martes, 3 de marzo de 2015

JULIO ARGENTINO ROCA

Por el Dr. Juan José Guaresti
Estimados amigos: Desde hacen unos años-singularmente desde la revolución fascista del 4 de Junio de 1943- se ha desatado en la Argentina una campaña destinada a desprestigiar a los hacedores de nuestra República como si cubriendo de sombras su figura y sus hazañas realizadas con anterioridad a esa fecha, se pudiera por comparación con los años transcurridos entre aquella y el presente, tratar de enaltecer a hechos y trayectorias que no pueden resistir el inexorable juicio del tiempo. A partir de aquella revolución algunos sectores extraviados poblaron la escena argentina de denuestos y siguen haciéndolo, contra quienes como el General Julio Argentino Roca y otros muchos argentinos de relieve, entregaron lo mejor de sí para construir casi milagrosamente a partir de la soledad, el desierto y paupérrimos recursos, una nación nacida para vivir en libertad. Nada pudo detener a estos patriotas ni siquiera el temor a gobernantes que hicieron del terror su instrumento de conducción favorita, ni tampoco la adversidad de un medio hostil, ni guerras sangrientas o poblaciones carentes de instrucción, porque los animaba la llama de erigir en nuestro vasto territorio, un país para la esperanza humana. Su amor a la Patria, su generosidad y sus elevados propósitos jamás podrán ser ocultados o desvirtuados aunque se haya desatado contra ellos y nuestro glorioso pasado, una verdadera batalla cultural para sustituir figuras consagradas por sus realizaciones concretas, con personas dedicadas a destruir aquellas y enlodar su nombre. Con motivo de cumplirse el centésimo aniversario del fallecimiento del General Julio Argentino Roca, el Partido Demócrata solicitó al General de División(R.E.) y Dr.,Pacífico Luis Britos exponer sobre el tema “Roca Militar” en la sede de nuestro partido, acto que se realizó el 28 de Octubre de 2014, ante nutrida concurrencia. El General de División y Dr., Pacífico Luis Britos, ha sido además de su grado castrense, Presidente del Instituto de Historia Militar Argentina, Presidente de la Comisión del Arma de Artillería, Doctor en Relaciones Internacionales de la Universidad del Salvador, recibió la condecoración al Mérito de la República Italiana de Caballero Gran Oficial y ha realizado distintas publicaciones y conferencias en el país y en el exterior. También ha sido profesor universitario. Deseamos hacer la salvedad que por razones de espacio, no se ha podido brindar en esta entrega la exposición completa de tan importante pieza académica sino los aspectos que parecieron mas significativos de su ilustre biografiado. Juan José Guaresti (nieto)

ROCA MILITAR ( por Pacífico Luis Britos)
El Gral Roca nació en El Vizcacheral, lugar muy cercano a la ciudad de Tucumán, hijo del Coronel José Segundo Roca y Doña Agustina Paz. Desde los 16 años y durante medio siglo el Coronel José Segundo Roca sirvió a las armas de la patria. No creo que exista otro caso de un oficial superior del Ejército Argentino como fuera el progenitor de nuestro héroe que haya participado en la guerra de la Independencia, la del Brasil, las guerras civiles, la guerra contra la Confederación Peruano-Boliviana, las luchas entre la Confederación y Buenos Aires, y que a la vez haya servido a las órdenes de Jefes como San Martín, Bolívar, Sucre, Santa Cruz, Mansilla, Alvear, Lavalleja, Lavalle, Paz, Lamadrid, Urquiza y Mitre.
