domingo, 8 de julio de 2018

Una posición contraria sobre los mercados emergentes Por Jim Rickards, desde Darien, Connecticut

En mi opinión, el caos que está tomando lugar con las divisas de los países en desarrollo está a punto a experimentar un agudo revés técnico.
Para comprender el escenario que se aproxima con las monedas emergentes, es necesario comprender algunos fundamentos generales de los mercados internacionales de monedas. Después de décadas de estudiar la Bolsa y los mercados de cambio de divisas, aún me cuesta creer que la mayoría de los analistas no logren identificar la diferencia fundamental entre ambos.
En la Bolsa las fluctuaciones siempre son absolutas y podrían o no ser relativas. En el mercado de divisas las fluctuaciones nunca son absolutas y son siempre relativas.
Desglosemos esto.
Cuando las acciones individuales van al alza, generalmente se debe a que el mercado general también está yendo al alza. Esa no es una regla constante, pero generalmente sí aplica. Incluso existe una métrica técnica sobre la relación entre las acciones individuales y el mercado general, llamada “beta”.
En pocas palabras, las acciones van al alza o a la baja de manera absoluta y, al hacerlo, podrían o no estar fluctuando en sincronía con el mercado como un todo.
Las divisas, sin embargo, son diferentes. Cuando los analistas dicen que el dólar ha “subido” o que ha “caído”, a lo que se refieren es a que el dólar subió o bajó en relación a otra divisa. No hay un “precio absoluto” para las monedas, sino que siempre se miden en tasas de cambio cruzadas con otra moneda o índice de divisas.
El oro solía emplearse como el punto de referencia absoluto a la hora de medir el valor de las divisas, pero ese no ha sido el caso desde 1971. Aún puedes conseguir una medición contra el oro en varias divisas, pero los traders de forex, funcionarios gubernamentales y líderes de bancos centrales ignoran al oro por completo.
Hasta que regresemos al patrón oro (algo que no pasará por un buen rato, si es que termina pasando), las divisas seguirán tasándose de forma cruzada contra otras monedas.
En términos prácticos, esto quiere decir que una divisa no puede “subir” sin que otra “caiga”. Es un juego de suma cero, como una montaña rusa con subidas empinadas, caídas terroríficas y vueltas agudas que, al final del día, termina en el mismo lugar en el que empezó.
Durante los últimos 20 años la tasa de cambio cruzada EUR/USD ha subido por hasta US$ 1,60 y ha caído a un mínimo de US$ 0,80. En este momento, la conversión EUR/USD es de más o menos US$ 1,16, aproximadamente en el medio de ese rango de 20 años.
Ahora, la tasa EUR/USD no se movió en línea recta desde los US$ 0,80 hasta los US$ 1,60, ni tampoco cayó verticalmente a su nivel actual. De hecho, ha habido 10 reveses en la tasa de cambio euro-dólar en los últimos 20 años, cada una de aproximadamente el 20%.
Hoy en día el euro está justo en los US$ 1,16 con los que abrió el año 1999. Al igual que una montaña rusa –muchas subidas y bajas emocionantes y aterradoras, pero finalmente está donde empezó.
Todo esto también aplica a las monedas de los mercados emergentes contra el dólar.
Hay varias razones por las que podríamos pensar de forma bajista de cara a las economías emergentes y los pronósticos de sus divisas respectivas. Sin embargo, la caída reciente en la tasa de conversión del dólar contra las monedas de los mercados emergentes ha sido impulsada casi en su totalidad por el endurecimiento de la Fed y la supuesta calidad crediticia que el mundo percibe con respecto a Estados Unidos.
Pero la Reserva Federal tendrá que cambiar las cosas pronto, y probablemente lo haga en su reunión del próximo septiembre. Sin embargo, esto no quiere decir que el banco central estadounidense vaya a recortar las tasas, sino que simplemente pondrá “pausa” en los aumentos actuales.
Por cierto, la Fed ya hizo exactamente lo mismo en 2017: incrementaron las tasas de interés en marzo, junio y diciembre, y luego pausaron el aumento en septiembre.
Detener los incrementos es una forma de relajo relacionado a las expectativas del público. De hacerlo esto debilitará una vez más al dólar, llevando al alza a las monedas de los mercados emergentes.
Esta es la naturaleza de suma cero de las tasas de cambio cruzadas. Y ahora que el banco central estadounidense está próximo a anunciar su cambio en la política de tasas de interés es un buen momento para invertir en los mercados emergentes y sacar provecho de la suba a la que se aproximan.
Por ejemplo, hablando del dólar y las divisas de los mercados emergentes, esto es lo que Marcelo Pérez de Alhambra Investments dijo recientemente al respecto:
“Las divisas de los mercados emergentes han caído, y la cobertura de los medios hace que esto suene como el fin del mundo. En el derrumbe de 2015/2016 el ETF general de monedas emergentes cayó por más de un 20%, mientras que el último retroceso apenas supera una caída del 5%, lo que representa más o menos lo mismo que la caída del euro. De esta forma, para alguien que apuesta por seguir una filosofía de pensamiento contrario, tanta negatividad podría representar una oportunidad excelente.”
Ahora bien, ¿qué tan mal le ha ido a las divisas de los mercados emergentes últimamente?
Las fluctuaciones del precio y la postura del público han sido pésimas, como revelan los tres gráficos de la lira turca, la rupia india y el real brasileño que quiero mostrarte. Y sin embargo, estos colapsos en la tasa de cambio cruzada son precisamente lo que hace de las divisas de los mercados emergentes sean tan atractivas en este momento, considerando los pronósticos de un posible revés.
Aquí tienes los gráficos de las fluctuaciones recientes de la lira turca (TRY) con respecto al dólar:



