martes, 17 de marzo de 2015

Guarde su dinero debajo del colchón por Bill Bonner

ImageEl dinero en efectivo parece algo anacrónico, un recuerdo del pasado sustituido por las tarjetas de crédito y las transferencias bancarias. Pero cuando la burbuja de deuda explote, ¿con qué comprará los productos más básicos y necesarios?
Hoy vamos a volver a un tema del pasado. Algo tan sorprendente y contrario a la intuición que casi nadie lo espera o está preparado para ello.
Estamos hablando de una repentina desaparición de dólares. Durante un breve período de tiempo – quizás tres días, quizás tres meses- los estadounidenses se preguntarán qué pasó con su dinero. El billete verde se volverá más preciado que el oro. Podría llegar incluso a ser una cuestión de vida o muerte.
Pero volveremos a eso en un momento.
Primero, un lector nos escribió para preguntarnos acerca del “negocio de la década”. Recordamos a los inversores que invertir en Bolsa no se basa en ninguna visión o pronóstico en particular. Se basa en lo que sabemos, pero también en lo que no sabemos. Simplemente echamos un vistazo a lo que ha subido más en los últimos diez años y lo vendemos. Por otro lado, buscamos lo que más ha caído y lo compramos.
A principios de la década, el mejor negocio que vimos fue comprar acciones japonesas, que habían ido hacia abajo los 20 años anteriores, y para vender la mejor opción eran los bonos japoneses, que habían subido.
Este negocio tenía una lógica no muy oculta. Japón estaba claramente caminando hacia la bancarrota. En algún momento, la gente se dará cuenta de que la deuda del gobierno japonés no valía lo que ellos habían pensado. Entonces, venderán sus bonos. ¿Qué harán con ese dinero? Tendrán que comprar acciones.
Entonces, ¿cómo estamos llegado tan lejos?
El índice Nikkei ha subido de 10.654 a 18.703. En términos de yenes, eso es una ganancia del 75% desde principios de 2010.
Los bonos del gobierno japonés, por el contrario, no han disminuido lo que se esperaba, o al menos no lo han hecho todavía. Por el momento siguen subiendo. Pero el índice sólo subió de 139 a 147, o lo que es lo mismo, un 6%. Eso nos deja con una ganancia neta de alrededor del 69%.
No está mal. Pero si hacemos la cuenta en dólares tenemos que ajustar la ganancia a la caída del yen, lo que hace que descienda hasta aproximadamente el 30%.
Aún así, estamos contentos con eso, y vamos a estar mucho más felices cuando los inversores finalmente se despierten y se den cuenta de que sus bonos del gobierno japonés no valen nada. Todavía hay una gran cantidad de jugo en este negocio. Manténgase al tanto…
Mientras tanto, retomemos el tema con el que empezamos el artículo.
Recordamos a los lectores que vivimos en un mundo financiero tan extraño que es difícil predecir el movimiento de arriba hacia abajo y de atrás hacia delante. Los bancos centrales y los gobiernos emiten más y más deuda. Y, sin embargo, el precio de la deuda sube; ¡el rendimiento de los 5 billones de deuda es ahora negativo!
En otras palabras, los prestamistas pagan a los prestatarios por tomar dinero prestado. Imagínese…
Del mismo modo, la economía mundial está desacelerando. Los beneficios empresariales están cayendo, pero los precios de las acciones son tan altos que los inversores necesitarán un milagro para obtener una tasa de retorno decente durante los próximos diez años.
Nuestro investigador jefe, Stephen Jones, nos dice que la tasa de aumento del mercado de valores está desacelerando. No hay muchos ejemplos del pasado, pero sugieren que las ganancias irán disminuyendo cada vez más y más hasta que se conviertan en negativas: “El 3 de octubre las acciones subieron un 17,2% desde el año anterior. Hoy, 5 de marzo, las acciones están un 12,2% más altas que hace un año. Los pronósticos son siempre difíciles y no hay muchos precedentes a estos niveles de valoración, pero parece probable que la desaceleración continuará, y así nos situaremos en un 0% en algún momento durante el año próximo. Una vez más, los precedentes son pocos, pero se han traducido en bruscas caídas del 50% en los mercados”.
Puede que la caída se produzca la próxima semana o dentro de cinco años, no lo sabemos. Pero cuando suceda, es probable que se pongan en marcha una serie de sorprendentes y alarmantes acontecimientos, lo que conducirá a un temporal pero violento shock monetario. La gente irá a sus bancos para obtener dinero en efectivo, pero los bancos no tendrán ese efectivo. Los cajeros automáticos quedarán vacíos.
Habrá una afluencia masiva de los clientes a los bancos. La gente desesperada hará cola para obtener efectivo. No porque teman que el banco vaya a quebrar, sino porque necesitan dinero para pagar sus necesidades.
“Espera un minuto”, dice la francesa Simone Wapler. “Los gobiernos están tratando de impedir que la gente use dinero en efectivo. En Francia, las transacciones de más de 3.000 euros en efectivo están prohibidas”.
En Ámerica el efectivo también es sospechoso. Pregunte en su banco por “demasiado” dinero y la entidad está obligada a informar a la policía. Y si usted es detenido por la policía, y le encuentran un montón de dinero en efectivo, es probable que se lo confisquen. “Usted debe estar haciendo algo ilegal”, dirán.
Por lo tanto, ¿Qué provocaría la vuelta del dinero en efectivo? ¿Qué causaría el pánico por los dólares? Lo sabremos muy pronto…
Saludos, Bill Bonner.

Bill Bonner es fundador y presidente de Agora Inc., con sede en Baltimore, Estados Unidos. Es el autor de los libros "Financial Reckoning Day" y "Empire of Debt" que estuvieron en la lista del New York Times de libros más vendidos.
FUENTE: Publicado en Inversor Global - Newsletter semanal - enviado por mail

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