Esta es la herencia, esta es el ejemplo, esta es la carga genética que el Coronel Roca le dejó a sus hijos y por eso quise detenerme en comentarles quien fue el Coronel José Segundo Roca, porque su vida explica la trayectoria de su hijo Julio Argentino. Los 12 años que vivió el Gral. Roca junto a su padre fueron decisivos para su formación. También influyeron en ésta las campañas y su relación directa con los próceres de la independencia y en su formación como hombre público, su abuelo materno, sus tíos, particularmente Marcos que estudió derecho en Buenos Aires y estaba al tanto de las últimas corrientes del pensamiento liberal. Pero la gran influencia fue la trayectoria guerrera de su padre, los episodios en que tuvo papel principal. Estos hechos que presenció Julio Argentino desde su niñez dejaron una impresión indeleble en su personalidad. Años mas tarde en carta escrita a su primo Ezequiel Paz, cuatro días después de ser electo presidente por segunda vez, expresó un cálido y sentido recuerdo para su padre: “Pobre mi viejo….cuanta alegría hubiera experimentado, no digo por verme presidente por segunda vez en esta tierra donde es tan difícil mantenerse por mucho tiempo en la cureña, sino cuando fui general a los 31 años sobre el campo de batalla…..Su alma de soldado se hubiera estremecido de satisfacción y contento”
En 1867 cuando muere su madre Agustina Paz, su padre el Coronel Roca tuvo que dividir a su familia de manera que los dos hijos mayores Alejandro y Ataliva, viajaron a Buenos Aires para dedicarse al comercio, mientras que los tres siguientes, Celedonio, Marcos y Julio son enviados al Colegio Nacional de Concepción del Uruguay. Este colegio organizado por Urquiza, tuvo gran influencia en la generación del 80. Su director, Dr. Larroque, propuso al Gral. Urquiza la creación de una sección militar, que vendría a sustituir la falta de un Colegio Militar, para formar técnicamente los oficiales del Ejército. A fines de abril de 1857 el Presidente Urquiza firmó un decreto aprobando “el plan de estudios para el Aula Militar que debe crearse en el Colegio Nacional de Concepción del Uruguay, por ahora y hasta que pueda crearse y organizarse una Academia Militar, adecuada a las necesidades militares del país”. Este decreto fue el germen del Colegio Militar de la Nación que nació el 11 de octubre de 1869, 12 años después.
La vocación militar de Julio Argentino Roca, encontró allí la oportunidad de manifestarse tan fuertemente, que le hizo abandonar los estudios que había iniciado brillantemente dos años antes. Contaba sólo 15 años cuando gestionó y obtuvo el ingreso al Ejército de la Confederación “como Subteniente de Artillería del Ejército Nacional, con goce del sueldo de su clase como en actividad, como agregado a la Brigada de Artillería 7 de octubre Nro 1 de Línea”.
El 23 de octubre de 1859, con el grado de Alférez y recién cumplidos los 16 años intervino como Oficial de Artillería en la Batalla de Cepeda, a órdenes del Gral. Urquiza y contra el Estado de Buenos Aires que comandaba el Gral. Mitre, en el que recibió su primer ascenso, debido a su lucido desempeño en la batalla.
En abril de 1860 se reintegró a las aulas del colegio para terminar sus estudios en forma sobresaliente como los inició, siendo el tutor y guía de sus hermanos menores que seguían en el mismo colegio.
Su meteórica y meritoria carrera militar continúa cuando dos años después de Cepeda es ascendido a Teniente Primero por su actuación en Pavón, al salvar las dos únicas piezas de artillería que no logran capturar las fuerzas de Buenos Aires. Con el mismo grado se incorporó en 1862 al Regimiento 6 de Infantería de Línea, después de haberse desempeñado como Secretario de su tío Marcos Paz, en la intervención que le encomendó el Gral. Mitre para pacificar las provincias del norte. En los años siguientes continúa la lucha contra las montoneras, mientras asciende sucesivamente a ayudante mayor y capitán y luego marcha a la Guerra contra el Paraguay junto a su padre y cuatro de sus hermanos y participa de la toma de Uruguayana y el Combate de Yatay. Posteriormente regresa enfermo a Buenos Aires, afectado en su salud por el agua y la comida de la campaña, como a muchos otros. En esta guerra fueron mayores las bajas por enfermedades, que por efecto de los combates. A principios de 1866 regresa al Campamento de las Ensenaditas y seguidamente participa en las acciones de Paso de la Patria, Estero Bellaco, Tuyutí, Yatayti Corá y Boquerón. Por su desempeño el Gral Mitre, Comandante en Jefe de las Fuerzas de la Triple Alianza, le solicita al Vicepresidente Marcos Paz, en ejercicio de la presidencia, el ascenso de Roca a Sargento Mayor Graduado y con ese grado lo nombra Jefe del Batallón Salta, cuyos efectivos había conducido su padre el Coronel José Segundo Roca hasta el teatro de operaciones, con el que combate en Curupayty.
