Por Federico Tessore
Muchos dudan de su retirada. Algunos sospechan que tienen un as bajo la manga, pero lo concreto y real es que hasta ahora, si todo se da como lo pronostican las encuestas hoy, Cristina se convertirá en una ciudadana más a partir de diciembre de 2015.Y como una ciudadana más, teóricamente, se tendría que someter a una justicia independiente. Es cierto que el ratio de políticos presos por habitantes en la Argentina debe ser el menor del mundo, pero el miedo de ir preso siempre está en los presidentes salientes. Hasta el mismo Carlos Menem, que en su momento fue todopoderoso, terminó preso, por lo menos unos meses.
¿Podría ir presa Cristina? Bueno, en un país con justicia independiente seguramente Cristina no hubiera terminado su mandato porque tendría que haber sido destituida varios años atrás. Pero en la Argentina, con una justicia que está haciendo equilibro de un fino y frágil hilo, esto es imposible, por más de que existan hechos bochornosos que ya están probados. Le menciono solo uno: Lázaro Báez. Un íntimo amigo y socio comercial de Cristina y Néstor era cajero de un banco en 2001, con un sueldo que le alcanzaba para llegar a fin de mes con suerte. Unos pocos años después, este señor se convirtió en millonario gracias a que ganó la mayoría de las licitaciones de obras públicas de Santa Cruz.
¿Hay alguna duda de que esto es un hecho de corrupción? ¿Hay alguna duda de que Lázaro Baéz se volvió millonario gracias a su amistad con el poder? Esto, en cualquier país relativamente serio del mundo, con una justicia relativamente decente, significa automáticamente la destitución del cargo y la prisión. Por mucho menos, el ex presidente Collor de Mello fue destituido de su cargo en Brasil. Pero esto es imposible en la Argentina kirchnerista, donde Cristina y sus secuaces controlan el Congreso, gran parte de la Justicia y una buena porción de los medios.
Pero todo puede cambiar si realmente termina pasando lo que anticipan las encuestas hoy: los kirchneristas perderán el poder en manos de Sergio Massa o Mauricio Macri dentro de un año. Si esto ocurre, los jueces que cubren a Cristina y su banda de ladrones, pueden cambiar de opinión. Y como le pasó a Carlos Menen, Cristina y sus funcionarios podrían terminar en prisión. Por lo menos unos meses…
Para evitar este escenario, Cristina parece estar implementando una estrategia desesperada para cubrir su retirada. Ésta tiene un pilar fundamental en el frente judicial. Mire lo que implica la última reforma del código Procesal Penal que Cristina anunció esta semana por televisión, con la excusa de terminar con la inseguridad, según describe el diario La Nación el pasado jueves:
Al reformar el Código Procesal Penal el Gobierno podrá nombrar 17 nuevos fiscales.
El nuevo procedimiento para las investigaciones penales que el Poder Ejecutivo envió ayer al Senado para su tratamiento les da mayor poder a los fiscales y contempla la posibilidad de que elijan qué casos investigar y cuáles no, excepto en los casos de corrupción de funcionarios. Pero además crea 17 nuevas fiscalías generales en todo el país y 20 defensorías oficiales.
Estos cargos deberán ser cubiertos por concurso, a partir de los cuales se eleva una terna al Gobierno, que elige un nombre por cargo para ser avalado por el Congreso. Este procedimiento generó controversias en los últimos tiempos por la intención del Gobierno de imponer candidatos afines al oficialismo
Se puede ver este anuncio de dos maneras: o Cristina por primera vez en su mandato admitió que en la Argentina hay inseguridad y que por eso implementó un cambio en la justicia que busca mejorar este poder, o camufló un cambio en el código procesal que la puede favorecer, y mucho, con la excusa de “combatir la inseguridad”. Tenga en cuenta que Cristina puede nombrar 17 fiscales “amigos” y 1.700 empleados judiciales amigos si esta reforma se aprueba.
Funcionarios que en 2016 la tendrían que juzgar a ella y sus amigos. Piense lo que usted quiera. Puede creer que este anuncio es realmente para parar la inseguridad, pero a mí me parece que el objetivo viene por otro lado y que Cristina anuncia su retirada y su plan de cobertura por cadena nacional…
Y mientras esto ocurre, la economía del país es un golpe tras otro. Le resumo el panorama en solo cuatro noticias:
La actividad económica retrocedió 1,2% en agosto, su peor baja desde julio de 2009.
La Argentina es el único país de América Latina con inversión extranjera negativa
El déficit fiscal subió un 178% en lo que va del año.
El Banco Central y la UIF hicieron allanamientos nocturnos en la City.
Sí, la buena noticia es que aún el dólar blue no sube como le pronostiqué algunas semanas atrás, está bien. Pero, ¿vio como están logrando esto? “Militarizando la City porteña”. Buen método para manejar una economía…
¿Qué hacer ante este escenario?
Lamentablemente no tengo nada nuevo para decirle. Solo puedo repetir lo que vengo diciéndole desde el año 2011. Debe crear fuentes de ingresos en el exterior, debe proteger sus bienes de los ladrones que tomaron el poder en la Argentina y debe tener muy en claro que el problema argentino no está relacionado a las personas. El problema es que tenemos un sistema que permite que los peores argentinos lleguen al poder y, mucho peor aún, ejerzan ese poder sin control ni límite alguno.
Sí, ya sé. Usted estará pensando, espero: “Ojalá que el próximo presidente sea muy distinto a Cristina y su banda”, pero lamento informarle que ésa no es la solución de largo plazo. La única solución puede venir por el lado de decir: “ojalá que el próximo presidente, por más malo que sea, no pueda hacer tanto daño como Cristina hizo durante los últimos años de su mandato”.
Pero cuidado, que mientras los cacos terminan de saquear la Argentina y organizan una retirada “ordenada”, el mundo productivo sigue su marcha. El fantástico emprendedor chino Jack Ma, que acaba de sacar su empresa basada en Internet -llamada Alibaba- a la Bolsa de Estados Unidos y recaudando el record de 22.000 millones de dólares, decía unas semanas atrás: "Nunca tuve un tío rico y no lo necesito. No tengo nada de especial. Soy un hombre común. Si yo tuve éxito, cualquiera puede tenerlo".
Y luego terminaba su presentación en el emblemático hotel Waldorf Astoria de Nueva York donde festejaba esta salida a la bolsa que es la mas grande de todos los tiempos, diciendo, "La única forma de predecir el futuro es hacer que lo que uno desea suceda".
Los argentinos podemos optar y podemos seguir el juego que plantea Cristina y sus secuaces: encontrar la forma de quitarle cada vez más dinero a las personas productivas. O podemos participar del juego que plantea Jack Ma, es decir, enfrentar el apasionante desafío de buscar lo que queremos con honestidad y trabajo en un mundo que nos brinda una oportunidad tras otra.
Un mundo que nos permite hacer una fortuna sin necesidad de usar la fuerza ni militarizar una de las ciudades más lindas del mundo. Nosotros, en Inversor Global, tenemos en claro el juego que queremos jugar. Ojalá no nos deje solo.
Le deseo un excelente fin de semana, Federico Tessore
FUENTE: Publicado en Inversor Global - Newsletter semanal - Enviado por mail
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