Por: Aldo Norberto Bonaveri
Las grandes inversiones en tecnología agropecuaria de este tiempo tienen en la semilla su centro neurálgico. En el mundo se suceden los movimientos entre diferentes empresas, con las grandes multinacionales como principales protagonistas. Argentina no es la excepción, registrándose operaciones de trasferencias, acuerdos tecnológicos y alianzas estratégicas.
La corporación alemana Bayer CropScience, referente trascendental en la protección de cultivos, puso el foco en la soja; ya en diciembre del año pasado había comprado el semillero FN Semillas; recientemente se quedó con la empresa Biagro, precursora en inoculantes. De esta manera, a su amplia paleta de agroquímicos, suma los otros elementos vitales para incursionar de pleno en la principal oleaginosa.
La estrategia de Bayer en nuestro país contempla incorporar más tecnología, apuntando a perfeccionar la técnica de inoculación, mediante la práctica de tratamientos profesionales especializados. En Argentina se inocula aproximadamente el 80% de la soja que se implanta, significando una facturación de u$s 112 millones de dólares. Mercado liderado por Nitragin (Novozymes) y Rizobacter, ocupando Biagro la tercera posición.
La vinculación de Bayer con Biagro comenzó en 2010; desde entonces venían desarrollando proyectos tecnológicos en forma conjunta. La transacción de marras se estaba negociando hace más de un año; el monto de la compra no trascendió oficialmente, estimándose en alrededor de u$s 35 millones. La paleta de productos además de inoculantes, se complementa con protectores y mejoradores de semillas, promotores del crecimiento y productos para el manejo integrado de plagas.
Cabe consignar que el paso dado por Bayer se inscribe en la política de inversiones que desarrolla la compañía; anteriormente había comprado en Brasil el banco de germoplasma de Agropastoril Mejoramiento, las compañías de soja Wehrtec y SoyTech y la tecnología de selección vegetal de la empresa CVR.
El mercado se sacudió con la irrupción de China National Cereals, Oil & Foodstuffs “COFCO”, un gigantesco holding abocado a la compra de granos para la elaboración de alimentos, al adquirir el 51% de las acciones de Nidera. La misma participación tendrá COFCO en la casa central de Rotterdan, Holanda. Desde 1929 opera en nuestro país, gravitando como una de las principales exportadoras de granos, posteriormente comenzó a incursionar en semillas, logrando ubicarse entre los principales jugadores, desarrollando cultivares de soja, maíz, trigo y girasol. Además extendió sus actividades a la nutrición de cultivos, biotecnología e industria oleaginosa.
El monto de la transacción ascendió a u$s 1.000 millones, significando para el holding chino un avance substancial tanto por el calificado material genético, como también por ser Nidera un actor preponderante en la exportación de granos, aceites y subproductos.
Para entender la magnitud de la transacción, vale mencionar que Nidera factura unos u$s 17.000 millones anuales en el mundo, operatoria que en buena parte estriba en la comercialización de semillas transgénicas de soja y maíz, como así también convencionales híbridos de girasol y variedades de trigo.
La operación compatibiliza y complementa con su actividad de trader de comercialización para las diversas industrias alimentarias en China. Queda así en evidencia, que para el gigante asiático, el proyecto no se agota con la compra de soja, la prioridad es garantizar el abastecimiento de granos y sus derivados, actuando como involucrado directo. Sobre el particular es importante acotar que en 2013 importó de Argentina 6.570.262 toneladas, cerca del 10 % de lo que adquirió en todo el mundo.
También ha trascendido que COFCO está en tratativas avanzadas para comprar la parte de agro-negocios Noble Group, en un monto aproximado a los u$s1.000 millones. El grupo Noble, con base en Hong Kong, tiene tres áreas de actividad que incluyen la energía, los metales y el negocio agrícola.
Con el propósito de desarrollar innovadoras tecnologías biológicas en nuestro país, la compañía danesa Novozymes celebró un convenio con Monsanto, por el cual dan origen a la creación de una nueva empresa, con fines específicos: BioAg Alliance.
Mediante un comunicado difundido en Buenos Aires, fechado en St. Louis, y Copenhage, donde están radicadas las sedes centrales de Monsanto y Novozymes, respectivamente, ambas confirman que consintieron una "alianza estratégica a largo plazo" con el objetivo de "transformar la investigación y comercialización de productos microbiológicos".
Dicho anuncio indica que Monsanto anticipará a Novozymes u$s 300 millones por las tecnologías microbianas y productos que aportará a la alianza; agregando que la investigación luego se financiará en forma conjunta. Resulta pertinente acotar que Novozymes desde 2011 tiene la mayoría del capital accionario de la Argentina de Nitragin.
Para interpretar la importancia que viene adquiriendo el mercado de productos microbiológicos, corresponde expresar que en el mundo hay un giro comercial en torno a u$s 2.300 millones anuales, no obstante lo más significativo es el crecimiento que registra en los últimos años, en el rango de los dos dígitos.
En sintonía con la estrategia de fortalecerse en el rubro, la compañía alemana BASF concretó la compra de Becker Underwood, una firma global, estadounidense orientada al desarrollo de inoculantes para soja, con producción en la Argentina.
Desde 2011 Becker Underwood venía controlando a la nacional Red Surcos, elaboradora de productos biológicos para el sector en Santo Tomé, provincia de Santa Fe, con fuerte presencia exportadora de sus desarrollos en Uruguay, Paraguay, Colombia y Bolivia, lo que posibilita una producción de alrededor de 9.000.000 de dosis/año.
Los movimientos que están ocurriendo entre empresas, están demostrando el propósito de anticiparse a las nuevas tendencias y realidades tecnológicas; las grandes compañías agroquímicas y semilleras priorizan concretar alianzas estratégicas o, adquirir otras más chicas y específicas, procurando encontrarse posicionados de la mejor forma, para enfrentar los nuevos desafíos que impondrá un mercado cada vez exigente y competitivo.
Dentro de las nuevas directrices, la utilización de productos biológicos adquiere cada vez mayor preeminencia, habida cuenta de los cuestionamientos que vienen presentando los derivados del petróleo por su impacto negativo sobre el medio ambiente. Tal la evolución que se está gestando, los complementos que acompañaran a la biotecnología, entre otros serán biofertilizantes y bioportectores,
Las plantas industriales están resignando protagonismo a modernos laboratorios, espacios en los cuales comienzan a acaparar la mayor atención en el funcionamiento de las multinacionales. Intuyendo estas cual serán los factores dominantes del mercado, la consigna es acceder más barato ahora, a bienes tecnologías que en el próximo lustro se cotizará cuanto menos duplicando el valor actual.
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