Esta batalla cruel y despiadada en la que sufrieron su mayor cantidad de bajas las fuerzas nacionales que fueron derrotadas, fue el crisol del coraje argentino. La subordinación, la lealtad y el valor en combata marcarían para siempre a nuestros soldados. Las bajas aliadas, según fuentes propias, alcanzaron a 4033, de los cuales, los brasileños tuvieron 411 muertos y 1540 heridos; los argentinos 588 muertos, 1339 heridos y 155 dispersos, los paraguayos 23 muertos y 1300 heridos aunque otras fuentes afirman que hubo, por parte de los aliados 9000 muertos y 1300 heridos. Participaron15 batallones de los 32 que tenía el Ejército Argentino, 6 de sus jefes fueron muertos y 8 heridos y uno solo se retiró ileso con su tropa diezmada en un 69 %: el Mayor Julio Argentino Roca. Pensamos ahora ¿no sería ésta una premonición del destino que le esperaba a este valiente soldado, quien logró cada ascenso en el campo de combate, que se transformaría en el conquistador del desierto y presidente de la nación por dos períodos?
El Mayor Roca se retiró al paso montado en su caballo detrás de todos sus hombres que iban a pié, llevando en su mano la bandera del batallón que había sacado de las manos del abanderado que la tenía clavada en el barro afirmado sobre su asta. Cuando Roca tomó la bandera cayó su cuerpo muerto. Luego cargó a grupas de su caballo al Teniente Solier, herido, que era amigo suyo.
Francisco Sieber, escribió seis días después de la batalla: (en su obra ”Desde el Frente de Batalla- Cartas Sobre la Guerra del Paraguay”- Buenos Aires- Librería Histórica -2002) “ Puedo asegurar que de todos los oficiales jóvenes que hay en el el ejército, ninguno reúne mayores condiciones militares y juicio acertado que el Mayor Roca, que está destinado, a desempeñar un papel muy importante en el ejército. Es una injusticia que no lo hayan ascendido a Teniente Coronel en el campo de batalla”. Está claro que su personalidad le fue abriendo su futuro.
Fue comisionado por el Gral. Mitre para llevar el parte de la batalla a su tío Marcos Paz, cuyo hijo, primo hermano de Roca, había muerto a consecuencia de las heridas recibidas. No regresará al Paraguay, ya que en 1867 pasa a integrar las fuerzas nacionales que a órdenes del Gral. Paunero, combaten una nueva sublevación de los caudillos del interior, destacándose en la Batalla de San Ignacio, donde junto a Luis María Campos impusieron su veteranía y coraje para vencer a un enemigo que los duplicaba en efectivos. Traigo a colación el recuerdo de otro valiente el Teniente General Luis María Campos, entonces Teniente Coronel y Roca, Mayor, cuando arengó a su valiente 6 de Línea, para iniciar el combate, ordenando: “Batallón..de frente….guía al enemigo…paso de vencedores…marchen”, y marcharon al son de la marcha El Tala, que era su preferida, y vencieron consolidando con esta victoria la paz interior en Cuyo. Posteriormente Taboada venció en Pozo de Vargas a Felipe Varela, en una acción de menor envergadura pero fue la que finalizó con las montoneras.
En septiembre de 1867 Roca ascendió a Teniente Coronel y asumió la jefatura del Regimiento 7 de Infantería de Línea. En 1869 marcha a Salta para reprimir una nueva sublevación de Felipe Varela y allí resolvió favorablemente un serio conflicto entre el gobernador de Salta y el jefe de las milicias locales, demostrando sus valiosas aptitudes políticas. Enseguida marchó a Entre Ríos para combatir la sublevación de López Jordán, y por su valiente , inteligente y decisiva actuación en el Combate de Ñaembé, donde derrotan al entrerriano, es ascendido a Coronel en el campo de batalla a los 27 años. López Jordán contaba con una fuerza de 7000 hombres de los cuales 6000 eran de caballería y 9 piezas de artillería. El gobernador de Corrientes,Tte. Cnel. Santiago Baibiene para oponérsele había reunido 3000 hombres y 6 piezas de artillería. Sus unidades de infantería estaban muy bien equipadas, con armamento más moderno y adecuadamente instruidas y las piezas de artillería tenían mayor alcance. En un momento decisivo, Roca, que mandaba el Regimiento 7 de Línea, lanzó una carga a la bayoneta sobre la infantería y luego sobre la artillería enemiga, en un audaz golpe de vista táctico. Este hecho revela, por sí solo, que se trataba de un gran conductor militar porque impartió estas órdenes en el momento justo, en el que una pequeña vacilación hubiera significado la derrota. Esta decisión determinó la suerte de la batalla y por eso Baibiene lo proclamó Coronel en el campo de batalla.
