Aunque a nadie se le ocurre que los libros puedan desaparecer, hay una evidencia que se manifiesta con mayor fuerza cada año: el mercado de los libros electrónicos crece sin pausa entre los jóvenes y, aunque nos resistamos, tiene sus ventajas.
GacetaMercantil.com
Por Martín Ungaro
Admitamos que somos “trogloditas” o tipos “chapados a la antigua”. Y que jamás en nuestras vidas leeríamos un libro de más de 50 páginas en un lector digital, por más que los ingenieros japoneses y chinos se rompan la sesera mejorando los aparatos todos los años de aquí a que nos muramos. Por supuesto que leemos artículos periodísticos en ese formato, quizás un ensayo corto y hasta cuentos. Ni hablar de poemas: podemos ojear decenas en nuestras computadoras. Pero las novelas o los gruesos volúmenes de historia y filosofía tienen un tiempo y un espacio propios, invitan al deseo del lector. Un deseo que está relacionado con el sentido del tacto, el roce con la textura del papel, el ruido de una página a ser dada vuelta, la progresión del espesor que se deja atrás. Está claro que un lector digital no nos permitiría esas sensaciones…
¡E pur si muove!, diría Galileo Galilei que no era ningún troglodita para los adelantos técnicos.
No obstante nuestras resistencias, el avance de esta tecnología en los últimos dos años queda ilustrada en las cifras de 2011: Sólo en España se vendieron 280.000 “e-readers”, sus propietarios adquirieron 190.000 libros y, además, descargaron un millón de ejemplares de los portales que obsequian clásicos literarios sin costo.
“Grammata”, una empresa especializada en diseño, contenido y comercialización de lectores y libros electrónicos en español, cerró el año pasado con un crecimiento notable, gracias a la creación de un portal para el mercado de “e-books” en España, Argentina y México. Su unidad de Servicios Editoriales incrementó en un 250% el número de editoriales con las que trabaja en España y América Latina, y multiplicó por 30 el número de títulos digitalizados respecto a 2010. Cifras que apabullan y muestran el “boom” que hay detrás de los e-Libros.
Ahora bien, ¿qué son exactamente los libros digitales y por qué avanzan irremediablemente? Son textos en formato digital que pueden leerse con dispositivos digitales o electrónicos. Es decir, no hay papel ni imprenta. En relación al libro tradicional, tienen a su favor una gran facilidad de distribución gracias a Internet y una reducción notoria de costos para las editoriales.
Esta “deflación” se debe a que el papel, la tinta y la impresión son tres de los rubros más importantes a la hora de calcular el precio de tapa de un libro, mucho más que las ganancias de la editorial y, ni qué decir, las del autor, que debe conformarse con un mísero 10 por ciento salvo que sea una megaestrella internacional. Esta tecnología tampoco gasta un peso en distribución y almacenamiento de libros, como es obvio. Lo mismo que le sucedería a un lector voraz que, en vez de destinar toda una habitación de su casa a resguardar en anaqueles sus 15.000 ejemplares, los encerrara en un lector que tiene el tamaño de un librito mediano.
Desde el punto de vista ecológico, el nuevo sistema no da más que ganancias. La escasez de papel, el costo de reciclar celulosa y la tala indiscriminada de árboles, con el consiguiente perjuicio al medio ambiente, son apenas ejemplos de su futuro venturoso.
El sistema también tiene una ventaja adicional para los bibliófilos y estudiosos. Por su menores costos, es más fácil hacer copias digitales de libros que las editoriales no suelen imprimir habitualmente, ya sea porque son muy antiguos, porque no venden o porque pertenecen a ese tipo de textos que llamamos “de culto”.
Un nicho en el mercado. Las empresas que apostaron por este formato constituyeron un fondo editorial con obras que no se encuentra en las librerías. En tanto, lo hacen crecer a través de la digitalización de novedades. El consejero delegado de “Grammata” enla Argentina, Juan González dela Cámara, dijo que “estamos totalmente convencidos de que la laguna de obras editadas en español disponibles en la red empieza a desaparecer. Para nosotros, como empresa especializada en los dispositivos de lectura electrónica, es clave dotar a este gadget de contenido y además, que dicho contenido se encuentre disponible en español”.
“Prueba de ello –agregó- son las iniciativas de librerías digitales que hemos puesto en marcha en España, México y Argentina y que esperamos replicar en el resto de los países de habla hispana, ofreciendo una plataforma única para el desarrollo de los contenidos digitales en este idioma”.
La plataforma virtual de “Grammata” en español posee más de 36.000 títulos, gracias al trabajo de digitalización hecho por los equipos locales y a los acuerdos que la compañía cerró en cada país con las principales editoriales en lengua castellana como Planeta, Santillana o Random House Mondadori.
Está claro que no es la única empresa que comercializa libros. El sitio “sigueleyendo.es” no sólo tiene una página muy fácil de usar, sino que presenta colecciones de todo tipo. Allí, uno puede comprar desde un solo relato a 1 euro (se recomienda empezar por “Le viste la cara a Dios” de Gabriela Cabezón Cámara) hasta una colección completa por un precio más barato por unidad.
“Musaalas9.es” es otra editorial con catálogo digital especializado en narrativa contemporánea y poesía. Allí, por apenas 3 euros, pueden hallarse clásicos de todos los tiempos, como Nathaniel Hawthorne. Enla Argentina, puede contarse la iniciativa de “Blatt & Ríos”, que a un año de su lanzamiento incursiona en el mercado digital. Claro que es no es una editorial masiva, sino de “libros-objetos” que se combinan con tiradas de papel de300 a500 ejemplares. Por su parte, “Malaletra” es una famosa editorial digital mexicana, con colecciones de narrativa y teatro de escritores nacionales y unos pocos extranjeros. En esta nómina no pueden faltar los grandes sellos multinacionales que, en 2012, presentarán ediciones de papel y, en la mayoría de los casos, también de e-books.
Finalmente, entre marzo y abril, una editorial de capitales argentinos que publica un diario digital y un semanario ingresará en el mercado de e-Libros y ofrecerá textos gratuitos y otros a bajo costo, listos para que los dueños de “e-readers” carguen su biblioteca portátil. El nombre del sello es aún un secreto.
FUENTE:Publicado en www.gacetamercantil.com
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