“Al que madruga, el mercado lo ayuda”, podría decir, con una variación de la remanida frase. No obstante, como me corrigió un colega: “las frases hechas, por algo se hicieron”.
Vemos…
El Merval – principal indicador de la Bolsa local- sufrirá este miércoles una nueva modificación. Cada trimestre es redefinido con las acciones más líquidas (las que participaron en el 80% de las ruedas) y que contaron con el 80% del volumen total de los últimos tres meses.
Al contar con esta información en anticipado vamos a estar en un lugar de privilegio respecto del resto y te voy a contar por qué, pero primero analicemos un poco lo que viene sucediendo.
En muchas ocasiones, los activos del Merval mantienen sus lugares de manera inalterada. No obstante, la tendencia del último tiempo apunta a la concentración del índice.
Si bien la próxima modificación se llevará a cabo mañana, a través de las carteras proyectadas del Instituto Argentino de Mercado de Capitales (IAMC), podemos escudriñar cuál será la alineación futura.
Prestá atención al recuadro que sigue.
De lo que ves se desprenden dos puntos: por un lado la salida de Edenor del panel líder, pero más importante aún la concentración de ciertos activos en la ponderación del índice.
Dicho de otra manera, más del 60% de la composición del Merval estará concentrada a partir de mañana en activos ligados al petróleo.
¿Esto qué significa?
Primero, que el destino de este indicador estará atado al de una variable que está exhibiendo una volatilidad desconcertante para los analistas. Segundo, que Petrobras Brasil -activo en el centro de la controversia que en el último año acumula una caída de 47 puntos- liderará el panel.
Algunos vincularán las posibilidades de éxito del Merval a lo que pueda resolver Dilma Roousseff en materia de corrupción, pero vayamos más allá de los 22,7% que representará este activo.
El crudo –a lo que estará ligado el 60%- del índice se volvió impredecible.
Según consigna El Cronista, los analistas no logran llegar a un consenso. Mientras que para Paul Horsnell, de Standard Chartered, pronostica que el barril subirá a los US$ 90 al cierre del año, desde el Bayerische Bandesbank germano sostienen que será de US$ 50.
¡La diferencia es del 80%!
Por su parte, Ariel Squeo, titular del Instituto de Capacitación Bursátil (ICB) me comenta algo más que interesante para intentar proyectar lo que pueda pasar con el petróleo y –por transferencia- con el Merval:
Después de tocar US$ 42, el barril se fue a US$ 52. Esa zona es la resistencia de corto plazo. Si el dólar no afloja y sigue para adelante, el petróleo irá de nuevo a sus mínimos, siempre hablando del corto plazo.
En lo que respecta al largo, lo ubicaría entre US$ 60 y US$ 70 para el cierre del año. Será más optimista o pesimista la proyección, de acuerdo a si perfora los mínimos que te digo. Lo que es claro es que la variable que manda acá hoy ya no es el desequilibrio entre oferta y demanda, como fue en los meses anteriores, sino la cotización del dólar.
Ojo con el offside
La idea es anticiparnos al resto pero no caer en posición adelantada. Lo que indica el sentido común es que una vez que se reestructuren los porcentajes de la composición del Merval, los fondos que lo siguen también reestructurarán sus posiciones.
Si nosotros utilizamos esta información, podemos pararnos en un activo, cuyo flujo inversor aumentará, fortaleciendo su cotización.
Ahora bien, no por esto -a la hora de elegir un activo del indicador- hay que dejar de lado otras variables y es por eso que te expliqué lo del petróleo.
Será cuestión de afinar el lápiz y ver qué cierra mejor con tu perfil de riesgo.
Un fuerte abrazo, Ignacio.
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