jueves, 12 de julio de 2012

La Rosada no puede dar cátedra

En 2011, sólo Aerolíneas y Aysa generaron un déficit siete veces superior al auxilio financiero que Daniel Scioli recibió de la Nación para pagar los salarios bonaerenses. Adrián Simioni.
LaVoz 
Cristina Fernández volvió explicarle ayer, desde el atril, a Daniel Scioli cómo hay que administrar la provincia de Buenos Aires. La supuesta ineptitud del gobernador parece descubierta por la Presidenta recién 10 años después de firmada la sociedad política entre el bonaerense, ella y su difunto marido, en la que Scioli fue útil para que el matrimonio barriera con los votos del conurbano bonaerense durante cinco elecciones ejecutivas y legislativas.
De todos modos, no está claro a cuál de las escuelas de administración pública de Cristina podría asistir Scioli. ¿Aerolíneas Argentinas? ¿Aguas y Saneamiento de Buenos Aires (Aysa)?
Esas dos empresas estatales, solas, generaron en 2011 un déficit de 7.450 millones de pesos, según la Asociación Argentina de Presupuesto (Asap). La Presidenta lo cubrió con subsidios que pagamos todos. Este año, pasará lo mismo. Esa suma –demandada por apenas dos de las desventuras deficitarias de la Nación– equivalen a más del doble del auxilio que pedía Scioli para pagar su bendito medio aguinaldo y a más de siete veces la cantidad que al final recibió.
Catecismo antisciolista. Sobre el tema abundó el domingo el periodista Horacio Verbitsky, quien escribió en Página 12 el manual de catequesis que ahora usan las huestes oficialistas para “demostrar” la recién descubierta ineptitud de Scioli. Hasta ese día, estaban sin libreto.
Verbitsky acusa a Scioli de no haber aumentado su recaudación como lo exige el “modelo”, lo cual es expuesto como una prueba del ADN neoliberal de Scioli.
Las cifras del Ministerio de Economía de la Nación muestran un panorama alternativo: entre 2003 y 2011 incluido, la recaudación de la Nación se multiplicó por 4,39, mientras que la de Buenos Aires se multiplicó por 6,13.
La tesis pasa por alto un pequeño detalle: la presión impositiva total en el país pasó de 23,43 por ciento del producto interno bruto (PIB) en 2003 a 34,63 por ciento en 2011, para una economía ya exhausta y cada vez menos competitiva. Son datos oficiales de Economía de la Nación, pero el progresismo vulgar siempre cree que los barriles no tienen fondo.
El catecismo también machaca con que Scioli no les subió impuestos a los “ricos” (básicamente el Inmobiliario rural, que debería pagar la “oligarquía terrateniente” con la que sueña la épica k). Pero calla que la constante licuación de ese impuesto proviene de la política inflacionaria del Gobierno, que reduce las bases imponibles reales y obliga a los gobernadores a pagar costos políticos todos los años para elevarlas.
Muy preocupado por el impuesto que Scioli no cobra a los “ricos”, Verbitsky pasa por alto el impuestazo inflacionario que la Nación cobra cada vez más a los más pobres. Y que las provincias no pueden igualar por la sencilla razón de que no emiten.
Scioli quiere que conviden. Más importante: el oficialismo está tan emocionado a la espera de los primeros días de agosto, cuando se salde el Boden 2012 –quieren declararlo “Día de la Independencia Económica”–, que se olvida de anotar toda la deuda que está acumulando la Administración Pública con la Anses y con el Banco Central para financiar su gasto desbocado. ¿Será que no la anotan porque anticipan que será un pagadiós para los jubilados y para tenedores forzosos de pesos que ya no pueden refugiarse en el dólar?
Y esa es la madre del borrego. Según el ex ministro de Economía Martín Lousteau, desde 2009 Cristina Fernández tomó 97.500 millones de pesos de esa institución y de la Anses. Ni un centavo de esos fondos se coparticipa a las provincias. Por eso Scioli apuesta a que el Banco Central comience a comprarle a él también los bonos Bogar de su provincia. Será multiplicar la fiesta.
Como el relato oficial no lo registra, es conveniente recordar que a las políticas públicas más costosas, masivas, básicas y permanentes las solventan las provincias. Ellas pagan los sueldos de maestros, profesores secundarios, médicos, enfermeras, policías y jueces ordinarios.
El “relato” ha cultivado tanto la ignorancia que mucha gente ha terminado creyendo, por dar un ejemplo, que la que invierte en educación es la Nación porque reparte netbooks . No es así. Para este año, el Plan Conectar Igualdad tiene asignados 3.223,3 millones de pesos. En 2010 (último dato actualizado del Ministerio de Economía) las provincias invirtieron 70.266 millones en Educación y este año superarán con mucho los 100 mil millones.
Tal vez Scioli sea un pésimo administrador. Pero en la Casa Rosada no hay nadie que pueda darle cátedra. 
FUENTE:Publicado en www.lavoz.com.ar
 

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