¿COMO SE LLEGÓ AL CACEROLAZO?
Por Carlos Fara. 7 Miradas
La aprobación al gobierno disminuye, incluidas las localidades de menos de 100.000 habitantes, el fuerte de Cristina.La caída es más fuerte en los grandes centros urbanos. Aunque lo preponderante es el sector medio y el medio alto, el deterioro del gobierno nacional se registra en el nivel bajo.
¿Fue solo por el dólar? ¿Fue solo la clase media? ¿Fue solo en Capital? Al final los que se movilizan siempre son el emergente de algo más profundo. Claro: no es lo mismo gente en la plaza que un porcentaje en una encuesta. Ahí radica el impacto. Veamos cómo estaba la opinión pública los días previos al 13-s.
¿Fue solo por el dólar? ¿Fue solo la clase media? ¿Fue solo en Capital? Al final los que se movilizan siempre son el emergente de algo más profundo. Claro: no es lo mismo gente en la plaza que un porcentaje en una encuesta. Ahí radica el impacto. Veamos cómo estaba la opinión pública los días previos al 13-s.
•El 50 % desaprueba la gestión presidencial contra el 48 % que la aprueba (se estabilizó);
•El 55 % cree que la Argentina va por el mal camino (indicador estabilizado);
•El 53 % hoy votaría a un candidato opositor en la elección del año próximo;
•El 60 % cree que el gobierno está interviniendo demasiado en la economía;
•El 69 % está en desacuerdo con reformar la constitución para permitir una nueva reelección de la presidenta (indicador estabilizado);
•El 58 % cree que habrá una fuerte devaluación del peso (estabilizado);
•El 30 % votaría a la presidenta si se presentase a una reelección (era el 33 % dos meses antes).
Esto se suma a algo que ya describimos en la nota “Los promedios no cuentan” respecto a la fuerte polarización que se ha vuelto a instalar en la opinión pública: los que marcharon están con mucha bronca y son representativos de, al menos, la mitad de la Argentina.
Los factores son económicos (inflación, desaceleración económica, presión fiscal), de estilo de liderazgo (volvieron las acusaciones de soberbia, autoritarismo, la cadena nacional, etc.), ideológico (el modelo se está pasando de intervencionista), y emotivo (el dólar, La Cámpora, el “un poquito de miedo a mí”, la incertidumbre, etc.). Todo eso hace un combo explosivo.
¿Fue solo un fenómeno de la Capital? No. La aprobación al gobierno se está cayendo en todos el país, incluidas las localidades de menos de 100.000 habitantes, el fuerte de Cristina. Por supuesto, la caída es más fuerte en los grandes centros urbanos.
¿Fue solo la clase media? No. Aunque lo preponderante es el sector medio y el medio alto, el deterioro del gobierno nacional también se registra en el nivel bajo (de todos modos, este segmento sigue haciendo un balance favorable).
El malestar existe y fue creciendo desde principios de año, aunque ahora se estabilizó. El cacerolazo sirvió para descomprimir angustias, y para no pasar desapercibidos.
¿Mensaje a la oposición? Desde ya. Pero no tendremos muchas novedades al respecto en el corto plazo.
¿Mensaje a la oposición? Desde ya. Pero no tendremos muchas novedades al respecto en el corto plazo.
¿El gobierno tomará nota? Poco y nada. Cuando alguien está muy convencido de lo que está haciendo, las razones ajenas no son argumentos válidos.
Fuente: Publicado en 7 Miradas
No hay comentarios:
Publicar un comentario