Por María Celsa RodríguezEl hecho ocurrió en el poblado de El Conejo, municipio de La Guajira, al norte de Colombia donde los rebeldes están preagrupados previo tránsito a la vida civil. Pero las imágenes levantaron polémicas porque se dijo que había prostitutas y menores, además de un gran arsenal militar. Ante esta “fiesta”, la embajadora de Colombia en la ONU, María Emma Mejía, envió una carta al secretario general adjunto para Asuntos Políticos del organismo, Jeffrey Feltman peticionando investigue estos hechos y aplique un correctivo por el compartamiento inapropiado y poco profesional de la Misión que quita seriedad e imparcialidad al trabajo de los observadores. Por su parte la ONU, ha decidido separar a los tres observadores presentes en el lugar y a su supervisor directo, mientras continua con su proceso de verificación del desarme del grupo guerrillero que sabemos que aún no ha entregado las armas.
Sin embargo el tema de la presencia de menores y prostitutas dividió las aguas, y cierta prensa en un manejo de copia y pega para esconder la verdad y algunos funcionarios, salieron a desmentir, negando la existencia de ellos en el lugar. Pero “el gobernador de Antioquía, Luis Pérez Gutiérrez, informó de que están llegando menores y mujeres adultas al municipio de Yondó para ser explotados sexualmente. Informes de los funcionarios describen juergas de alcohol y sexo bajo la ley impuesta por la turba de las FARC. En Dabeiba algunos jefes de la guerrilla bajan al pueblo a tomar whisky y hay una fuerte circulación de mujeres desde la zona urbana a la zona de concentración”[1]
Por su parte Victoria Eugenia Ramírez, secretaria del Gobierno de Antioquía, cita informes de los funcionarios en Yondó, que constatan que “hay reclutamiento de niños y niñas, hay explotación sexual y estamos alertando al Instituto Colombiano de Bienestar Familiar y a la Presidencia de la República”.[2] En este vídeo ella denuncia la presencia de mujeres para crear casas de trata en las zonas verdéales. (https://www.youtube.com/watch?v=_uZmPhUhRmg)
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| Imagen de Yulmer Gómez |
En un informe se expone también “la presencia de cinco menores de edad en Cancha de Manila, tres de ellos nacidos al interior de las Farc. Además de dos mujeres en [estado de] embarazo”.[…] En el Embaretado, también hay un menor de edad e indicaron que nueve más fueron entregados al Instituto Colombiano de Bienestar Familiar (ICBF)”. En Carrizal conviven en un ambiente con agua contaminada por mercurio producto de la explotación minera ilegal y de cultivos ilícitos. En Rancho Quemao “Hay presencia de Malaria, psoriasis, paludismo, y las mujeres se quejan de quistes”[4]
Con estas evidencias queda claro que los observadores internacionales no están cumpliendo con su obligación, no están ni denunciando la presencia de menores, de jóvenes y mujeres que son entrenados, abusados y explotados por la guerrilla, ni exigiendo la entrega de los menores reclutados al Estado colombiano. Tampoco están denunciando las condiciones de vida en que sobreviven. Sobre esto, el Instituto Colombiano de Bienestar Familiar ha dicho que “desde la firma de los acuerdos de paz, todos estos temas los maneja presidencia directamente”. Entonces, nos preguntamos, ¿que ha acordado el Presidente Santos con respecto a los menores y a las mujeres que siguen siendo explotados por la guerrilla?
Sabemos que el abuso a menores y de mujeres por parte de las Farc es de hace tiempo, y hay evidencias que lo demuestran, como este vídeo donde una jovencita en estado de ebriedad es objeto de burlas y maltratos: (https://www.youtube.com/watch?v=1B3402-J9OI)
El General Oscar Naranjo Director de la Policía Nacional dice ahí que “hay información documentada que mas de 3.400 mujeres son maltratadas, son abusadas y son esclavizadas por terroristas de las Farc”.
En el 2018 las FARC tendrán garantizada su presencia en la Camara de Representantes y en el Senado y si liberan a Ramón Trinidad y a otros terroristas presos que están en Estados Unidos, Colombia se habrá rendido ante estos guerrilleros que lavaran su millonaria fortuna de muerte, secuestro, prostitución, pedofilia y narcotráfico bajo el poder que le da la democracia. No se ha hecho justicia con este acuerdo, y los máximos beneficiados fueron los hacedores del mal.
Queda claro que esta paz que fue digitalizada por Juan Manuel Santos, es una burla para los colombianos y para latinoamerica.
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