El siguiente te muestra a la rupia india (INR) con respecto al dólar:



Por último, aquí tienes las fluctuaciones del real brasileño (BRL) con respecto al dólar:



Podría darte muchos más ejemplos, pero creo que entiendes mi punto. Las monedas de los mercados emergentes están en caída libre cuando se las compara con la divisa estadounidense, pero como expliqué hace un momento, las divisas no llegan a diferentes extremos por medio de una línea recta.
En vez de eso, fluctúan por cientos de razones diferentes, incluyendo los medios noticiosos, la geopolítica, el sentimiento de riesgo, los diferenciales en las tasas, el flujo de hot money y el potencial de ganar dinero comprando y vendiendo activos en uno u otro mercado.
Puede que el dólar sea más fuerte al cabo de un año, pero parece que está posicionado para caer en los próximos seis meses una vez que la Fed ponga pausa en los aumentos de tasas para medir el impacto que ha tenido hasta ahora el endurecimiento monetario.
Y una vez que el dólar caiga, las divisas emergentes irán al alza. Es así de simple.
Entonces, ahora que este caos ME es cosa del pasado y la pausa en los incrementos de las tasas es algo del futuro cercano, ¿qué nos dice mi modelo analítico predictivo sobre los pronósticos del futuro cercano de los emergentes?
En este momento, las divisas de los mercados emergentes están sobrevendidas. Esto se debe a la fuerza inusual del dólar causada por el endurecimiento de la Fed.
La política monetaria actual en los Estados Unidos no tiene precedente alguno en la historia del país. El banco central estadounidense no está endureciendo debido a la fuerza de la economía. Al contrario: están endureciendo porque necesitan aumentar las tasas y reducir sus balances como forma de prepararse para la próxima recesión.
Desde 1937 la Fed no había ejercido políticas para aumentar las tasas de interés al punto de generar debilidad en la economía. En ese entonces esa política resultó en una recesión severa y una extensión importante de la Gran Depresión.
Pero si bien la medida en sí no es inédita, esa reducción de más del 50% en los balances de banco central es algo nunca antes visto. En los 105 años de historia que tiene la Reserva Federal, esto nunca se había intentado.
La Fed sencillamente no tiene idea de lo que está haciendo. El banco central está endureciendo demasiado y ni siquiera se ha dado cuenta. Esto quiere decir que la relajación es solo cuestión de tiempo, y esa flexibilización señalará la llegada de un rally ME.
Ahora bien, que quede claro, hay varias razones para tener una postura muy negativa con los mercados emergentes durante los años que vienen. Los niveles de deuda son demasiado altos, los niveles de cobertura contra el cambio internacional son demasiado bajos y los sectores de exportación de los mercados emergentes son sumamente vulnerables a las economías desarrolladas y a China.
De todas formas, nunca nada se mueve en línea recta y el hecho de que las economías en desarrollo y las acciones puedan debilitarse el año entrante no impide que se dé un revés de corto plazo en las divisas ME ahora mismo.
Saludos,
Jim Rickards
Para El Inversor Diario

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