domingo, 15 de julio de 2012

Cadena Nacional, un eslabón que nunca se corta
Cadena Nacional, un eslabón que nunca se cortaPor Nieves Otero.
Diario Veloz
En la semana que se fue, la presidenta habló tres veces por Cadena Nacional. Ya suman 11 en lo que va del año. ¿Qué es una Cadena Nacional y qué dice la ley al respecto? ¿Uso o abuso?
 En la última semana, la presidente Cristina Fernández de Kirchner habló en cadena nacional dos días consecutivos. Tres en una semana, la misma cantidad que lo había hecho su marido durante los cuatro años que duró su mandato. Con éstos discursos, ya lleva un total de once en lo que va del año (seis meses y medio), un promedio de algo más una Cadena Nacional y media por mes en las que tocó temas  diversos.
Pero, ¿qué pasa con éste uso "desmedido del recurso"? ¿Está bien que la presidenta use la cadena casi dos veces por mes? ¿Se trata de llegar a todos los argentinos? ¿De una forma de manipular a los medios y decirles "mira como te levanto la programación"? ¿O simplemente de cholulismo para alimentar la celebrity que Cristina lleva adentro?
Las respuestas a estas preguntas pueden ser  dispares y dependerán, lamentablemente, de la subjetividad de cada uno y de la inclinación política de quien opine. Pero, hay algo que es cierto, hay una ley que hace referencia al tema y hay puntos indiscutibles.
Desde temas estratégicos a nivel nacional hasta la inauguración de Tecnópolis, pasando por todo tipo de anuncios como retenciones, promulgación de leyes, negociaciones con China o las propiedades del chocolate de la vaca lila. Para Cristina, la Cadena Nacional, lejos de ser una herramienta de uso esporádico, como la ley lo "sugiere", es un recurso cotidiano.
Comencemos por definir qué es una  Cadena Nacional. Se trata de "una transmisión que se realiza en forma conjunta y obligatoria con todas las emisoras que integran la Cadena Nacional de Radiodifusión y Televisión, y RAE, Radiodifusión Argentina al Exterior, con el objetivo de hacer llegar un cierto mensaje del gobierno a la mayor audiencia posible".
Es decir,  que los canales y radios deben sí o sí emitirla, dejando en segundo plano su programación habitual. Si bien corre por cuenta de la presidencia y los canales  no se hacen cargo de la emisión en lo que aspectos técnicos refiere, no deja de implicar un problema para éstos, que deben levantar  y retrasar su programación así como también los compromisos publicitarios, alterando las pautas y por ende, su bolsillo.
El artículo 75 de la Ley de Servicios de Comunicación Audiovisual,  establece al respecto: "El Poder Ejecutivo nacional y los poderes ejecutivos provinciales podrán, en situaciones graves, excepcionales o de trascendencia institucional, disponer la integración de la cadena de radiodifusión nacional o provincial, según el caso, que será obligatoria para todos los licenciatarios".
Aquí entran en juego las zonas grises del derecho, ya que no se trata de un "2+2=4", sino de diferentes interpretaciones. La ley se reserva el uso de la cadena para  "situaciones graves, excepcionales o trascendencia institucional", tal vez el ejecutivo nacional considere que sus anuncios están dentro de estos ítems, con lo cual, no hay nada fuera de la ley.
Sin embargo, por más que se esté dentro de los límites legales, el hecho de que la presidenta haga dos cadenas por mes, ¿no rosa el abuso? Por otro lado, tanto discurso, hace que muchas veces se pierdan de vista los puntos importantes y hasta se le reste algo de importancia a la Cadena, que debería ser un momento excepcional e en el que el país se paraliza.
Hoy por hoy, la Cadena se convirtió para la mayoría de los argentinos en un programa más entre novela y novela con dos opciones posibles: la saturación por la repetición;  o la desinformación, causada por el exceso de discursos y de información, aunque parezca paradójico.
FUENTE:Publicado en http://www.diarioveloz.com

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