martes, 26 de agosto de 2014

La verdadera historia detrás de la suba del dólar que se viene


ImageEl recorrido alcista de la divisa norteamericana no cesará a no ser que lleguen ciertos cambios clave para la economía local, modificaciones que -con las elecciones a la vuelta de la esquina y los respectivos discursos para la tribuna- huelen a utopía.
Con una precisión de relojería Suiza, Agustín -gran amigo mío- me pregunta al cierre de cada mes qué es lo que va a suceder con el dólar. Algunas veces su consulta tiene que ver con la organización de un viaje, otras con la simple intención de ahorrar y a veces porque quiere anticipar el precio de algunos insumos importados para la empresa de catering que maneja.
La última vez me causó gracia la precisión de su inquietud. "¿A cuánto va estar el dólar el 27 de septiembre?", me puso en un mensaje de Whatsapp, esperando una respuesta corta y numérica.
Teniendo en cuenta la idiosincrasia del argentino y los acontecimientos sucedidos en el último tiempo, la economía encontró su termómetro en la cotización de la divisa norteamericana. Es difícil que en una reunión social o de trabajo, la gente te haga otra pregunta. Nadie me consulta qué acciones veo con potencial ni qué bonos podrán dar el salto. Con una inflación del 40% sería irrisorio que alguno me pida mi opinión sobre un plazo fijo. Lo único que quieren saber es a cuánto va estar el dólar mañana, el 27 de septiembre o el año próximo.
Pero, ¿realmente se puede pronosticar su precio con tal exactitud?
No les quiero romper el corazón ni a usted ni mi amigo, pero no. Ahora bien, podemos acercarnos bastante, si es que realmente entendemos los fundamentos que hay detrás de su comportamiento.
Déjeme romper el hielo con algunas ideas breves.
· El año pasado el blue estaba $ 10. Hoy está a $ 14. La inflación fue del 40% interanual. ¿Coincidencia? Parece que no. El especialista en Economía del Comportamiento, Martín Tetaz, señala: "Mientras sigan subiendo los precios, va a subir el dólar".
· ¿Van a seguir trepando los precios? El gasto público escaló un 56% interanual el mes pasado, mientras que la recaudación lo hizo al 33%. Esa diferencia se cubre con una mayor emisión monetaria. De esta situación se desprenden dos enfoques: subirá la inflación y algo de esos pesos irán a parar al dólar.
· Situación problemática: los exportadores no liquidan y los importadores no reciben autorizaciones para comprar divisas a precio oficial y poder comprar los insumos que necesitan. Los primeros, claramente, anticipan una suba de la cotización oficial, mientras que los segundos se ven obligados de recurrir al "contado con liquidación", encareciendo su producción. En vez de conseguir un dólar a $8,40, obtienen uno que supera cómodamente los $ 12.
El diagnóstico del día
La brecha entre el dólar oficial y el paralelo se acrecentó, y hoy ya araña el 64%. El gráfico que sigue es más que elocuente:
Desde el Gobierno ya salieron a rechazar una futura devaluación, pero (ideologías afuera) estos números hablan -a los gritos- de una mayor presión para la cotización oficial del dólar que hoy resulta tan artificial como desactualizada.
Lo que podría ocurrir
De acuerdo con la cotización de los futuros de dólar del Rofex, el valor del oficial debería ubicarse en torno a los $11,7 para septiembre de 2015.
Ahora bien, ¿cuál debería ser el precio real del dólar? Si sabemos esto, podemos establecer cuál será la presión del mercado para la cotización actual, sea al alza o a la baja.
Una forma de obtener un número, que -si bien no es exacto- nos da ciertas luces, es dividir la base monetaria (circulante más depósitos a la vista) por las reservas del Banco Central (dólar convertibilidad). Ese valor ronda hoy los $ 13,5. Más cercano al blue que al oficial, por supuesto.
Fíjese lo que decía unos días atrás el analista financiero, Miguel Angel Boggiano, al respecto:
El mercado está viendo dos cosas:
1. Que el BCRA difícilmente pueda seguir absorbiendo pesos a la velocidad que lo está haciendo.
2. La base monetaria va a crecer fuertemente de acá a fin de año por los anuncios de aumento de gastos en el orden de los $200.000 millones de pesos.
Suponiendo que el BCRA consigue absorber la mitad de ese crecimiento (lo cual haría crecer la Lebacs de $187.000 millones a $287.000 millones), la Base Monetaria estará en $491.000 millones. Eso implica un dólar convertibilidad de $17.
¿La tendencia puede revertirse?
No parece haber un combate serio a la inflación, ni es coherente esperar que los CEDINes se transformen de la noche a la mañana en la aspiradora de dólares con la que ayer soñaba Moreno y hoy Kicillof.
Si existe hoy un driver que puede cambiar el humor local, atraer inversiones y por tanto restarle presión a la situación cambiara, sería un acuerdo con los fondos buitre.
Con el Gobierno jugando la carta del pago desde la Argentina, la oposición contraria a esta alternativa y la aceleración de la deuda (el reclamo de todos los pagos en el corto plazo, incluso aquellos postergados para 2038) como una amenaza real, el horizonte no se ve por la niebla.
Para Germán Fermo, director de la maestría de Finanzas de la Universidad Torcuato Di Tella, la alternativa más sensata es tomar la pérdida, pagarle a los holdouts cuando caiga la RUFO (enero) y anunciarlo hoy.
Si uno ve las cotizaciones hoy, más allá de que están algo teñidas por la compra de acciones y bonos en dólares para hacer contado con liquidación (fugar dólares), se puede interpretar que el mercado sigue esperando una resolución racional al conflicto, aunque la paciencia no es infinita.
¿Cómo pagamos?
"Muy fácil. Utilicemos reservas por US$ 10.000 Millones, dejamos que la curva de yields soberana te ralee solita y te lleve a cotizaciones del 6%. En ese momento emitimos deuda bien larga a 20 años por un nocional de US$ 10.000 Millones y losholdouts son historia. Y se iniciaría el primer paso de un círculo virtuoso de inversión y crecimiento al que debemos protegerlo y alimentarlo con solidez institucional. Les recuerdo que con la sola expectativa de solución de los holdouts, semanas atrás el Discount llegó a rendir debajo de 8%", agrega Fermo.
Para que esta alternativa o alguna otra realista se plantee, primero habrá que esperar a que el discurso se despoje de nacionalismos extemporáneos y que las distintas facciones dejen de sacar rédito político de la situación, algo que con las elecciones presidenciales a la vuelta de la esquina parece una utopía en nuestra querida Argentina actual.
Hasta la semana que viene. Saludos, Ignacio.
FUENTE: PUBLICADO EN INVERSOR GLOBAL - Newsletter semanal - enviado por mail

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