Los primeros afortunados comenzaron sus vacaciones en diciembre. Enero fue un mes récord de turismo en la mayoría de los destinos y en febrero el ritmo bajó, pero igual se registraron muchos viajes. sobre todo al norte del país y a ciudades de la costa atlántica.
Pero más allá del mes y del destino elegido, hay algo en común en la mayoría y es el uso de la tarjeta de crédito para abonar el veraneo. A esto se suma que muchos optan por pagar en más de una cuota.
Todos ellos afrontan ahora una suerte de “resaca financiera” de sus vacaciones y deben incorporar el pago de esas cuotas a su presupuesto doméstico mensual, lo que impacta tanto en sus finanzas como en su vida diaria, porque estas cuotas se suman a las dificultades de la pérdida de poder adquisitivo generadas por la demora en la negociación de paritarias en esta época del año y las “actualizaciones” de precios que se aplican en colegios privados, prepagas, expensas y otros servicios importantes.
Hace tiempo que, desde este espacio, alertamos sobre los riesgos de endeudarse para salir de vacaciones, pero somos conscientes de que para mucha gente esta es la única posibilidad de alejarse de su casa para descansar después de un arduo año de trabajo.
A continuación veremos cuatro tips que pretenden ayudar a superar los obstáculos financieros post vacaciones e inducir a un cambio de hábitos que facilite transitar el segundo semestre del año sin caer en un #Default económico personal producto de gastos realizados (y disfrutados) en el pasado.
REGISTRAR, CLASIFICAR Y ORDENAR LOS GASTOS
Lo hecho, hecho está. Hoy tenemos que afrontar el costo de nuestras vacaciones y eso no tiene vuelta atrás, pero sí podemos concentrarnos en el dinero que usemos de aquí en adelante para tratar de “acomodar” las cosas sin contraer nuevas #Deudas.
El primer paso es comenzar a registrar todos y cada uno de los gastos que hagamos. Esta tarea, que con justa razón nos puede resultar tediosa, no debe ser llevada a cabo ad eternum, alcanza con instrumentarla hasta que la deuda del viaje sea saldada.
Pero el registro es sólo el primer paso. Lo que sigue es la clasificación e individualización de los gastos.
Las clasificaciones pueden ser tantas y tan variadas como el interesado quiera, pero es importante que siempre podamos diferenciar los gastos necesarios de los innecesarios, y para eso debemos ser totalmente honestos y tener en cuenta que hay egresos cotidianos de dinero que no reportan una satisfacción duradera.
En este contexto es útil reflexionar acerca de nuestros propios hábitos, resistir a las presiones sociales de un mundo que estimula los gastos permanentes y buscar, incluso, caminos alternativos que nos ayuden a reducir la ansiedad, que es la principal responsable de todo consumo superfluo o compulsivo.
Una vez que hayamos separado los gastos necesarios de los innecesarios, habremos dado un paso significativo porque sabremos cuál es el mínimo mensual que podemos ahorrar por mes y qué gastos debemos eliminar.
Anotar los gastos es el punto de partida hacia dos objetivos intermedios superadores:
Entender en qué se va el dinero todos los meses.
Transformar los gastos innecesarios en ahorro.
PUBLICIDADES: MIRAR Y NO COMPRAR
Se entiende que al menos en este segundo trimestre del año tenemos que llevar a cabo una “economía de guerra” y que para eso es vital reducir nuestros consumos.
Las empresas invierten millones de dólares todos los meses en marketing con campañas agresivas para ofrecer productos y servicios. Las empresas no saben lo que es bueno para nuestras finanzas y, lo que es peor, no les interesa. Por ello, y sin olvidar que nuestro objetivo es saldar la deuda contraída en el verano, es imperativo que este trimestre (y tal vez también durante el resto del año) hagamos una “dieta” de consumo, donde la fórmula es resistir a las tentaciones y no dejarnos influenciar por el marketing de consumo que nos invade día a día.
