“La estupidez humana es aquello contra lo que los propios dioses luchan en vano”. Friedrich Schiller
Doña Cristina, injustificadamente dado cuánto ha recibido de él, parece odiar al país y actúa como si quisiera destruirlo aún más; tal vez se deba a la manifiesta ingratitud de su pueblo que, pese a tantos éxitos inventados y tantos bienes distribuidos, le impide siquiera aparecer en público por temor a las silbatinas.
La Argentina, bajo el mando de esta mariscala de una derrota injustificable, sigue jugando a la ruleta rusa, y cada vez hay más balas en el tambor del revólver. Después de la ridiculez de Brasília, cuando doña Cristina fue a pedir dinero a un banco que aún no han creado los países del grupo BRICS y a solicitar formal apoyo en la batalla contra la Justicia norteamericana, sin conseguir nada de ello, como era previsible, y del nuevo agravio que nos infligió al dejar en su reemplazo a Guita-rrita, aún no se sabe si llegaremos a un arreglo con los holdouts o si, al ritmo de una cumbia villera, caeremos en un nuevo default.
Ya nuestro país se ha caído del mapa mundial por obra y gracia de una diplomacia imbécil, infantil y contradictoria, que nos lleva, como a los chicos malcriados, a virar nuestra lealtad a unos cuando otros no hacen lo que queremos; pero creo que fue la Presidente Dilma Rousseff quien mejor lo explicó en la capital brasileña. Dijo claramente que no está previsto abrir el BRICS a otros países, al menos por ahora, y que los fondos de los que dispondrá el futuro banco, imaginado para competir con el Banco Mundial, sólo estarán disponibles para quienes integran el grupo; agregó que, más tarde, las naciones que requieran préstamos deberán ser evaluadas por las agencias calificadoras –esas mismas que, día a día, reducen nuestra nota- y pasar por el filtro del Artículo IV del FMI, repudiado por la Argentina porque implica la auditoría de las estadísticas oficiales y las reservas del Banco Central.
Tengo por cierta la utilización de la “inside information” por parte de la Presidente y sus corifeos, que están lucrando enormemente con cada cambio de humor de los mercados, ya que son quienes escriben el diario del día siguiente. Basta comprobar las brutales oscilaciones de los precios de bonos y acciones y hasta del dólar blue para percibir qué beneficio obtiene quien sabe, de antemano, qué efecto producirá cada declaración conciliatoria o cada discurso de barricada de la flamígera viuda.
Parece que ni ella ni su valido, el Bambino Kiciloff, comprenden la magnitud del desastre que, como un verdadero tornado, se abatiría sobre todos nosotros si el Gobierno decide, finalmente, disparar el arma con que nos apunta a la sien. El silencio de la oposición, más preocupada por la imagen de cada uno de los “presidenciables” que por la salud de la sociedad toda, me recuerda el caso del suicidio masivo al que condujo a toda su comunidad un pastor en Guyana en 1978; las diferencias con la situación actual no son demasiadas, ya que fue sólo una visión pseudo religiosa –el “relato”- la que llevó a los fieles de esa extraña iglesia a aceptar el veneno como comunión.
La visita del Presidente Xi trajo a las arcas argentinas la promesa de varios miles de millones de yuanes, una moneda inconvertible, que servirá para pagar las importaciones que realicemos, a cambio de pesos depositados en China para cancelar nuestras exportaciones a ese país; el reemplazo del dólar para esta relación bilateral nos vendrá muy bien, ya que el saldo comercial nos es deficitario. Lamentablemente, el gigante asiático también parece dispuesto a financiar la construcción de las futuras represas Cepernic y Kichner, en Santa Cruz, que no son prioritarias, nos costarán verdaderas fortunas y, una vez más, beneficiarán a los testaferros de la familia imperial.
Tal como se afirmó en febrero, cuando el INDEC publicó el nuevo IPCU (índice de precios al consumidor urbano), manteniendo a los mismos estafadores que elaboraron el viejo IPC desde 2007, el desvío entre los porcentajes informados por el instituto y el que elaboran las consultoras privadas (“índice del Congreso”) ya está ocultando más de un punto porcentual por mes, lo cual implica una mentira superior al 15% anual. Pero es la calle, con su percepción del carrito de supermercado, la que invalida nuevamente al discurso oficial y sume al futuro inmediato en un marco de total incertidumbre.
