Con el visto bueno del títere Cristina Fernández de Kirchner y anteriores "negociaciones" y arreglos del ex presidente Nestor Kirchner, la corporación más destructiva y dañina para la salud humana y el medioambiente a nivel mundial, construirá dos mega plantas en nuestro país que incluyen la investigación genética. Acorde a lo reportado por representantes del gobierno de Córdoba, Monsanto procederá a la instalación en esa provincia de la mayor planta transgénica del planeta.Como lo festejara la Presidente de la Nación, esta corporación criminal condenada en muchos países por intoxicar y matar personas, prometió una inversión inicial de $1.670 millones de pesos destinada a la manipulación genética de semillas de maíz. ¿Y la oposición al "Modelo"? Aparentemente ni siquiera existe en Córdoba. Y tengamos en cuenta que el Frente Para la Victoria casi no figuró en los últimos comicios para la gobernación provincial.
El nefasto plan, aprobado por Cristina Fernández de Kirchner y su corrupto gabinete, y por todo el Congreso de la Nación sin distinción partidaria (PRO, CC, UCR), contempla la construcción de dos nuevas plantas masivas para la creación de semillas de maíz OGM e investigación de ingeniería genética mediante la cual Monsanto alterará gravemente y más tarde patentará especies locales como suyas, destruyendo la biodiversidad y poniendo en riesgo no solo a la flora sino también la fauna autóctona argentina (incluyendo a los seres humanos). El emplazamiento de la más importante fabrica de semillas frankenstein y virus modificados genéticamente se alzará en la localidad cordobesa de Malvinas Argentinas.
Más sobres de colores
El objetivo de la corporación es realizar experimentos irresponsables, como acostumbra a hacerlo en Estados Unidos, pero esta vez sin ningún tipo de legislación ambiental que responda a este tipo de operaciones y con quizás, los políticos más corruptos sobre la faz del planeta. Sin fiscalización, sin jueces, y con diputados y senadores que reciben sobres por debajo de la mesa cuyo color varía de acuerdo a los montos, una maniobra ya conocida por cualquier representante de cualquier partido político en Argentina, que nadie denuncia.
Monsanto instalará dos mega laboratorios (en Tucumán y en Córdoba), donde se procederá a la contaminación de vegetales y animales nacionales.Asimismo, el soborno al Estado y todos sus representantes incluye una inversión de 170 millones de pesos para "investigación y desarrollo" biotecnológico "en maíz y soja", según mintieron a la prensa.
No hay vuelta atrás
La inauguración de la planta en Malvinas Argentinas está prevista para el año 2013, año durante el cual Monsanto dará inicio a sus procesos de aniquilación. Y hablando de tierras en manos de extranjeros, bases militares chinas en Neuquen y Norteamericanas en Chaco. Los medios afines al gobierno nacional festejaron que Monsanto "trataría y acondicionaría" (es decir, modificaría a nivel genético insertando genes de peces, virus e insectos) a las semillas de maíz, para obtener una capacidad "máxima" de producción que alcanzaría los 3,5 millones de hectáreas. Esto transforma a la Argentina, que alguna vez fue el granero global, en un basurero químico sin precedentes en la historia, donde serán construidas las dos plantas más grandes del mundo (en Tucumán y en Córdoba), para la producción e investigación transgénica de semillas.
Los cultivos OGM no sólo destruyen irreversiblemente el área afectada en forma directa, sino también cualquier especie salvaje que habite las cercanías y lo que es peor, directamente a todo el planeta, por tratarse de contaminantes atmosféricos y de las vías acuíferas, como fue certificado por el Servicio Meteorológico de Estados Unidos y científicos de Alemania. Además, los cultivos OGM implican la exportación de agua y nutrientes al extranjero, una drástica disminución de la superficie poblada por biodiversidad nativa, y todo esto teniendo en cuenta que Monsanto no es una corporación querida en la Argentina, luego de haber asesinado a miles de personas y provocado el nacimiento de niños deformes en gran parte del país mediante fumigaciones y sus "accidentes" de fugas químicas constantes, como el último derrame de amoníaco en Zárate. De esta manera, y por ambiciones estrictamente personales, Cristina Fernández de Kirchner pone en riesgo la biodiversidad natural en todo el país, mientras cierra otros contratos para extender la destrucción a toda la Patagonia.
