Colombia rechaza el acuerdo con las FARC: “La gente prefiere seguir dando plomo”HÉCTOR ESTEPA. BOGOTÁ
Tuvo palabras conciliadoras Rodrigo Londoño, ‘Timochenko’, el líder de la guerrilla. “Las FARC mantienen su voluntad de paz y reiteran su disposición de usar solamente la palabra"
En la reunión también participaron el presidente del Congreso, senador Mauricio Lizcano, y el de la Cámara de Representantes, Miguel Angel Pinto, así como el ministro del Interior, Juan Fernando Cristo, y el secretario general de la Presidencia, Luis Guillermo Vélez, junto a representantes de los partidos colombianos.
¿Y ahora qué?
Máxima incertidumbre y desafío mayúsculo para el presidente Santos tras eltriunfo del no al acuerdo de paz con las FARC en el referéndum celebrado este domingo. Se abren varios escenarios para el país, entre los que destaca una reapertura de las negociaciones que otorgue protagonismo a los opositores al pacto, encabezados por el expresidente Uribe, el 'gran ganador' del plebiscito, el gran escollo para el plan de Santos. Y en dicha renegociación son clave las cláusulas del acuerdo de 297 páginas relativas a las penas de prisión para los guerrilleros y los 10 asientos reservados en el Congreso para las FARC garantizados hasta 2026.
A menos de dos años de terminar su mandato, Santos, aquejado ya por bajos índices de popularidad después de haber apostado todo su capital político a la paz, es consciente de la necesidad de incluir en la ecuación del proceso de paz alsector crítico de la población, capitaneado por el Centro Democrático de Uribe, quien, tras el resultado del referéndum, ha solicitado un "gran pacto nacional" e insistido en "correctivos" que garanticen el respeto a la Constitución y justicia —"no derogación de las instituciones"— sin impunidad de los asesinos. Ese es el punto que más fricción ha generado entre los colombianos, el referido a la justicia transicional acordado por ambas partes en La Habana, un proyecto de ley de amnistía que prevé un perdón legal para todos aquellos guerrilleros que no hayan cometido delitos recogidos en el Estatuto de Roma —crímenes de lesa humanidad, torturas, secuestros o reclutamiento infantil—. Esos casos serían castigados hasta con ocho años de penas restrictivas de la libertad.
Por eso, el actual presidente anunció que escuchará a quienes han abogado por el rechazo al acuerdo. “Mañana mismo [por este lunes] convocaré a todas las fuerzas políticas, en particular a las que se manifestaron por el no, para abrir espacios de diálogo para determinar el camino a seguir”, anunció.
"¿Habrá una renegociación o volverá la guerra, algo que parece poco probable? ¿Qué hará el Gobierno a partir de ahora y qué decisión tomarán las FARC? El exvicepresidente Francisco Santos, uno de los portavoces del no, pronunció unas palabras sumamente conciliadores una vez conocido el resultado. En su interpretación, los acuerdos son válidos en términos generales aunque necesitan ligeros retoques, y envió un mensaje de tranquilidad y confianza a las FARC, para que continúen el proceso de conversión en partido político. En este sentido, la sensación que se vive en Colombia es de un menor catastrofismo a la que existe en el resto del mundo, al menos a la idea de debacle total que transmiten los principales medios internacionales. (...) Dentro del país se abre paso la idea de que es necesario reconfigurar los acuerdos y llegar a nuevos puntos de convergencia. Si bien la idea del perdón no terminó de calar en toda la sociedad, sí hay margen para seguir avanzando en la construcción de la paz y crece la idea de que todavía es posible alcanzar un pacto nacional para zanjar el conflicto con las FARC", escribe Carlos Malamud, investigador principal para América Latina del Real Instituto Elcano y catedrático de Historia de América de la UNED.
Francisco Santos, uno de los escuderos de Uribe, consideró que para la renegociación "no hay que arrancar de ceros porque hay muchos elementos que están bien construidos", un reconocimiento a la labor de los negociadores de paz que nadie esperaba.
"Se debilitó el Gobierno, el país quedó fracturado"
Con el resultado del plebiscito, "se debilitó toda la institucionalidad, se debilitó el Gobierno y el país quedó fracturado", porque la victoria del no fue demasiado estrecha (de solo 0,43 puntos porcentuales). Así opina el analista político Fernando Giraldo, profesor de la Universidad Javeriana de Bogotá, quien afirma que tras la derrota en el plebiscito se entra en una etapa "como de una caja negra", porque realmente no se sabe qué va a pasar con el acuerdo de paz que Santos y el jefe máximo de las FARC, Rodrigo Londoño, alias 'Timochenko', firmaron en un acto solemne ante la comunidad internacional el pasado 26 de septiembre. En opinión de Giraldo, políticamente sale ganando también el Centro Democrático, aunque añade que cuando dice "ganador es que gana esta batalla, pero mañana la puede perder" dependiendo del rumbo que tome una eventual renegociación del acuerdo, como propone Uribe.
"Hoy ellos salen airosos de esto", declaró a la agencia EFE el analista, en referencia no solo al resultado de las urnas sino también al anuncio del jefe de Estado de queconvocará "a todas las fuerzas políticas, y en particular a las que se manifestaron por el no, para escucharlas, abrir espacios de diálogo y determinar el camino a seguir".
"Todo indica, a la vista de los mensajes de unos y de otros, que el proceso deberá ser reconducido. Más que un descarrilamiento del proceso, parecería que solo estamos frente a un tropezón. A partir de mañana, todas las partes deberán volver a hablar. Algunas de las manifestaciones de las FARC, como sus pedidos de perdón o las declaraciones del sábado de que iban a utilizar sus recursos económicos para resarcir a las víctimas, llegaron tarde. Lo mismo se puede decir del mensaje del papa Francisco. Sin embargo, la paz sigue estando al alcance de los colombianos", concluye Carlos Malamud.
FUENTE: http://www.elconfidencial.com/mundo/2016-10-03/colombia-farc-acuerdo-referendum-no-santos-uribe_1269663/
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