SON RUMORES…. SI, PERO EL ESTADO DE ALERTA NO ES INFUNDADO

Por ahora el tema no ha pasado de ser un rumor, pero la dirigencia agropecuaria que está atenta, sabe que no se trata de un runrún sin asidero, la cuestión sigue en carpeta y por lo tanto los interrogantes seguirán flotando en un ambiente sensibilizado.

Por: Aldo Norberto Bonaveri  -Pregon Agropecuario-

 En el núcleo íntimo del poder se sigue barajando la posibilidad de incrementar la alícuota sobre los derechos de exportación en soja; el autor intelectual de semejante desatino es nada menos que, el viceministro de Economía, Axel Kicillof. Si bien la presidenta no está del todo convencida de ir a fondo con tan fuerte apuesta, fundamentalmente porqué es consciente de la reacción que ello generaría y, aún esta fresca en su mente el acompañamiento que tuvo el campo durante la resistencia de 2008, la iniciativa de la estrella ascendente en el firmamento K no deja de seducirla.

La modificación pergeñada por Kicillof significaría un aumento del 14,28% en las retenciones de la oleaginosa, llevándola del ya desproporcionado 35% actual al 40%, en tanto el aceite y la harina de soja pasarían de 32% a 37%, lo que significaría un incremento del 15,62%. Hablando en divisas, representaría para las voraces arcas del estado un ingreso adicional de alrededor de los u$s 350.000.000 en lo que resta del año, cifra que se cuadriplicaría para el 2013.

Funcionarios jerárquicos del Ministerio de Agricultura, Ganadería y Pesca de la Nación se esmeran en expresar que en esa cartera nada se está evaluando al respecto, ello seguramente es así, pero tan cierto como eso es que sus opiniones al respecto tienen escasa gravitación a la hora de tomar una decisión de esa naturaleza; las medidas económicas de magnitud en las administraciones K se toman en un círculo tan acotado como selecto.

También en las proximidades del todo terreno Guillermo Moreno se relativiza la versión, pero aquí la desmentida debe “tomarse con pinzas”, puesto que la relación entre secretario de Comercio Interior y Kicillof no es precisamente la mejor. Incluso el joven funcionario mimado de Cristina, no disimula su intención de separarlo y, entronizar en esa función a un militante de La Campora.

El rumor que circuló con fuerza a partir del martes pasado puso en guardia a los sectores de la comercialización (Exportadores, oleaginosas, corredores, acopiadores y cooperativas), así mismo alertó a los productores, quienes a la postre son quienes reciben la totalidad del impacto. Por entonces se especulaba que la presidenta haría el anuncio en ocasión del uso de la cadena nacional por el pago de los bodenes 2012.

Las lucubraciones no se agotan con subir las retenciones al poroto de soja y a los subproductos antes mencionados, en las consideraciones de Balcarce 50 está darle un “golpe” de proporciones a las exportaciones de biocombustibles, actualmente dicha alícuota es de 20%, en tanto se evalúa llevarla al 30% (hay quienes vaticinan que podría ser mayor aún la tasa que podría aplicarse).

El reajuste de las retenciones a los biocombustibles aparece con mayores posibilidades de concretarse; al respecto cabe consignar que actualmente el gasoil está siendo cortado obligatoriamente con 10% de biodiesel, existiendo posibilidades de duplicar la presencia de este componente. La modificación de la normativa que regla la mezcla se sustenta en dos factores convergentes; por una parte para el Gobierno significaría atenuar la inevitable importación y, por la otra, las empresas elaboradoras también solicitan llevar el corte al 20%. Naturalmente si ello se concreta, se reduce la disponibilidad de grano para exportar y, con ello menos ingresos para el Estado como consecuencia de la diferencia de alícuota.

Es oportuno destacar que las exportaciones de biodiesel vienen creciendo a paso sostenido; en el primer semestre del año en curso las ventas al exterior facturaron u$s 1.122.000.000, casi un 25 por ciento más que 2011, lo que le significo al fisco embolsar u$s 225.000.000

Si el Gobierno decidiera avanzar con la idea de aumentar los derechos de exportación tiene dos caminos posibles; naturalmente enviar un proyecto de ley para que lo vote el Congreso de la Nación, caso contrario apelar a un Decreto de Necesidad y Urgencia “DNU”, el que a posteriori debería ser ratificado por el Parlamento. A priori no se advierte que tenga mayores dificultades para obtener la convalidación, habida cuenta la mayoría que cuenta el Frente Para la Victoria.

Por ahora el tema no ha pasado de ser un rumor, pero la dirigencia agropecuaria que está atenta, sabe que no se trata de un runrún sin asidero, la cuestión sigue en carpeta y por lo tanto los interrogantes seguirán flotando en un ambiente sensibilizado. Las apetencias del Gobierno, acentuadas por la aversión hacia el sector evidenciada desde el 2003 hasta la fecha, alimentan la difidencia que anida en los productores.

La instalación de los rumores no beneficia el funcionamiento del mercado, cuando estos surgieron, la reacción inmediata reflejo una caída de las cotizaciones; frente a esta situación los exportadores intentan cubrirse, como consecuencia de ello los productores retraen su oferta.

Todo está muy confuso, por ahora solo hay suposiciones y conjeturas en las filas agropecuarias, en el Gobierno persiste latente la tentación despertada cuando la soja perforó los u$s 600 la tonelada en Chicago. Son rumores…. si, pero el estado de alerta no es infundado. 

FUENTE: Enviado por e-mail por su autor de Pregón Agropecuario