Fueron un accidente político del largo proceso histórico de las sociedades, pinceladas autoritarias y criminales. Fidel, al igual que en el caso de los caudillos arriba mencionados, terminará siendo aborrecido y olvidado y Cuba se reinsertará en el Capitalismo, que si es un producto de cambio tangible de la revolución liberal e industrial del siglo 19, a la que quisieron oponerse individualmente, solo para conservar el poder a base de la represión criminal de sus ciudadanos, que es su único legado.
Fidel, ególatra y autoritario, con influencia psicológica en los resentidos, en los débiles de carácter y ambiguos sexuales, utilizó magistralmente el concepto del cruel enemigo exterior en quien descargó todas sus frustraciones y fracasos. Perfeccionó el empleo de la táctica comunista de la represión y de la mentira como arma política. Una estrategia que luce agotada pero que prevalece en los pueblos ignorantes y desesperanzados.
No hay ningún legado, no hay ningún cambio, ni mucho menos un hombre nuevo, lo que hay es una sociedad depauperada productora de “jineteras” “proxenetas” “Delatores políticos” “Trabajadores esclavos internacionales” que se resguardan en su indigna actividad, para llevarle mendrugos a su familia. No hay ningún legado social, ni mucho menos intelectual. Es un engaño que se descubre cada día, como se descubrió posteriormente en la extinta URSS y la China de Mao. Es el mismo libreto, no habrá sorpresas.
Ningún intelectual podrá defender lo de la lucha titánica contra el imperialismo, ese argumento se desmorona cuando por ser una sociedad parásita, el mismo Imperio Soviético le dio una patada, que lo lanzó a la indigencia mundial, recurriendo a la trampa y el vicio criminal para mantenerse en el poder. Lo de las drogas es harto conocido, de allí su estrecha relación con la Narco-guerrilla colombiana.
Lo demás son las mismas pendejadas románticas de poetas, políticos genuflexos y mendicantes, esos que todavía andan por allí realizando foros y vendiendo libros en contra del occidente globalizado, que ya a nadie importa. La democracia liberal avanza sin obstáculos, a pesar del último zarpazo que su mente perversa le dio a Latinoamérica al reeditar a través del Foro de Sao Paulo y con el dinero de Venezuela, una revolución bolivariana, adefesio en el cual no creía, pero que aprovecho habilmente.
Contó con la ayuda de un grupo de caudillejos latinoamericanos, formados en los 70, todos fracasaron y han llevado a sus países a la ruina, copiando magistralmente lo que hizo su mentor. Fracasó en la historia, como el líder que realmente nunca fue, a pesar del apoyo de los comerciantes internacionales de la hotelería, casinos y el sexo, y últimamente con la bendición del tragicómico representante del vaticano y su grupo de cardenales revolucionarios.
Esa es la realidad, la propaganda comunista y muchos periodistas, ayudaran a entretener a los pendejos, haciendo foros, semblanzas y panegíricos, contando anécdotas de discursos y desplantes que no lograron nada en concreto sino su permanencia y la de sus acólitos en el poder, a costa de un pueblo que bate el record de sumisión y miseria en la historia del mundo civilizado.
DESDE VENEZUELA- ENVIADO POR SU AUTOR
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