Entre las principales definiciones que dejó el seminario, se indicó que la tendencia mundial sobre la baja de los precios -en un año de 500 a 300 dólares la soja-, se va a mantener durante algunos años para después irse frenando.
Los precios de los commodities se mantuvieron muy elevados durante las últimas campañas y los valores actuales todavía están influenciados por esas altas cotizaciones.
Para los actuales valores de los granos, especialmente de soja y maíz, se conjugaron cambios en la demanda y problemas climáticos.
El aumento de la demanda en el incremento del uso del maíz para la industria del etanol en los Estados Unidos y la fuerte presión compradora de soja por parte de China fueron motores importantes
de dicha suba. Todo esto se dio en una situación del clima en Estados Unidos
poco frecuente marcada por cuatro años consecutivos (2010-2013) con rendimientos de maíz por debajo del promedio.
Hoy hay que ver cómo se va a desempeñar la demanda de alimentos y energía sobre un stock mundial de granos más holgada para poder hacer definiciones más precisas.
Actualmente se está cosechando en EEUU con un clima ideal y con rendimientos muy altos que podrían cambiar positivamente las previsiones.
La conclusión que dejó esa información es que la política macro del país no permite poder producir competitivamente con los actuales precios internacionales de los granos.
Una inflación del 40%, un dólar desactualizado con retenciones de 35% en la soja, una inflación en dólares de los insumos, la suba de los combustibles, una alta carga impositiva sin
actualización de los mínimos por inflación y saldos retenidos sin devolución de impuestos determina un cóctel de gasto para todas las producciones que las deja fuera de competencia para poder producir y exportar en la Pampa Húmeda.
En las economías regionales la situación se potencia por la incidencia de los menores rindes y los fletes, agravando socialmente la situación por las pérdidas de trabajo en muchas de dichas economía que son cíclicas y que no tienen desquite hasta la
nueva zafra. La información de los diferentes proveedores de insumos es que
es la peor precampaña en 12 años.
El gobierno no va a cambiar y va redoblar la apuesta según dicen diferentes analistas. ¿Sera posible esta actitud ante la perspectiva de tener de 10.000 a 12.000 mil millones de dólares
genuinos menos el año que viene por no haber cambiado de políticas?
Hoy tiene necesidades perentorias como son los ingresos de dólares y sabe que la única fábrica genuina que existe es el sector agropecuario y agroindustrial.
También la oposición necesita que el sector en conjunto le marque el camino de lo que necesitamos con una propuesta consensuada mínima para esta coyuntura, como una forma de frenar
algunas ideas y propuestas realmente lamentables para esta época.
Esa agenda mínima, de total actualidad por la coyuntura, tiene un triple objetivo: (a) Aumentar la producción y exportación en el ciclo 2014/2015; (b) Frenar la inflación a través de una mayor oferta real de bienes e ingresos de dólares y (c) Empezar a cumplir con las metas de producción en un trabajo en conjunto de todos los sectores del país en defensa de los que menos tienen.
Esta agenda mínima debe contener por lo menos estos puntos:
1. Derogar todos los sistemas de ROE (Registros Operaciones de Exportación) que interfieren la libre comercialización y exportación de la producción en los mercados y liberar todas las
importaciones para asegurar la mesa de los argentinos.
2. Promover el funcionamiento a plenos de todos los mercados a término a más largo plazo, para poder captar el mejor precio en el mercado con anticipación, cuando el empresario está decidiendo
las siembras.
3. Ejecutar urgente política para reducir la carga impositiva que tiene el productor. No es tolerable la actual carga impositiva. Es necesario la eliminación de las retenciones para mejorar la política cambiara del sector, que será compensada con ingresos de una mayor actividad y exportaciones.
4. Establecer política para cubrir los riesgos agrícolas y comerciales, con incentivo al mayor uso del seguro privado y la creación de un fondo permanente anti cíclico, para atender los fenómenos climáticos no previsibles. No se puede repetir el escenario actual de inundaciones sin apoyo al productor por las inversiones realizadas.
5. Promover un sistema de pago con bonos en dólares no obligatorio garantizado por el estado para el pago de la venta de la soja estoqueada, ante la baja que se viene dando en el mercado.
De esa forma el productor no se le seguiría devaluando su bien, se incentivaría la molienda en fábricas que están trabajando al 60% de su capacidad y aumentaría los ingresos de dólares contados.
Esta agenda mínima es la que necesita urgente el productor para mejorar su competitividad y aumentar su productividad dándole previsibilidad para que el país pueda aumentar las producciones y
exportaciones.
El programa debe completarse con políticas sociales muy bien orientada pensando en el individuo, que atiendan especialmente al pequeño productor y con subsidios a la demanda de alimentos de los
que menos tienen por medio de una tarjeta magnética universal.
Mientras que el párrafo anterior no es un principio teórico: es el camino que eligieron los países más exitosos en los que existe el más alto nivel de vida para sus habitantes, es decir simultáneo
desarrollo económico y alto nivel de integración social.
Todos los debates ideológicos terminan cuando los que tienen menos viven cada día mejor. Esta debe ser la agenda mínima, no negociable, para sostener en el nuevo período parlamentario por
todas las entidades que estén de acuerdo y que quieran participar en conjunto sin ningún tipo de discriminación.