Estoy convencido que la presión social, justificada por la pérdida de poder adquisitivo del salario y de las jubilaciones y, ahora, también por la destrucción de empleos, convertirá a los próximos meses a la Argentina en una verdadera olla de presión, con pronóstico obviamente reservado. Eso se pudo comprobar cuando los despedidos y suspendidos empleados de las autopartistas, ahora encolumnados detrás de las comisiones internas de las fábricas por la desatención de las cúpulas sindicales, comenzaron a transformar el panorama de las protestas.
Precisamente por esa inquietud –la deserción de los afiliados-Camión Moyano, Bandeja Barrionuevo, Momo Venegas y la CTA de Micheli han convocado a una huelga general para el mes próximo. Preanuncio la pronta adhesión de los sindicatos nucleados en la CGT de Caló y en la CTA de Yaski a la medida, ya que ellos conocen el viejo apotegma de Perón (“con los dirigentes a la cabeza, o con la cabeza de los dirigentes”) y el aliento en la nuca de la izquierda combativa se los recuerda, aterrándolos.
Volviendo al inefable Guita-rrita, realmente su soberbia y su percepción de impunidad pero, sobre todo, su supina torpeza, no harán más que agravar los problemas políticos que aquejan a la viuda de Kirchner. Al descubrimiento de la devolución de coimas a Gildo Insfrán, Gobernador de la provincia más pobre del país, que pagó más de siete millones de pesos a The Old Found por un inexplicable asesoramiento de la deuda de Formosa con la Nación cuando Boudou era Ministro de Economía, se sumó esta semana un sospechoso robo a su novia, la pelirroja Kampfer; las dos computadoras y un disco rígido externo desaparecidos podrían contener delicada información, o sea, convertirse en moneda de cambio de una protección oficial ante las embestidas de los jueces de Comodoro Py. El Juez Bonadío, viejo inquilino de ese edificio, lo citó a indagatoria para este miércoles por un auto “trucho”, y es vox populi que tiene su procesamiento listo.
Ya están poniendo las barbas en remojo Katia Daura, Presidente de la Casa de la Moneda, y hasta el mismísimo Echegaray, jefe de la AFIP, quien –me aseguran- ha inquietado también a Olivos por lo mucho que sabe, que estaría dispuesto a divulgar si su libertad se pone en juego.
Porque parece que la pólvora de la que disponía la Casa Rosada se ha mojado, y no le ha servido a ¡Giles! Carbó siquiera para triunfar en el dislate que intentó, por orden directa de doña Cristina –preocupada por los avances en la ruta del dinero K a partir de Bóvedas Báez-, para echar al Dr. Campagnoli de su cargo de fiscal, en el que ha sido repuesto. La presión de la ciudadanía ha sido un elemento esencial para este resultado, lo cual también preanuncia qué sucederá en adelante con el resto de los procesos por corrupción que afectan a tantos funcionarios del Gobierno. En este sentido, resultará útil ver qué hace la Sala I de la Cámara Criminal Federal, hasta ahora muy permeable a las presiones de Olivos, con la apelación de Guita-rrita al primer procesamiento que le dictara el Juez Lijo; jugó un raro billar estos días, ya que sobreseyó aDe Cobrado por enriquecimiento ilícito y ratificó la condena a FelisaBolsa Micheli.
Otros que la ven cada vez más negra son José Colmillo Granero, el ex mandamás del Sedronar, y sus cómplices, todos procesados, precisamente, por tráfico ilegal de efedrina, en el cual intervinieron los laboratorios que financiaron la campaña presidencial de doña Cristina, en 2007, y que produjo ya tantos muertos.
La Presidente está dispuesta a rascar el fondo de la lata; mi sincero homenaje a Rocío García, una odontóloga que fue premiada por su suegra con un cargo inventado a medida, con un salario de $ 32.000 mensuales, por el innegable mérito de haber parido a Néstor Iván Kirchner. Sin duda, resulta a sus ojos mejor cuidar a la nuera o malgastar dinero público en propaganda o en aviones y viajes privados que elevar el mísero haber de los jubilados, por ejemplo.
Bs.As., 20 Jul 14
Enrique Guillermo Avogadro
Abogado
ENVIADO POR SU AUTOR
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