Por el Dr. Aníbal Hardy(*)Si bien son varios los flagelos que se abaten sobre el país, y a los que el mismo gobierno no puede dar solución, porque es el mismo que va generando. El caso mas paradigmático es el fenómeno de la inseguridad que no es otra cosa que el crimen desbordado a consecuencia por lo general de la debilidad de las leyes, del descrédito del principio de autoridad, de la policía, y sobre todo de la miseria material y moral en la que está inserta gran parte de la ciudadanía a causa de la destrucción económica y cultural. Somos un país generoso a la hora de recibir personas con antecedentes penales, por la excesiva permisividad hacia el ingreso de extranjeros, que una vez radicados conforman peligrosas bandas.
En el pasado, nuestro país se ha visto beneficiado con el aporte social, económico y cultural. Eran los abuelos de buena parte de los argentinos de hoy, que llegaban a nuestra Patria desde países lejanos con una consolidada “cultura del trabajo y de respeto hacia la ley”. Hoy los delincuentes de países vecinos deciden ingresar ala Argentina por la facilidad documental que les brinda el gobierno, además de la asistencia educativa, hospitalaria y otras, en perjuicio de los nativos, sabiendo de la facilidad para delinquir, y de la poca posibilidad de ser aprehendidos y castigados.
Estos malhechores son expertos en distintas especialidades que ponen en práctica, como el caso de los peruanos y bolivianos que manejan cierto sector del narcotráfico, o el de los colombianos que son expertos en “Salideras” y “Entraderas” o en el robo de viviendas, los chilenos “carteristas” y los de otros orígenes que mezclan sus preferencias. Su patrón común es la certeza de robar sumas importantes de dinero en poco tiempo, y si son descubiertos, salen por la misma puerta por la que entraron.
Nadie entiende esta liberación de ingresos al país, de personas que no tienen un legajo limpio en sus países de origen. “Piensa mal y acertarás”, dice un viejo refrán, y reflexionando así, podría ser que esta tendencia oficial, obedecería a cuestiones vinculadas al tema electoral, con el proyecto oficial que otorga derechos cívicos plenos a los residentes extranjeros, sin ser ciudadanos, y con sólo dos años de residencia en el país, o tal vez, podría pensarse mal , en la posible vinculación de algunos amigos y/ funcionarios del Gobierno con el narcotráfico, y apunten en la Argentina, buscando facilitar esa ilegal y letal actividad en el país. La vecina Bolivia es uno de los grandes productores de coca y cocaína también una Ruta Perfecta para distribuir drogas que salen para la Argentina, consumo y tráfico a Europa, a los carteles de México y de ahí a Estados Unidos. El verdadero negocio no solo es vender drogas sino tener "Rutas de Tráfico", y el que tiene una ruta, tiene un verdadero y multimillonario negocio de peaje.
Rumiando mal, podría tratarse del fomento consciente del gobierno de provocar un caos social, declarar Estado de Sitio, toques de queda, , etc., y el gobierno nacional mientras tanto hacer el ajuste necesario, con un costo político mínimo, dado la “emergencia fue creada por otros”, entre ellos los delincuentes foráneos y locales. Estos últimos sujetos también privilegiados, conforme surge del tratamiento que ha venido recibiendo el modelo “garantista” del Código Penal.
No quisiera que alguien piense que la presente es una nota xenófoba, (odio u hostilidad hacia los extranjeros), por el contrario, solo me mueve exigir como ciudadano un control e impedimento del acceso de extranjeros facinerosos al país, y denunciar sobre todo, la impericia y la irresponsabilidad manifiesta de los funcionarios del área de seguridad, al reducir “maliciosamente”, los salarios de las fuerzas de seguridad, que tienen la responsabilidad tremenda de proteger la vida y bienes de la sociedad.
“El que no sabe es un imbécil, pero el que sabe y calla, es un criminal” Bertolt Brecht
(*) Abogado - Desde Formosa
ENVIADO POR SU AUTOR
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