Los precios de los commodities se mantuvieron muy elevados durante las últimas campañas y los valores actuales todavía están influenciados por esas altas cotizaciones.
Para los actuales valores de los granos, especialmente de soja y maíz, se conjugaron cambios en la demanda y problemas climáticos.
El aumento de la demanda en el incremento del uso del maíz para la industria del etanol en los Estados Unidos y la fuerte presión compradora de soja por parte de China fueron motores importantes
de dicha suba. Todo esto se dio en una situación del clima en Estados Unidos
poco frecuente marcada por cuatro años consecutivos (2010-2013) con rendimientos de maíz por debajo del promedio.
Hoy hay que ver cómo se va a desempeñar la demanda de alimentos y energía sobre un stock mundial de granos más holgada para poder hacer definiciones más precisas.
Actualmente se está cosechando en EEUU con un clima ideal y con rendimientos muy altos que podrían cambiar positivamente las previsiones.
La conclusión que dejó esa información es que la política macro del país no permite poder producir competitivamente con los actuales precios internacionales de los granos.
Una inflación del 40%, un dólar desactualizado con retenciones de 35% en la soja, una inflación en dólares de los insumos, la suba de los combustibles, una alta carga impositiva sin
actualización de los mínimos por inflación y saldos retenidos sin devolución de impuestos determina un cóctel de gasto para todas las producciones que las deja fuera de competencia para poder producir y exportar en la Pampa Húmeda.
En las economías regionales la situación se potencia por la incidencia de los menores rindes y los fletes, agravando socialmente la situación por las pérdidas de trabajo en muchas de dichas economía que son cíclicas y que no tienen desquite hasta la
nueva zafra. La información de los diferentes proveedores de insumos es que
es la peor precampaña en 12 años.
El gobierno no va a cambiar y va redoblar la apuesta según dicen diferentes analistas. ¿Sera posible esta actitud ante la perspectiva de tener de 10.000 a 12.000 mil millones de dólares
genuinos menos el año que viene por no haber cambiado de políticas?
Hoy tiene necesidades perentorias como son los ingresos de dólares y sabe que la única fábrica genuina que existe es el sector agropecuario y agroindustrial.
También la oposición necesita que el sector en conjunto le marque el camino de lo que necesitamos con una propuesta consensuada mínima para esta coyuntura, como una forma de frenar
algunas ideas y propuestas realmente lamentables para esta época.
Esa agenda mínima, de total actualidad por la coyuntura, tiene un triple objetivo: (a) Aumentar la producción y exportación en el ciclo 2014/2015; (b) Frenar la inflación a través de una mayor oferta real de bienes e ingresos de dólares y (c) Empezar a cumplir con las metas de producción en un trabajo en conjunto de todos los sectores del país en defensa de los que menos tienen.
Esta agenda mínima debe contener por lo menos estos puntos:
1. Derogar todos los sistemas de ROE (Registros Operaciones de Exportación) que interfieren la libre comercialización y exportación de la producción en los mercados y liberar todas las
importaciones para asegurar la mesa de los argentinos.
2. Promover el funcionamiento a plenos de todos los mercados a término a más largo plazo, para poder captar el mejor precio en el mercado con anticipación, cuando el empresario está decidiendo
las siembras.
3. Ejecutar urgente política para reducir la carga impositiva que tiene el productor. No es tolerable la actual carga impositiva. Es necesario la eliminación de las retenciones para mejorar la política cambiara del sector, que será compensada con ingresos de una mayor actividad y exportaciones.
4. Establecer política para cubrir los riesgos agrícolas y comerciales, con incentivo al mayor uso del seguro privado y la creación de un fondo permanente anti cíclico, para atender los fenómenos climáticos no previsibles. No se puede repetir el escenario actual de inundaciones sin apoyo al productor por las inversiones realizadas.
5. Promover un sistema de pago con bonos en dólares no obligatorio garantizado por el estado para el pago de la venta de la soja estoqueada, ante la baja que se viene dando en el mercado.
De esa forma el productor no se le seguiría devaluando su bien, se incentivaría la molienda en fábricas que están trabajando al 60% de su capacidad y aumentaría los ingresos de dólares contados.
Esta agenda mínima es la que necesita urgente el productor para mejorar su competitividad y aumentar su productividad dándole previsibilidad para que el país pueda aumentar las producciones y
exportaciones.
El programa debe completarse con políticas sociales muy bien orientada pensando en el individuo, que atiendan especialmente al pequeño productor y con subsidios a la demanda de alimentos de los
que menos tienen por medio de una tarjeta magnética universal.
Mientras que el párrafo anterior no es un principio teórico: es el camino que eligieron los países más exitosos en los que existe el más alto nivel de vida para sus habitantes, es decir simultáneo
desarrollo económico y alto nivel de integración social.
Todos los debates ideológicos terminan cuando los que tienen menos viven cada día mejor. Esta debe ser la agenda mínima, no negociable, para sostener en el nuevo período parlamentario por
todas las entidades que estén de acuerdo y que quieran participar en conjunto sin ningún tipo de discriminación.
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