El 7 de septiembre de 1874, las tropas nacionales a órdenes del Coronel Roca, triunfan sobre las del Gral. Arredondo en la Batalla de Santa Rosa, sublevada contra el gobierno presidido entonces por Sarmiento y cuyo Ministro de Justicia Culto e Instrucción Pública, Nicolás Avellaneda, ya había sido elegido presidente de la nación, venciendo en la lucha electoral al partido Liberal de Buenos Aires. El Gral. Arredondo, vencido por Roca, había sido su jefe en varias oportunidades, además de su amigo y padrino de su hijo Julito, fruto de su matrimonio con la cordobesa Clara Funes y nacido pocos meses antes de esta batalla. Estas circunstancias no impidieron a Roca cumplir con su deber lo que muestra el respeto por la Constitución y lealtad a sus superiores que nos deja el joven coronel de 31 años. Su victoria se debe a una magistral maniobra de rodeo ideada por el Coronel Roca y su estado mayor, cuyo jefe era el Teniente Coronel Racedo, que consistió en desfilar por el flanco derecho de la posición enemiga, sin ser detectados. El flanco izquierdo de Arredondo estaba apoyado sobre el Río Tunuyán.
Dado que el silencio era el elemento esencial para el éxito, se ordenó recubrir los cascos de los caballos y las ruedas de los cañones y de los carros con todos los trapos y bolsas que pudieran hallarse. Al amanecer del 7 de diciembre de 1874, se inicia el ataque con total sorpresa por la retaguardia. La resistencia fue escasa dado que es muy complicado el cambio de dispositivo durante este tipo de ataque y la acción concluyó con una completa victoria del Coronel Roca. La revolución quedó definitivamente derrotada y Roca destacó la bravura de sus subordinados, particularmente la del Teniente Coronel Racedo. El Presidente Avellaneda mediante un emotivo telegrama ascendió al Coronel Roca a General y al Teniente coronel Racedo a Coronel, ambos de 31 años. En memoria de quien después sería Teniente General Racedo, lleva su nombre el histórico Regimiento de Infantería de Montaña Nro.10, que es la unidad de Infantería de Montaña más importante de nuestro ejército con asiento en el formidable cuartel de Covunco Centro, en la Provincia de Neuquén.
En julio de 1875 es nombrado Comandante de las Fronteras de San Luis y Mendoza, pero mantiene su asiento en Río Cuarto desde donde diseña, para impedir los malones indios, una audaz estrategia para ocupar el desierto que ocupaban aquellos invasores. Esta estrategia se opone a la del Ministro de Guerra, Dr. Alsina quien sostenía la conveniencia de la ocupación gradual de los territorios a medida que se fueran poblando, y la construcción de una discutida zanja. La gran ofensiva de los indios de 1876, da la razón a Roca porque demostró que había atravesar el desierto y cerrar los pasos de la cordillera que permitían las terribles incursiones de aquellos, que invariablemente significaban el robo de ganados y de todo lo que pudieran llevarse, la muerte de los pobladores y el secuestro de las mujeres. Al año siguiente en 1877, Alsina estudió adoptar una actitud ofensiva, teniendo en cuenta las propuestas de Roca, pero enfermó y falleció el 29 de septiembre de 1877.
El 4 de enero de 1878, Avellaneda designa a otro tucumano como Ministro de Guerra y Marina, al Gral. Roca, exigiéndole que continúe con el plan de Alsina.Luego de superar algunos meses de enfermedad, Roca asume sus funciones y convenció al presidente de la necesidad de adoptar una estrategia ofensiva y abandonar el gradualismo- Con el apoyo del Poder Ejecutivo, presentó en el Congreso un proyecto de ley para recabar los fondos que le permitan avanzar directamente hasta la línea del Río Negro. Aquí me quiero detener a resaltar algunos aspectos para refutar esa campaña que pretende ensuciar esta epopeya que fue la Conquista del Desierto, que se llevó a cabo en cumplimiento de tres leyes democráticamente aprobadas por el Congreso Nacional;
1.Ley Nro 215 del 25 de agosto de 1867, que dispuso la traslación de la frontera con los indios, hasta las márgenes del Río Negro.
2. Durante la presidencia de Sarmiento por Ley Nro 385 se autorizó la inversión de $ 2.000.000 provenientes de las rentas nacionales para dar cumplimiento a la Ley 215.
3. La Ley 947 del 28 de septiembre de 1878 que dispuso la emisión de títulos sobre las tierras a conquistar, los que serían vendidos en la Bolsa de Comercio.
