sábado, 8 de septiembre de 2012

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DIOSA PAGANA
Por María Celsa Rodríguez

Dijo la Presidente: "Sólo hay que tenerle temor a Dios y a mí un poquito". Parece que se ha enamorado tanto del poder a tal punto de sentirse en la cadena de mando, un paso  mas abajo de Dios.
Su fetiche por demostrar su señorío, es el micrófono, que  adosado a las cadenas nacionales  le hacen  sentir  una "supermujer", elegida por Dios y encargada de cambiar los destinos de este país.

Se siente infalible y única.
Pero estos espíritus poderosos suelen levantar sus voces  en épocas de crisis, donde un pueblo necesitado de cambios los escuchan  resignados. Ya ha  pasado antes.
Si bien  a la larga,  la idolatría conduce al esclavismo, ante la fragilidad del pueblo frente al poder de mando. Ese poder de decidir por nosotros, el poder de mentirnos, de no escucharnos  pero si de obligarnos a que la escuchemos. De apropiarse de nuestros bienes, de impedirnos salir del país, de decirnos cuanto tenemos que gastar, de no poder acceder a los medicamentos  porque Ella decide que productos importados entran o no. De inculcar a nuestros hijos una ideología obligada. De obligarnos a pensar de una determinada manera, porque sino iremos "todos y todas" al infierno.

Ella dijo "Nunca me gustó que tomen decisiones por mí", sin embargo ella toma decisiones por nosotros, por nuestras vidas. Como dice el dicho "haz lo que yo digo, no lo que yo hago"
Sus palabras se alejan de la razón y alteran el entendimiento popular. No quiere ver la realidad, por eso la esconde en sus cadenas de palabrerías.
Todo esta armado en un laboratorio de dictámenes desatinados, empaquetados en engaños, con el soporte de la ignorancia que alimenta al fanatismo.
 Maneja el lenguaje fabulador  con un dominio  de la improvisación y una gran destreza de la escena. Se muestra convincente en su oratoria al punto de creerse su relato con el aplauso de los que patrocinan su ego, elevando su narcisismo con el consentimiento de sus mediocres adoradores.

Ella dijo "A mí lo que más me molesta es que no se hagan las cosas o que se hagan mal. Que ningún funcionario tenga temor o ponga excusas. Si pasa algo de esta naturaleza, vienen y me lo cuentan..." -Ante esta afirmación queda claro la sonrisa de  Boudou-. "... Y permítanme que evalúe yo si es importante o no" -dijo. Entonces quiere decir que el problema de la inseguridad para Ella no es importante. La vida de tantas víctimas y el peligro latente cada día de ese pueblo que la eligió, -según su valuación- no es importante.
Entonces nuestros reclamos tampoco son importantes, como las quejas de los gobernadores y  de los empresarios  y el empantanamiento económico, y la desvalorización de la moneda y la inflación y la destrucción del ahorro. Nada es importante.

Es que las deidades no  contestan los pedidos, no responden los ruegos. Solo hay que esperar sus mandatos.

Mahatma Gandhi decía "No le temo a nadie, solo a Dios". Pero Ella dijo que había que temerle un poquito. ¿Pero porque debemos temerle un poquito?  ¿Acaso piensa hacernos algo malo? Sus palabras siembran dudas. Igual  creo que solo deben temerles aquellos que son mantenidos por el clientelimo del que son esclavos.

 Su soberbia y petulancia  la están elevando en la fantasía de sentirse una diosa pagana que está saturada de revoluciones.
Quizás su séquito de aduladores le rinden pleitesía arrodillándose ante sus gritos, y  teman ser condenados al destierro.
Mientras las largas  críticas a todos los que no se  alinean al hipnotismo de la adoración, son etiquetados  de golpistas,  en tanto ellos asumen una actitud facciosa, que ya es insostenible.


Moyano dijo que luego de ser reelecta con el 54%, "creyó que era no ya la reina, sino la diosa". Si, una diosa que siente  tener la valentía de caminar contra la  voluntad de la gente que le grita "¡basta de tantas tonterías!". Basta de alejarse del  diálogo para  acercarse  a conclusiones erradas.  De  no tomar conciencia del momento que estamos viviendo,  para comprender más,  y explicar con la razón  asentada sobre la realidad,  hacia donde vamos.
Porque todo se está cocinando ante nuestros ojos con un condimento  peligroso que vislumbra  resultados impredecibles.
Porque la Diosa Pagana   está creando cada día nuestro propio infierno

Moyano  también dijo con cierta lógica:  "¿Cómo se puede aplaudir cuando se está mintiendo descaradamente y diciendo cosas que no son la realidad?". Pinta un país virtual como si acá no hubiera ningún problema". Los problemas han formado una larga cola frente a un gobierno que sigue orgullosamente ciego.
Aunque ella manifestó, que: "No hay que escuchar tanto a estos de Sodoma y Gomorra, porque podemos quedar convertidos en una estatua de sal, como la esposa de Set". Para no variar con su larga lista de equívocos, -que nos tiene tan acostumbrados-,  hay que aclarar que  Set  era el tercer hijo de Adán y Eva. Y la que se convirtió en estatua de sal fue la esposa  de Lot.
Hubiera sido mejor,  haber aplicado un ejemplo más argentino, como los enfrentamientos  entre unitarios y federales, que siguen  vivos.

 Y   Ella está cada vez mas cerca de  asemejarse a Juan Manuel de Rosas. ¿Quién será La  Mazorca?

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