Sin dudas el triunfo de Mauricio Macri le asestó un golpe demoledor al Kirchnerismo. No así al Justicialismo, que replegado en su genuina e histórica fuerza política, intenta hoy con denuedo seguir siendo un actor político de fuste.-
Mientras el Peronismo Histórico poco a poco va reuniendo a su legendaria tropa, para así poder continuar dando la batalla política en este verdadero teatro de operaciones que es la República Argentina, el Macrismo no termina de definir con claridad su conducta política, económica y social. No existe política de Estado alguna. Todo se reduce a mostrar rostros y gestos forzadamente alentadores de Ministros, Secretarios y Funcionarios de turno. Hermosas promesas de un País mejor, pero dentro de mucho tiempo, con muchísimo esfuerzo y altísimo costo social.-
La clase media del País, una vez más por cierto, está pagando el pato de la boda. Sabe que de buenas intenciones está sembrado el camino hacia el infierno. El electorado votó un espacio político en el que creyó. Una facción política que le prometió al País la “pobreza cero”. Un candidato a Presidente que juró y perjuró que en su gobierno no iba a ver tarifazo alguno. Que era el sinónimo de la ética política y de la anticorrupción.-
Nada de eso ocurrió hasta ahora. Una vez más la cruda realidad se ensañó con este paciente Pueblo. Una vez más le hizo pito catalán a la esperanza, ya casi perdida. La historia vuelve a repetirse. Son todos muchachos buenos, pero el poncho no aparece. Primero los escandalosos incrementos en las tarifas de los servicios básicos. Luego el indiscriminado aumento de la presión impositiva. Más tarde el affaire de los Panamá Papers. Seguidamente el descontrol en materia de seguridad pública y el aumento de la pobreza y la desocupación. Una inflación desatada que no conoce techo alguno. El calvario de las pequeñas y medianas empresas que no dejan de bajar sus persianas, con el impacto social que ello significa. Los ricos, enriqueciéndose aún más y los pobres aumentando día a día. La falta de inversiones. El drama de una educación postergada una y otra vez. Y ahora, como frutillita de este postre envenenado, el fantasma del contubernio que sobrevuela al Gobierno, en esta velada intención de condonarle a la empresa Correo Argentino, propiedad del Grupo Macri, la histórica deuda que ésta mantiene con el Estado Nacional, nada más ni nada menos, que por la “módica” suma de setenta mil millones de pesos.-
Por todo lo anteriormente expuesto me animo a calificar al Presidente Mauricio Macri, como un solapado lobo con piel de cordero.-
“Las promesas son olvidadas por los Príncipes, nunca por el Pueblo” - MAZZINI.-
(*) Abogado; Dr. en Ciencias Jurídicas y Sociales; Analista Político; Investigador; www.puentepolitico.blogspot.com.ar; e-mail:doctorjorgeyunesfarrud@gmail.com; Rosario, Provincia de Santa Fe, República Argentina.-
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