“CAJONEAR” LAS TARJETAS O CREAR UN AFORO PERSONAL
De más está decir que la utilización de las tarjetas de crédito debe interrumpirse hasta haber saldado por completo las cuotas de lo que gastamos para nuestras vacaciones.
En la película “Loca por las compras” , la protagonista colocaba su tarjeta de crédito en el freezer como mecanismo de compromiso anti gasto: el hielo que se formaba alrededor imposibilitaba su uso por un par de horas, y en ese lapso tiempo, la emoción consumista se desvanecía, lo que le permitía analizar nuevamente el potencial gasto.
Sin llegar a ese extremo, dejar las tarjetas de crédito en casa puede ser una buena idea para no acumular cargos que nos hagan cometer el peor error de todos: el pago mínimo del resumen mensual. Esta modalidad genera un efecto “bola de nieve” de intereses que puede llegar a multiplicar varias veces la deuda en poco tiempo.
La alternativa es realizar un “aforo personal” que permita mantener bajo control el gasto mensual. Lo ideal es establecer un margen de garantía de un 30% inferior al límite de crédito.
Por ejemplo, si el límite de gastos con la tarjeta de crédito es de 8000 pesos, podemos establecer un aforo personal del 30%. Para eso debemos multiplicar 8000 por 0,30 y restar el resultado (2400) a la cifra inicial (8000). La cuenta nos da 5600 pesos. Este importe representa el máximo de gastos mensuales al establecer el aforo personal y será inferior al límite que el banco emisor de la tarjeta de crédito nos asigne.
Este mecanismo de compromiso evita que nos excedamos en los gastos financiados y nos permite generar un nuevo excedente que antes se iba en el pago de intereses y que ahora puede ser ahorrado.
TENER EN CUENTA CIERTOS TIPS PARA LAS PRÓXIMAS VACACIONES
El hombre es el único animal que tropieza dos veces con la misma piedra, pero luego de seguir estos tips y salir “a flote” del riesgo de naufragio financiero que amenaza el 2015 post vacacional, es probable que muchos eviten repetir la experiencia el año que viene.
Es importante tener en cuenta estas dos consideraciones:
Planificar con tiempo el viaje y buscar pagar todo por adelantado no solamente es más sano para nuestras #FinanzasPersonales, sino que además potencia la sensación de disfrute, según un estudio realizado por Drazen Prelec y otros profesores de la MIT Sloan School of Management llamado “Anomalías en la opción intertemporal: Evidencia e interpretación”. El análisis presenta un concepto llamado “contabilidad prospectiva”, que explica cómo algo que se ha pagado por adelantado se puede disfrutar casi como si fuese gratis.
No gastar más del equivalente a dos sueldos mensuales en el viaje es un consejo a seguir para 2016. Una vez definido ese presupuesto total, donde se incluyen pasajes, alojamiento y traslados, tenemos que buscar la manera de que el bolsillo se adapte al destino para no incurrir en gastos que superen nuestras posibilidades reales.
CONCLUSIÓN
Un aumento del ingreso también podría formar parte de la solución, pero es probable que en las próximas vacaciones caigamos en el mismo error. Por eso lo mejor es cortar por lo sano y atacar este problema como un aspecto emocional de sobreponderación de la gratificación presente, que lleva a un déficit de gasto con serias consecuencias financieras.
Disciplinar las finanzas personales y poder disfrutar más no sólo de las dos o tres semanas de vacaciones sino de todo el año es una meta sana y positiva para 2016. Pero para eso es necesario tener cuidado desde ahora, saldar deudas y organizarse para encarar de otra manera nuestro próximo viaje.
FUENTE: https://puertofinanzas.com/articles/como-superar-la-resaca-financiera-tras-las-vacaciones#.VRQq8fmUdqU
ENVIADO DESDE PUERTO FINANZAS
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