Hace no muchos años, la provincia de Córdoba contaba con 12 millones de hectáreas de ambiente boscoso, en la actualidad menos del 5% de esa cantidad ha sobrevivido al avance desproporcionado de la industria, gracias a los gobiernos corruptos que se sucedieron en el poder. En adición, se trata de una provincia con una pobre y conveniente legislación medioambiental que tampoco es respetada, en otras palabras: El ambiente ideal para que Cristina haga buenos negocios a expensas de la vida y el futuro de los ciudadanos argentinos, donde ya hoy se extiende la mayor superficie dedicada al cultivo de soja transgénica. Greenpeace y sus falsas campañas anti desmonte, para robarle dinero a la gente, no informa a la población que Córdoba tiene una de las tasas de desmonte más altas del país. Los ríos y todas las vías acuíferas colapsan, mientras la exportación de soja cancerígena aumenta.
Eco2site SA denuncia que "Continuamente se registran en Córdoba operaciones de desmonte ilegal para seguir ampliando el área cultivable. Es previsible, por lo tanto, que las actividades de Monsanto no sólo induzcan la expansión de fronteras agrícolas, sino también procesos de uso más intensivo de los suelos".
Editorial BWN Argentina
Ahora entendemos porque los políticos argentinos se niegan a brindar entrevistas a medios de noticias alternativos, especialmente aquellos funcionarios que se hacen llamar "opositores" al gobierno despótico nacional.Todos conocen esta información pero además, personalidades como Mauricio Macri, Alfonsín o Elisa Carrio, viajan constantemente a Europa donde tienen oportunidad de investigar y atestiguar las legislaciones pertinentes a los transgénicos. Sin embargo, ni Elisa Carrió, la eterna agitadora, ni Mauricio Macri, el presunto opositor, ni Ricardo Alfonsín, quien debería representar a la más emblemática fuerza detractora, hacen declaraciones contra este atropello a los derechos civiles y la salud de los argentinos.
La pregunta que deberíamos hacernos es: ¿Cuanto cobran por traicionar a sus hermanos?
Laura Hentschel
El nefasto plan, aprobado por Cristina Fernández de Kirchner y su corrupto gabinete, y por todo el Congreso de la Nación sin distinción partidaria (PRO, CC, UCR), contempla la construcción de dos nuevas plantas masivas para la creación de semillas de maíz OGM e investigación de ingeniería genética mediante la cual Monsanto alterará gravemente y más tarde patentará especies locales como suyas, destruyendo la biodiversidad y poniendo en riesgo no solo a la flora sino también la fauna autóctona argentina (incluyendo a los seres humanos). El emplazamiento de la más importante fabrica de semillas frankenstein y virus modificados genéticamente se alzará en la localidad cordobesa de Malvinas Argentinas.
Más sobres de colores
El objetivo de la corporación es realizar experimentos irresponsables, como acostumbra a hacerlo en Estados Unidos, pero esta vez sin ningún tipo de legislación ambiental que responda a este tipo de operaciones y con quizás, los políticos más corruptos sobre la faz del planeta. Sin fiscalización, sin jueces, y con diputados y senadores que reciben sobres por debajo de la mesa cuyo color varía de acuerdo a los montos, una maniobra ya conocida por cualquier representante de cualquier partido político en Argentina, que nadie denuncia.
Monsanto instalará dos mega laboratorios (en Tucumán y en Córdoba), donde se procederá a la contaminación de vegetales y animales nacionales.Asimismo, el soborno al Estado y todos sus representantes incluye una inversión de 170 millones de pesos para "investigación y desarrollo" biotecnológico "en maíz y soja", según mintieron a la prensa.
