre-2007.
No solo la deuda es mayor sino que también es poseída por menos manos, siendo la concentración de la deuda mucho mayor. Los cinco bancos más grandes de Estados Unidos ahora poseen un porcentaje mayor de los activos totales del sistema bancario de los que poseían en 2008.
Todo lo que era demasiado grande para caer en 2008 es más grande y riesgoso hoy. A la primera señal de problemas en el sistema financiero, los grandes bancos pedirán préstamos de otros grandes bancos. La habilidad de las instituciones financieras de refinanciar las deudas se agotará. Y ahí estará en progreso un pánico financiero mayor y más peligroso que el de 2008.
El próximo pánico financiero será peor que el último y será esencialmente imparable salvo por las medidas más draconianas y confiscatorias.
Atentamente,
Jim Rickards - Para El Inversor Diario.

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