Que los argentinos confíen en el peso parece ser una quimera. Devaluaciones y aumentos de tasas pierden efecto cuando el escenario se recalienta y los ahorristas vuelven a su activo fetiche.
Por Ignacio Ros
Forjada durante años y destruida en un solo movimiento. Así de frágil y arisca es la confianza. Lo vemos en nuestras relaciones interpersonales, con una novia o un amigo.En la economía, la situación no es muy diferente. Los países muestran sus mejores ropajes, exhiben con galantería sus cifras, de manera tal de seducir al mercado internacional con sus productos reales (exportaciones) o financieros (acciones y bonos).
Crisis como la de 2001 disiparon la confianza de los inversores en el mercado local, e incluso de los ahorristas en los bancos, tras la llegada del corralito y, posteriormente, el corralón. Pocos sabrían en aquel momento, que uno de los mejores negocios era comprar acciones de las denostadas entidades financieras. Muchos de ellas superaron el rendimiento del dólar, desde que declaramos el default hasta la fecha.
Como si hubiéramos sido quemados por aceite, ante el primer calor, huimos despavoridos. El dólar, refugio fetiche del argentino, se transforma en destino de nuestros esfuerzos. Ya no importa si compramos dólares porque estamos en crisis o porque pensamos que lo estarnos.
De una u otra manera, somos la ardillita que guarda nueces para capear un invierno del cual no establecemos su proximidad.
Predicar con el ejemplo
Cuando se instauró el cepo, varios políticos comandaron una cruzada "heroica" pidiendo que se pesificaran ahorros. La presidente, Cristina de Kirchner, fue soldado de esta avanzada.
Sin embargo, más allá de ese gesto simbólico, las dependencias del Fisco que tienen que cuidar los ahorros de nuestros jubilados, no obran en igual sentido.
Fíjese lo que le decíamos desde la web de Inversor Global ayer:
Hasta la mismísima ANSES apostó fuerte a esta divisa y ganó con la devaluación. Según se publicó en un informe del organismo de estadísticas y censos, la entidad incrementó más de 300% su tenencia de bonos en dólares en los últimos cinco años.
De acuerdo con el texto, cuando el Estado estatizó las AFJP, en diciembre de 2008, el 89,7% de los bonos que tenían en cartera estaban nominados en pesos, mientras que sólo 10,3% eran en dólares. Para mayo pasado -poco más de cinco años después-, los títulos en pesos habían descendido a 56,4% de la cartera, mientras que los bonos en dólares tenían una participación de 43,6%.
De esta forma, el flamante Fondo de Garantía de Sustentabildad (FGS) que tiene bajo su gestión el dinero que había sido de las AFJP, habría sido uno de los tantos ganadores tras la devaluación del 20% que sufrió el peso frente al dólar en enero pasado.
Lo que se viene
Más allá de este ejemplo de color, para mostrar la verdadera opinión oficial de lo que va a suceder con el dólar, hay datos contundentes que nos permiten hacer cierta futurología.
La vuelta de las microdevaluaciones ya es un hecho.
Fíjese en el gráfico a continuación. Más allá de la brusca devaluación de enero, preste atención a las pequeñas depreciaciones que fue autorizando el Banco Central en las últimas jornadas.
Por un lado, se busca seducir a aquellas cerealeras que todavía no liquidaron y -por otro- achicar una brecha con el blue que, al momento de escribir esta columna, coqueteaba con los 42 puntos.
La confianza juega un rol clave. Basta con entender que el Banco Central augura culminar 2014 con reservas por US$ 28.000 millones, mientras que los dólares fugados (o fuera del sistema) de los argentinos superan los US$ 184 mil millones.
Póngale precio al dólar
Si hay una pregunta que se le hace a economistas, analistas financieros y políticos es: ¿a cuánto va a estar el dólar al cierre del año? Ponerle el precio en la Argentina parece un trabajo reservado para adivinos y tarotistas.
No obstante, podemos decir que el dólar futuro del Rofex a un año se transa a $ 10,99. No asegura esa cotización para esa fecha, pero permite esbozar un pulso del mercado.
El problema es que en un mercado como el argentino, los ahorristas nunca van a encontrar el dólar caro.
Es por eso que el mercado del blue vuelve a recalentarse y le aseguro lo siguiente: si mañana el blue sube a $ 12 o $ 13, la gente seguirá comprando, porque en su mente -tarde o temprano- se volverá a disparar.
Hasta la próxima. Saludos, Ignacio.
FUENTE: Publicado en Inversor Global - Newsletter semanal - Enviado por mail
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