sábado, 1 de septiembre de 2012


Carta abierta a los pibes de 16 años que van a votar
PdeqDigital -Es difícil encontrar virtud en un proyecto oportunista y de uso personal. Los partidos quedan entrampados en una pregunta falsa y su propia falta de personalidad. Temen decir que no están de acuerdo para no parecer viejos enfrentados con los jóvenes, aunque en realidad no estén de acuerdo, mientras que saben que el oficialismo la va aprobar de cualquier manera. Dos encuestas realizadas en las últimas horas están mostrando que entre el 80 y el 90% de la sociedad no está de acuerdo con que los pibes puedan votar a partir de los 16 años.
Mientras la señora Hebe de Bonafini afirma con transparente y honesta claridad… “Hay que militar en los jardines, a los tres o cuatro años ya les podés explicar porque entienden perfecto” y le pidió a La Cámpora que lo haga, la pregunta y las reflexiones a los pibes, se impone. Es muy probable que muchos de estos chicos de 16/17 años tengan hermanitos de tres o cuatro años… ¿Creen a conciencia honesta que el niño puede entender los conceptos de la militancia política?... ¿Se imaginan a si mismos, llevando a sus hermanitos al Centro de Estudiantes para que observen sus discusiones y “comiencen a entender”?
Es claro que la militancia en los Centros de Estudiantes, definen un universo selecto de muchachos y muchachas jóvenes que; con todos los derechos propios y adquiridos, adquieren un compromiso político y social que, saben muy bien que es reducido a un grupo particular y que la gran mayoría, en el mejor de los casos, acompaña pero se desentiende –y tienen derecho de hacerlo- de ese compromiso o vocación política militante.
Saben también que sus compromisos y militancia tienen la fuerza de alguna expresión política a la que adhieren por convicciones y por su carácter contestatario. Es natural y así debe ser. La adolescencia es por definición rupturista. Es un paso casi insoslayable para encontrar una personalidad propia frente al desafío de no querer ser solo un reflejo a la medida de sus padres. Y, los padres, preocupados y ocupados por esa difícil etapa que deben transitar con ustedes, transitan también, con problemas, el difícil camino del equilibrio que supone contener, soltar y tratar de evitar desbordes que amenacen sus propias libertades o su integridad. No es fácil para los padres, tampoco para los hijos adolescentes. No hay manual, no hay experiencia anterior valida. Los tiempos cambiaron y la dinámica histórica es entre alucinante y desesperante.
En el medio de todo esto están los oportunistas. Los que afirman sin sentirlo que tienen edad para elegir Presidente de la Nación y legisladores nacionales pero no tienen edad para ser imputados como mayores frente al delito, ni para tener un carnet de conducir, ni para elegir Concejales, diputados provinciales o Gobernadores. Una suerte de… “me pueden elegir a mi como Presidente” pero… “no pueden elegir a un Gobernador ni un Intendente ni siquiera un Concejal”. O sea. Son maduros para lo más pero no lo son para lo menos. Pero eso si, si quieren ser diputados van a tener que esperar hasta los 25 años (artículo 48 de la Constitución Nacional). Porque a esa edad, mágicamente, son hombres y mujeres elegibles.
Obvio que todo tiene que tener un número y este será siempre arbitrario, pero piensen, debatan, no se queden con el caramelito sobornador de voluntades para que sientan que ejercen su derecho cuando en realidad es una concesión para mejorar sus propios números electorales. Esto no es el voto para las mujeres que pedían los socialistas a principios del siglo pasado y que concretó Perón, cuando la mitad de la población no podía siquiera votar por su condición femenina. Esto es tratar de parecer cool, para que crean que ustedes le deben algo.
En otras palabras; militen, enójense, reclamen y vivan todo esto como una formación escalonada para la vida misma. Desconfíen de quienes les dicen lo que ustedes quieren escuchar, solo para llevar agua a su molino. Desconfíen de los que son financiados para cooptarlos, de los que alientan a creer que todo se puede cambiar en un minuto y en realidad son vendedores de humo que luego volverán a sus cómodos y muy bien pagos despachos, o bien cobrarán por “proyectos educativos” que no son tales sino que son maquinas de aspirar militantes para engrosar sus poderes personales.
Sean democráticamente críticos, tolerantes, integradores de la diversidad… pidan siempre más, no se queden con la primera expresión. Pidan conocer las diferentes verdades que alberga la república toda. Desconfíen de aquellos que expresan sus verdades personales como únicas y excluyentes. Desconfíen de los intolerantes, los fundamentalistas, los descalificadores, los que se visten como ustedes solo para acercarse a ustedes, los que ajustan el lenguaje un ratito y luego no hablan como ustedes, los que se burlan del pensamiento del otro, los que tienen respuesta para todo. Porque estos, venden ideas políticas como si fueran licuadoras a domicilio.
Es un hecho que ustedes, los adolescentes, votarán el año que viene. Así será porque de pronto el oficialismo cree que puede obtener los votos necesarios para la re reelección y porque muchos opositores sienten que si dicen lo que sienten ustedes no los votarán. Una pena y una demostración más de la hipocresía de unos y otros. Unos por utilitarismo circunstancial… otros, se autocensuran por temor a ser mal interpretados. Unos, porque descubrieron, después de 9 años de gobernar, que estos jóvenes tienen mas derechos que los mismos jóvenes de hace 9 años atrás. Los otros porque no creen en la madurez de los jóvenes para votar Presidente y no se animan a expresarlo por temor a perder algunos votos.
En otras palabras, muchos de ustedes son hoy, para muchos, más un botín que una auténtica experiencia de avance democrático y participación política. ¿Piensan que no? Muy simple, pregúntense; porque esta misma clase política que se abre las venas por la participación juvenil es incapaz de terminar con las listas sabanas que le sirven para petrificar sus amigos; porque no quieren saber nada con que se vote en una sola boleta o con el voto electrónico; porque no se puede ser legislador antes de los 25 años pero se puede seguir siéndolo teniendo notables y obvias incapacidades mentales, porque no quieren saber nada con instalar el juicio por jurado en todo el país y, cuando lo instalan dejan afuera los delitos penales relacionados con corrupción política.
Pregúntense todo y quizás, muy probablemente, ejercerán, si así lo quieren, su derecho a votar en las próximas elecciones, incluso con más madurez que la que ejercen muchos adultos.
Lic. Rodolfo Patricio Florido - www.pdeqdigital.com

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