Desde diciembre de 2008, la Reserva Federal de los Estados Unidos (el Banco Central), decidió implementar una serie de programas llamados de “flexibilización cuantitativa” (del inglés, Quantitative Easing o QE), que en términos simples consistían en emisiones enormes (maquinita) de billetes y monedas que eran introducidos al mercado de dos maneras: comprando bonos del tesoro del gobierno, con lo cual financiaban el exceso de gasto público de Estados Unidos y comprando activos respaldados en hipotecas a los bancos, lo que en buena cuenta significó introducir dinero a los bancos a cambio de papeles (activos) que no valían nada, pues contenían las hipotecas impagas, que nacieron como consecuencia del colapso de la burbuja inmobiliaria que estalló el setiembre de 2008. En la actualidad se encuentran en el QE3 y en una fase llamada “tapering”, que consiste en la reducción del ritmo al cual se inyectan dólares mensualmente. Este proceso comenzó en diciembre de 2013: la inyección de dólares era de 85 mil millones mensuales y ahora se ubica en 45 mil millones.
La pregunta es la siguiente: ¿Por qué la emisión en los Estados Unidos y a diferencia del resto de países, no genera inflación? Imaginemos que en Perú se emitiese sin límite; el resultado obvio sería inflación. Sin embargo, ello no ocurre en los Estados Unidos.
Recordemos que el dólar es una moneda internacionalmente aceptada para transacciones comerciales y financieras. Esa es la clave. Cuando Estados Unidos emite, cualquier “exceso” de dólares que de otro modo generaría inflación, “sale” del país y es aceptado por ciudadanos y habitantes de otros países. Entonces, como no todos los dólares emitidos se “quedan” en Estados Unidos, no se genera un problema interno de inflación. Desde luego, uno podría pensar que al haber más dólares en el mundo puede generarse una “inflación en dólares” a nivel mundial y estaría en lo cierto.
Ahora bien, ¿por qué se acepta el dólar fuera de los Estados Unidos, si este tiene problemas de deuda, dificultades fiscales, etc. No es una economía sana. Mi sensación es que “no hay suplente”, es decir, no existe, por el momento otra moneda que haga las veces del dólar. El euro pasa por una etapa crítica con la crisis europea, mientras que el yuan chino no es convertible. Entonces se mantiene el uso del dólar a pesar de las dificultades de la economía estadounidense.
¿Y esa situación le conviene a Estados Unidos? Sí y no. Sí porque su moneda se sigue usando en el mundo, pues a pesar de todo, los ciudadanos siguen confiando en ella. La moneda en última instancia es un tema de confianza. No, porque el exceso de dólares origina que el dólar como moneda cada vez valga menos. Las reducciones en el tipo de cambio, en especial luego de 2008 (cuando comenzó la emisión descontrolada de los Estados Unidos), fortalecieron las monedas nacionales y debilitaron al dólar. Recuerde el lector que cuando el tipo de cambio baja, se requieren menos soles para comprar un dólar por lo que el sol se aprecia, es decir, vale más. En el Perú, el tipo de cambio fue de 3.5 soles por dólar en 2002 y ahora gira en torno de 2.80 soles por dólar.
¿Y eso le conviene al Perú y otros países cuyo tipo de cambio tiene una trayectoria similar? No necesariamente, pues un tipo de cambio más bajo, desincentiva las exportaciones e incentiva las importaciones, generando así un problema en la balanza comercial. De ahí que en la opinión de varios analistas haya que subir el tipo de cambio para frenar importaciones, algo que podría ocurrir por razones de mercado si continúa la desaceleración china y la reserva federal continua con el “tapering”. Además, el BCR tendría que dejar de vender dólares para ello. ¿Apuestan al aumento o a la reducción?
FUENTE: Publicado en Gestion -http://blogs.gestion.pe/economiaparatodos/2014/06/por-que-estados-unidos-emite-dinero-y-no-genera-inflacion.html
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