jueves, 5 de junio de 2014

EL PENSAMIENTO NACIONAL

Foto del perfil de María Celsa Rodríguez (tú)Por María Celsa Rodríguez
Argentina es un país que ante cualquier situación se agita, la violencia toma las calles y los problemas agotan al razonamiento. No pensamos, actuamos, dejamos que otros piensen por nosotros. Asistimos forzadamente ante nuestro propio fracaso como sociedad, consumiendo nuestro presente carente de valores, justificando a veces conductas que son ilícitas, aceptando complacientes a los funcionarios sospechados de corrupción que sigan engalanados de privilegios y honores

Caminamos mancomunadamente sumisos hacia lo incorrecto, resistiéndonos a reconocer que nos han quitado el orgullo de ser una Gran Nación.

Las simbologías que eran sagradas como cantar el himno con respeto, ahora suena con ritmo de murga, y las instituciones han perdido prestigio. El pensamiento carece de trazo grueso, de seriedad y entusiasmo en el esfuerzo por desarrollarse en la armonía con la búsqueda de ideas plausibles. Nos hipnotizamos ante la estupidez diaria que agota las horas televisivas con chimentos de alcobas. Poniendo distancia al fomento del pensamiento, permitiendo que luego coordinen los lineamientos de lo que otros quieren que pensemos. Sembrando sus propias ideas sobre un estéril campo de mentes limitadas.

Ahora contaremos con una "Secretaría de Coordinación Estratégica para el Pensamiento Nacional” con el fin de motorizar esas banderas oficialistas. Será una forma de operar el establecimiento de las ideas desde la verticalidad del poder, poniéndose en oposición latente a todo aquello que debe quedar suprimido y debilitado por contrariar  esos intereses

Se evitará la objetividad para equilibrase hacia sus propios objetivos de moverse en un sentido lateral del pensamiento mezquino de otras ideas que lo contradigan. Y se desarrollará el modelo desde la información para lograr su eficacia.

La influencia en el pensamiento puede despertar la absorción del mensaje que a veces en la limitación de la capacidad del receptor se fijará sobre un solo punto de vista de la realidad, sin deducir y desarrollar otras impresiones, porque solo escucha una sola voz.

Ricardo Forster fue elegido para coordinar el Pensamiento Nacional, miembro de Carta Abierta desde donde la "militancia intelectual k" impuso sus ideas con su fundamentalismo kirchnerista

En sus orígenes el pensamiento político se ocupó de las cuestiones importantes, del momento histórico, del Estado, de la Iglesia, del rey, del gobernante, de las leyes, del pueblo. Pero cuando aquí hablamos del Pensamiento Nacional ¿a que se refieren? a los 70, a lo que hizo Nestor Kirchner, a la década ganada, a la Cámpora, a los amigos de poder, a las mentiras del relato? Detrás de su flamante cargo,  el secretario " impondrá con vehemencia la doctrina oficial"

 En su libro La credulidad, el Dr. Gabriel Boragina escribió: "Es natural que nuestros semejantes quieran imponernos una verdad que parte desde ellos, ya entiendan esta verdad como propia o como de otros a quienes respetan y admiran. Y es tan natural, como que pretendan que creamos en esa "verdad". Parte de esos semejantes que han sido dotados de poder tienen el camino allanado. Parapetados detrás de la máscara estatal, imponen la "doctrina oficial". La doctrina oficial es lo que el Estado dice que es. Pero el verdadero problema de la cuestión, reside en que estos personajes (que se turnan en el poder y regresan unos tras otros) han logrado convertir la doctrina oficial en "verdad" oficial. La estatolatría se presenta así como un sustituto perfecto a la idolatría, o más bien resulta una variante de esta última"

Ahora, ¿como armamos el pensamiento? desde el análisis, la comparación, la generalidades, las abstracciones, el pasado, el presente, los supuestos, las implicaciones, las consecuencias,  con claridad, con exactitud, con variables, con lógica, con precisión, con relevancia y con la verdad. Pero ¿existe un pensamiento nacional? Boragina dice: "No, no existe. Porque las "naciones" no "piensan". Sólo piensan los seres humanos, que son de existencia corpórea. Pero entes ideales como "nación, sociedad, pueblo, comunidad, colectividad, etc.", son meras abstracciones, carentes de vida anímica. Por lo tanto, resulta atroz falacia decir que dichos entes que no son más que entelequias, puedan ser capaces de "pensar". Las que piensan son siempre personas, no entelequias. Una "nación" no tiene un cerebro para "pensar". Por ende no existe tal cosa estrafalaria como un "pensamiento nacional"…."  Existe solo un monólogo de mentiras, un círculo cerrado sin diálogo, transitando en un desierto de verdades. Como una vez escribió Scalabrini Ortíz sobre nuestra realidad nacional " Todo lo que nos rodea es falso e irreal, falsa la historia que nos enseñaron, falsas las creencias económicas con que nos imbuyeron, falsas las perspectivas mundiales que nos presentan, falsas las disyuntivas políticas que nos ofrecen, irreales las libertades que los textos aseguran". Y falsa la novela del relato.

PUBLICADO EN Crónica y Análisis y Pregón agropecuario

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