Por Antonella S. Marty
Esta semana el Instituto Fraser* presentó su reporte anual sobre libertad económica, titulado “Economic Freedom of the World: 2012 Annual Report”. Este instituto lleva a cabo el análisis de 144 países para medir el grado de libertad económica de los mismos, teniendo en cuenta parámetros tales como el tamaño del gobierno, los derechos de propiedad, la estabilidad monetaria, la libertad para comerciar a nivel internacional y las regulaciones gubernamentales. Si tomamos como referencia estas variables para efectuar un estudio de la realidad argentina, nos encontraremos ante un análisis no demasiado positivo: es preocupante el declive argentino en términos de libertad económica, el país se encuentra en la posición 127, próximo a países como Ecuador, Nigeria y Venezuela (siendo este último el país que se ha ganado la última posición del ranking, ubicado en el puesto 144).Entre los primeros cinco países que encabezan este ranking de libertad económica se ubica Hong Kong, quien conserva la primera posición, seguido por Singapur, Nueva Zelanda y Australia, siendo Chile (en la posición 10) el único país de la región que se encuentra entre las economías más libres y prósperas.En este reporte se puede observar la alteración de los niveles de libertad económica argentina. Si consideramos los parámetros anteriormente mencionados, nos hallaremos ante cuestiones tales como el crecimiento del aparato estatal, el debilitamiento de los derechos de propiedad, el aumento de barreras al comercio internacional, la falta de inversiones extranjeras y el excesivo crecimiento de las regulaciones gubernamentales; siendo estos indicadores una enorme demostración de cómo ha empeorado la situación en el país, y cómo han sido limitadas las libertades individuales, políticas y económicas a lo largo de estos años de gobierno.El reporte anual del Instituto Fraser es una de las pruebas de cómo la libertad económica se puede entender en términos de mayor prosperidad y de mejoras en las condiciones de vida de la población; basta con realizar un breve análisis teniendo en cuenta la relación entre los países que encabezan la lista, los que se encuentran al final de la misma, y el nivel de vida de cada una de sus sociedades, incluyendo la calidad institucional y el respeto a los derechos individuales. A la postre, veremos la fuerte vinculación entre el nivel de libertad económica y el grado de prosperidad y crecimiento económico.Por otra parte, es fundamental comprender que la libertad económica surge cuando los individuos son capaces de tomar sus propias decisiones, de gastar su dinero de la manera en la que crean correcta y llevar a cabo transacciones voluntarias siempre que no perjudiquen a terceros. De esta manera, termina siendo una de las bases principales para alcanzar la cooperación y la tolerancia a nivel global. Debemos tener en cuenta que es el propio mercado el que debe asignar los bienes y recursos mediante la ley de oferta y demanda, y no un burócrata que cree contar con la capacidad de decidir cómo millones de individuos deben cooperar, qué se debe comprar, qué no, y a qué precio.Por lo tanto, creo esencial la necesidad de encontrar un nuevo rumbo para Argentina, un rumbo que esté basado en la libertad y en una mayor apertura al mundo. Esperemos que no solo los países latinoamericanos, sino también aquellos que a lo largo y ancho del mundo sufren los atropellos del Estado, tengan en cuenta este tipo de informes sobre libertad económica para descubrir un camino hacia la prosperidad económica y social.
* El Fraser Institute es un Think Tank de origen canadiense que lleva a cabo tareas de investigación y programas educativos.FUENTE: Publicado en On24
* El Fraser Institute es un Think Tank de origen canadiense que lleva a cabo tareas de investigación y programas educativos.
No hay comentarios:
Publicar un comentario