No hay vuelta atrás
La inauguración de la planta en Malvinas Argentinas está prevista para el año 2013, año durante el cual Monsanto dará inicio a sus procesos de aniquilación. Y hablando de tierras en manos de extranjeros, bases militares chinas en Neuquen y Norteamericanas en Chaco. Los medios afines al gobierno nacional festejaron que Monsanto "trataría y acondicionaría" (es decir, modificaría a nivel genético insertando genes de peces, virus e insectos) a las semillas de maíz, para obtener una capacidad "máxima" de producción que alcanzaría los 3,5 millones de hectáreas. Esto transforma a la Argentina, que alguna vez fue el granero global, en un basurero químico sin precedentes en la historia, donde serán construidas las dos plantas más grandes del mundo (en Tucumán y en Córdoba), para la producción e investigación transgénica de semillas.
Los cultivos OGM no sólo destruyen irreversiblemente el área afectada en forma directa, sino también cualquier especie salvaje que habite las cercanías y lo que es peor, directamente a todo el planeta, por tratarse de contaminantes atmosféricos y de las vías acuíferas, como fue certificado por el Servicio Meteorológico de Estados Unidos y científicos de Alemania. Además, los cultivos OGM implican la exportación de agua y nutrientes al extranjero, una drástica disminución de la superficie poblada por biodiversidad nativa, y todo esto teniendo en cuenta que Monsanto no es una corporación querida en la Argentina, luego de haber asesinado a miles de personas y provocado el nacimiento de niños deformes en gran parte del país mediante fumigaciones y sus "accidentes" de fugas químicas constantes, como el último derrame de amoníaco en Zárate. De esta manera, y por ambiciones estrictamente personales, Cristina Fernández de Kirchner pone en riesgo la biodiversidad natural en todo el país, mientras cierra otros contratos para extender la destrucción a toda la Patagonia.
Hace no muchos años, la provincia de Córdoba contaba con 12 millones de hectáreas de ambiente boscoso, en la actualidad menos del 5% de esa cantidad ha sobrevivido al avance desproporcionado de la industria, gracias a los gobiernos corruptos que se sucedieron en el poder. En adición, se trata de una provincia con una pobre y conveniente legislación medioambiental que tampoco es respetada, en otras palabras: El ambiente ideal para que Cristina haga buenos negocios a expensas de la vida y el futuro de los ciudadanos argentinos, donde ya hoy se extiende la mayor superficie dedicada al cultivo de soja transgénica. Greenpeace y sus falsas campañas anti desmonte, para robarle dinero a la gente, no informa a la población que Córdoba tiene una de las tasas de desmonte más altas del país. Los ríos y todas las vías acuíferas colapsan, mientras la exportación de soja cancerígena aumenta.
Eco2site SA denuncia que "Continuamente se registran en Córdoba operaciones de desmonte ilegal para seguir ampliando el área cultivable. Es previsible, por lo tanto, que las actividades de Monsanto no sólo induzcan la expansión de fronteras agrícolas, sino también procesos de uso más intensivo de los suelos".
Editorial BWN Argentina
Ahora entendemos porque los políticos argentinos se niegan a brindar entrevistas a medios de noticias alternativos, especialmente aquellos funcionarios que se hacen llamar "opositores" al gobierno despótico nacional.Todos conocen esta información pero además, personalidades como Mauricio Macri, Alfonsín o Elisa Carrio, viajan constantemente a Europa donde tienen oportunidad de investigar y atestiguar las legislaciones pertinentes a los transgénicos. Sin embargo, ni Elisa Carrió, la eterna agitadora, ni Mauricio Macri, el presunto opositor, ni Ricardo Alfonsín, quien debería representar a la más emblemática fuerza detractora, hacen declaraciones contra este atropello a los derechos civiles y la salud de los argentinos.
La pregunta que deberíamos hacernos es: ¿Cuanto cobran por traicionar a sus hermanos?
Laura Hentschel
FUENTE : PUBLICADO EN http://bwnargentina.blogspot.com.ar
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