Por: Ing. Agr. Osvaldo Díaz (*)
Por un importante diario pampeano, fue publicada estos días una noticia que demuestra con crudeza, las consecuencias nefastas de las políticas económicas realizadas por gobiernos que se presentan como populares, “piensan en los más humildes”, pero en realidad son populistas , y terminan sepultando a todo el mundo en la más tristes de las pobrezas.
Estamos hablando de la no concreción del Proyecto de inversión, para elaborar aceite de girasoles oleicos, que dos importantes firmas comerciales con actividad en La Pampa (Fedea y Down), tenían proyectado realizar en General Pico, y vaya paradoja, al recibir la comunicación por parte del Gobierno Provincial (Mrio. De La Producción) que estaría disponible el crédito de promoción, con la cifra necesaria estimada en principio para completar y realizar el proyecto, los inversores más importantes, antes mencionados, se ven obligados a desistir de la idea, por lo extemporal de la situación económica. O sea, en estos últimos días, el deterioro de las relaciones económicas ha sido de tal magnitud, que eso es suficiente para espantar a cualquier inversor serio, que está obligado a manejarse con pautas más certeras y previsibles. En consecuencia, termina una vez más perdiendo La Provincia, termina perdiendo la gente. Una importante fuente de trabajo genuino ni siquiera empezó a nacer.
Esto muestra claramente, el agotamiento de estas políticas que están destruyendo la cultura del trabajo, por citar uno de sus vicios más visibles. Me pregunto si en la conducción Provincial no analizarán, que ayer fue la ganadería destruida y su consecuencia inevitable en la industria frigorífica, el trigo que desaparece y nunca más ayudará a reconstruir la capacidad productiva del frágil suelo pampeano, mientras perdemos como país a un cliente “servido” ( Brasil), al girasol Pampeano (un cultivo apropiado por excelencia a nuestro clima) lo tiene en jaque la paloma.
Pienso que seguramente están más ocupados en las próximas elecciones y despreocupados por las próximas generaciones, que por ejemplo están recibiendo una formación educativa lamentable. Los chicos NO aprenden en la escuela a leer, a escribir bien, a respetar la Ley, a prepararse para sobresalir. Son la antesala trágica de los jóvenes NI (ni estudian, ni trabajan). No fueron capacitados en la escuela, y luego de remache hay una dirigencia que no entiende qué es necesario para que haya inversiones (institucionalidad, respeto por la ley, equilibrio macro económico), entonces condenan a esa juventud a la más indignante de las situaciones: Ir a pedir a la Municipalidad.
El país como conjunto, cada vez produce menos riqueza, mientras aumenta en forma suicida el gasto público. Si analizáramos la perspectiva política (2015) desde estos puntos de vista, y nos propusiéramos firmemente que esto tiene que cambiar, podremos decir que la Argentina, tiene esperanzas de ser un país con futuro. Todos somos responsables de entender que esto debe cambiar, pero fundamentalmente la clase dirigente (profesionales con formación universitaria casi todos).
No es hora de “fusilar” a nadie. Es hora de discutir con grandeza y desprendimiento si queremos seguir en esta miseria (que tiene cada vez más excluidos) o si queremos vivir en un país próspero, donde sea un orgullo progresar con el trabajo y la capacitación, con una educación de excelencia, una justicia implacable con la corrupción de la clase gobernante. No cabe el “algo tienen que hacer…” es hora de pensar dónde tengo que estar yo parado con mi compromiso, sino no habrá salida
(*) Ingeniero Agrónomo y Productor Agropecuario
Lonquimay (La Pampa)
Presidente del Colegio de Ingenieros Agrónomos de La Pampa
ENVIADO POR PREGÓN AGROPECUARIO http://www.pregonagropecuario.com/cat.php?txt=5062#7Z3A1AlXaG8deGPc.99
Lonquimay (La Pampa)
Presidente del Colegio de Ingenieros Agrónomos de La Pampa
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