El horror al malón era común en los pobladores de las zonas rurales, que se aventuraban a vivir lejos de las áreas pobladas. En las tolderías de los indios hechos prisioneros fueron encontradas muchas cautivas, que así se llamaban a la mujeres blancas capturadas a las que se les hacía un tajo en ambas plantas de los pies para evitar que se fugaran. Las historias de los pequeños y grandes malones de loa siglos 18 y 19, finalizaron con la ocupación del desierto por el Gral, Roca. Esta política de ocupación se inicia con los primeros gobiernos patrios. Rosas hizo una exitosa campaña, pero no ocupó los territorios en donde incursionó que arrojó el saldo de 3800 indios muertos. En la legislatura de Buenos Aires se dijo que hubo 40000 indios muertos y declararon ciudadano ilustre, por esa acción, al Brigadier JuanManuel de Rosas.En la campaña de Roca hubo 1100 indios muertos en acción y muchos mas fueron hechos prisioneros y disfrutaron de un trato humanitario. Roca actuó en cumplimiento de tres leyes como vimos y la orden del Presidente Avellaneda. Rosas, en cambio, tenía la suma del poder público o sea que hacia lo que le parecía sin dar cuenta a nadie. A Roca lo tratan de “genocida” cuando lo que realizó es una acción militar para impedir malones que realizaban los indios que mataban a quién se pusiera en su camino. De lo que hizo Rosas, que además no sirvió para nada, nadie habla al respecto. En suma, después de Caseros, distintos problemas como la guerra con el Paraguay y la situación interna le restaron continuidad y eficacia a la lucha contra el indio y recién con Avellaneda, su Ministro Alsina y luego Roca se retomó la lucha, que concluyó exitosamente.
El financiamiento de la campaña se logró mediante la venta en la Bolsa de Comercio de títulos emitidos según la cuadriculación del territorio a ocupar en parcelas de 10.000 hectáreas cada una, que costaban $ 400 pesos fuertes cada una, se prohibía la adquisición de dos o mas parcelas contiguas, esta fue la base de la riqueza de muchas familias argentinas. Toda la población de la nación quería terminar con este sufrimiento que era el acoso del indio. Las leyes ya indicadas , la campaña y su soporte financiero fueron democráticamente discutidas en el congreso.
El Gral. Roca, que descontaba su triunfo, planificó hasta el mínimo detalle la operación militar, de lo que no me voy a ocupar porque seria muy larga mi conversación, pero si quiero decir que incorporó a la campaña a periodistas, científicos, funcionarios, hombres de la iglesia, como así también un servicio de sanidad que trató a muchos indios, los vacunaron, trataron sus enfermedades, los alimentaron adecuadamente y muchos fueron evacuados a los hospitales de Buenos Aires.
¿Se puede creer que todas esas personas que en total sumaban alrededor 5000, sean cómplices silenciosos de un genocidio?. ¿Lo hubiera permitido un presidente humanista como Avellaneda?.La verdad es que la llanura pampeana y la Patagonia quedaron libres de los malones, a los indígenas que aceptaron sumarse a la civilización se les asignaron grandes cantidades de tierras, llamadas reservas, también es cierto que algunos inescrupulosos, de los que siempre existen cercenaron después importantes sectores, invocando supuestos derechos, pero eso es otra historia aparte de la exitosa campaña que terminó con el temor a los asaltos a los pueblos indefensos y permitió que se utilice la tierra fértil para quienes querían trabajarla.
Todo esto está documentado, en organismos oficiales, períódicos (La Prensa),el diario de Monseñor Espinosa, los escritos de los doctores Adolfo Doering, Pablo Lorenz y naturalistas como Nierdenlein y Schultz, en fin cualquier persona que trate de informarse un poco va terminar diciendo ¿De que genocidio me hablan?
El 25 de mayo de 1879 “bajo el mejor sol radiante”, festejó Roca en Choele- Choel el día patrio.Concretada la fase inicial de la campaña y resuelto el problema del indio, durante los meses siguientes se va consolidando su candidatura presidencial, en un proceso con muchos inconvenientes.
El 12 de octubre de 1879, renuncio Roca al Ministerio de Guerra para dedicarse a la campaña para la candidatura a presidente, en 1880 es elegido presidente por el Colegio Electoral, con el voto de casi todas las provincias, excepto Buenos Aires y Corrientes que votan por Carlos Tejedor, Gobernador de Buenos Aires y se produce la revolución de 1880 que es derrotada.
