jueves, 5 de marzo de 2015

Maquiavelo y la Decadencia actual

Por el Dr. Aníbal Hardy
Nicolás Maquiavelo, (1469-1527) nació en Florencia- Italia, fue un escritor que alimento su actividad en el cultivo de las letras y el estudio de la antigüedad, siendo subyugado por la política inmoral y cautelosa de su tiempo. Es mas conocido por haber sido el autor de la obra política: “El Príncipe”, cuyo texto ofrece un diagnóstico y una salida. Es una suerte de manifiesto donde, desde la ciencia política, se pretende impulsar a la acción y transformar el rumbo desgraciado de los acontecimientos. El maquiavelismo, es un término actual que se refiere al “modo de proceder con astucia, doblez y perfidia”, pero más se lo identifica con “el fin justifica los medios”.
Otra obra, “Historie Fiorentine” del año 1525, es un trabajo olvidado del célebre funcionario florentino, atento observador desde los aledaños del poder de la política italiana y europea de su tiempo. Este libro es fundamental y de enorme trascendencia en el posterior pensamiento de Montesquieu, Rousseau y Constant. Las ideas claves son; la historia como instrumento humano al servicio del conocimiento político, y articulada en torno a las categorías de ascensión y caída (disminución, progreso y decadencia) de las naciones. Concibe el declive o decadencia como fenómeno asociado a la “corrupción”, entendida a su vez como proceso sociológico colectivo de degradación de la regulación. En esta perspectiva, decía: “aquel que abandona lo que hace por aquello que debería hacer se precipita a su ruina en lugar de a su provecho”. Señalaba: Florencia no era libre porque estaba corrompida, tanto en lo interior (en lo civil), como en lo exterior (lo militar), lo cual le impedía practicar un autogobierno en el que estuviera involucrada toda la sociedad civil.
Una de las ideas claves que aporta esta obra, es que es muy importante para los gobernantes de hoy, la relean y reflexionen, ya que se trata de concebir el declive o decadencia como un fenómeno asociado a la corrupción, entendida a su vez como un proceso sociológico colectivo de degradación de la ordenación, el desconocimiento de los valores reales, la subversión sistemática de las jerarquías.
Reiteraba: “Aquel que abandona lo que hace por aquello que debería hacer se precipita a su ruina en lugar de a su provecho”, dando como ejemplo a los emperadores romanos del Bajo Imperio, demostrando que no existe régimen político más despreciable que el que alista su personal dirigente por el favor del César y no por “el mérito y la capacidad”, desconociendo por tanto los valores. Ese amiguismo, clientelismo o favoritismo, que otorga atribuciones políticas a personas con “escasos o nulos valores humanos, aduladores y calumniadores”, configura la más desagradable de las minorías dirigentes, siendo el peligro próximo de todo poder personal, no siendo raro que tal reclutamiento sea causa de reacciones adversas y que concluya, a la corta o a la larga, con el prestigio del jefe, que caerá acarreado por el descrédito de sus esbirros.
Así claramente sustentó Maquiavelo, aludiendo al cabecilla, hoy actuales presidentes, gobernadores, intendentes, etc., sin un personal dirigente meritorio, porque no hay nada más frágil que el poder que se apoya solamente en la adulación. Aclaro, que cualquier parecido con la realidad argentina es pura coincidencia…, pero los mandatarios, lo mas urgente posible, deben deshacerse de funcionarios y servidores públicos inexpertos, procesados, amigos, familiares, muchachos imberbes, y otros…porque lo precipitaran a su ruina, al descrédito y a la decadencia de la Nación.
Abogado - Desde Formosa
ENVIADO POR SU AUTOR

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