martes, 19 de agosto de 2014

No invierta en comida chatarra

ImageNos encontramos en el epílogo de la temporada de presentación de balances de las compañías estadounidenses. En líneas generales, los resultados fueron aceptables. Sin embargo, un sector mostró que está altamente intoxicado y debe evitarlo.
Como siempre ocurre, el final de la temporada de presentación de los resultados trimestrales de las compañías siempre deja mucha tela para cortar. En realidad, más que verificar si las compañías estuvieron a la altura o no de las estimaciones iniciales, de cara al futuro se analiza cuáles son las proyecciones que las empresas presentaron para los trimestres subsiguientes.
De allí se procesa la información, se sacan conclusiones y se hacen los reposicionamientos necesarios de las carteras de inversión para encarar lo que viene.
En términos generales, los balances fueron promisorios. De todas formas, en mi opinión, gran parte de esta fortaleza corporativa ya estaba incorporada en los precios de las acciones, que habían subido mucho de antemano.
De allí es que observamos que el mercado reaccionó con tenues subas cuando las sorpresas de ganancias eran positivas en algunas firmas, pero el castigo fue muy elevado en los casos donde las utilidades de las compañías no estuvieron a la altura de lo esperado.
Eso nos da una idea de que se necesitan catalizadores nuevos para impulsar subas adicionales de la bolsa en las semanas por venir.
A nivel desagregado, los balances dejaron en claro que existe un sector que debe evitarse de sobremanera: Restaurantes de comida rápida (fast food).
Si comenzamos por uno tradicional, los resultados de McDonald's han dejado mucho que desear, no sólo por las cifras concretas del segundo trimestre, sino porque las dificultades que está atravesando con sus proveedores de carne en China hundió la performance del negocio en el gigante asiático y repercutirá negativamente en sus resultados futuros.
Pero el problema no es solo de los grandes...
Hay tres cadenas de alimentos que mostraron debilidades estructurales que pueden tener consecuencias muy duras para su evolución en los próximos meses.
Red Robin Gourmet Burgers (NASDAQ: RRGB) mostró una caída de más de 20% tras la presentación de su balance trimestral, lo que significó la peor caída diaria de su historia. La acción, que viene subiendo anualmente de manera consecutiva desde 2008, acumula en el año un rojo de 26%.
¡Cuidado!

Pero Red Robin no está sola en esta caída libre.
Como puede verse en el gráfico, hay dos empresas más del sector que no logran hacer pie en la coyuntura actual.
Noodles & Company (NASDAQ: NDLS) es una empresa relativamente nueva en la bolsa, habiendo debutado hace menos de 12 meses con su Oferta Pública Inicial (OPI). La acción acumulaba una suba de más de 150% hasta la semana pasada.
La presentación de sus resultados por debajo de lo estimado y la reducción de sus estimaciones para el futuro han resultado en un gran dolor de cabeza para sus accionistas. En dos días la acción perdió más de 18% y el derrape puede continuar.
Finalmente, Potbelly Corp. (NASDAQ: PBPB) es una cadena de sándwiches que debutó en la Bolsa en octubre pasado. La empresa entró en caída libre y profundizó la misma con el débil balance presentado. Este es otro caso más que puede terminar muy mal para el inversor.
Tenga cuidado de los efectos nocivos que puede causarle a su portafolio esta comida contaminada.
A su lado en los mercados. Diego Martínez Burzaco.
FUENTE: Publicado en Inversor Global - Newsletter semanal - enviado por mail

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