Roca, con su visión estratégica de estadista, comprendió que la campaña al desierto, más allá del territorio ganado y lo que eso significaba desde el punto de vista económico, fue que daría solidaridad y cohesión interna a la nación desorganizada y sectorizada por las luchas políticas internas. Consolidó por medio del Ejército Nacional, las voluntades anuladas por las luchas civiles, llevando a su patria por la senda de un país dinámico y pujante para levantar una nación poderosa. Sumó con las campañas al Desierto y al Chaco el 60 % del territorio actual, convencido de que para obtener el dominio territorial es necesario el control directo, continuo y amplio, sobre ese territorio, sus recursos y su población.
Fue el conductor y el ejecutor de lo que era necesario para un avance de la civilización y el progreso, apoyó decididamente la modernización y el equipamiento del ejército y la marina y sostenía que la soberanía no solo se declama, sino que hay que defenderla en los hechos. Quiero destacar entre lo mas importante, que junto a su Ministro de Guerra, el Gral Ricchieri, otro grande, a quien conoció con el grado de capitán en Europa cuando integraba la comisión de compra de armamentos, se compraron 120.000 fusiles mauser modelo argentino, llamado así por las modificaciones introducidas por Ricchieri. Este hacía disparar 100 tiros por cada unopara comkprobar su funcionamiento, cuando los otros países compradores probaban solamente el 10 % de la compra. Se logró sancionar la Ley del Servicio Militar Obligatorio en 1901, en 1900 se creó la Escuela Superior de Guerra, se creó el Ministerio de Marina y el 3 de septiembre de 1903 se firmó un decreto por el cual se prohibió la participación de los oficiales en actividad, en política.
Para ir finalizando quiero traer a colación un segmento de una carta del Gral. Roca que publicó “La Tribuna”el 4 de agosto de 1874 a Sarmiento: “Cuando he leído la Batalla de Sedán, el golpe de gracia dado al ejército francés, con los planos a la vista, he creído asistir a ella ¡ Que diferencia con nosotros!, ¡ En que apuro se verá el que quiera escribir, la historia de la Guerra del Paraguay! ¡Cuánto trabajo le costará dar con la organización del Ejercito Argentino y describir las batallas y los campamentos de los cuales no tengo noticias que se haya levantado un solo croquis! Aquella guerra que pudo ser una buena escuela para nuestros oficiales, por sus proporciones y el tiempo que duró, se hizo como todas nuestras cosas, a la ventura, dejando lo que debió ser el resultado de la previsión y del cálculo a semejanza de aquel pintor que pintaba “Lo que saliere”. El Gral Chenaut, que había servido a órdenes del Gral. Paz decía con mucha gracia y verdad , que el Ejército Argentino era una montonera con música. También dijo Roca ”Leyendo la historia de las dos mas grandes guerras modernas, la Franco-Prusiana y la Civil de América del Norte, escrita por el Conde Paris, fatalmente va a mi recuerdo a la del Paraguay y se confirma más mi opinión que esto duró tanto, porque ni en nuestros generales, ni en los brasileños, ni en el campo paraguayo, hubo la chispa militar necesaria. De una y otra parte, la estrategia ha consistido en amontonar gente, el primero al que se le agotaba ésta tenía que sucumbir, así fue que a los paraguayos, se le agotaron primero y nosotros triunfamos…….”
Este era nuestro Gral. Roca, riguroso en el análisis crítico, para que los errores no se vuelvan a cometer y sirvan de enseñanza. El Gral. Mitre hacía pocos años que había dejado de ser presidente, y muchos generales de esa guerra todavía estaban en actividad, pero era tal su autoridad moral e intelectual y capacidad de liderazgo que le permitían adoptar actitudes como esta.
Tan acertada era su visión de las cuestiones de su profesión que poco antes de morir, en Setiembre de 1914, cuando se enteró que en la primera guerra mundial había comenzado la guerra de trincheras y el frente de batalla se había estabilizado, sostuvo que Alemania iba a perder la contienda, como finalmente ocurrió.
Su trayectoria como militar dejó una estela ejemplar al servicio de la Patria. Hay mucho más para decir, pero creo haber logrado resaltar los rasgos más salientes de su personalidad, asentada en una sólida vocación militar que lo marcó de por vida.
Muchas gracias.
ENVIADO POR EL DR GUARESTI

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