Si la guerra sigue, Moyano amenaza con parar el país
CRONISTA.COM
Fernando Gonzalez Director Periodístico fgonzalez@cronista.com
Hugo Moyano es un gremialista rústico pero no es ningún improvisado. Su discurso de ayer en el estadio de Huracán fue una pieza perfecta en la que marcó una por una las diferencias que mantiene hoy con el gobierno camporizado de Cristina Kirchner. De entrada nomás renunció a sus dos cargos en el peronismo por considerarlos una cáscara vacía. Le ladró al kirchnerismo que en la gestión actual falta peronismo y amenazó con represalias futuras si le tocan los fondos de las obras sociales, la caja que tienta a la Presidenta ante el déficit que acelera la caída del precio de la soja. Como postre, el jefe de la CGT le apuntó al corazón del slogan de campaña K que afirma que los 8 años recientes fueron el mejor gobierno de la historia. El mejor gobierno de la historia fue el de Perón y de Evita, gritó el camionero bajo la lluvia torrencial.
Estaba tan mojado y disfónico Moyano que decidió acortar el acto que desveló al kirchnerismo. Tengo muchas cosas más para decir pero las voy a guardar compañeros..., jugó con el suspenso. Esos secretos que le ocultó a la opinión pública se los fue contando en los últimos días a varios dirigentes del peronismo que no participan del discurso único cristinista. La segunda fase del plan de acción que tiene en mente Moyano pasaría por renunciar a la CGT antes de que termine su mandato en julio próximo y, si la batalla con la Presidenta sigue, lanzará un boicot camionero a la distribución de alimentos y combustibles que podría enloquecer aún más al país adolescente. En una semana paralizo a la Argentina, es la frase que Moyano utiliza para dejar en claro su estrategia.
Como Cristina, Moyano también muestra a sus hijos como reserva política. Ayer se empapaba a su lado el temperamental Pablo, heredero de la conducción de Camioneros y partidario de romper con el Gobierno para aglutinar a los gremios y al peronismo no alineado en contra del ajuste que ve llegar de la mano de los tarifazos y la inflación creciente. Resguardado de la lluvia, el intelectual Facundo tecleaba en su blackberry furiosas frases en twitter para trenzarse con sus ¿compañeros? de La Cámpora. No seamos imberbes..., no nos comamos contradicciones que no existen, les pedía ayer a sus contactos kirchneristas, usando la misma palabra con la que Perón echó a los Montoneros de la Plaza de Mayo cuando él ni había nacido. Su padre hace equilibrio entre el discurso combativo de Pablo y este Facundo 2.0 que tiene su página de facebook empapelada con fotos de Néstor y Cristina Kirchner.
Moyano tiene a favor el poder paralizante de su gremio de Camioneros y del resto de los gremios del Transporte, que se han convertido en su base de apoyo. El discurso de ayer también diluyó las diferencias que venía teniendo con Luis Barrionuevo y algo menos con los Gordos, que se sienten en la mira del Gobierno. Claro que no lo ayudan el recelo empresario que ha cosechado a lo largo de su carrera y la mala imagen que le adjudican las encuestas como para impedirle el éxito cada vez que anunció aventuras electorales. Lo que sigue es una partida de poker con la Presidenta del 54% de los votos. Una batalla que se librará a la sombra del ajuste que hará sentir toda su inclemencia a partir del cercano mes de marzo.
Estaba tan mojado y disfónico Moyano que decidió acortar el acto que desveló al kirchnerismo. Tengo muchas cosas más para decir pero las voy a guardar compañeros..., jugó con el suspenso. Esos secretos que le ocultó a la opinión pública se los fue contando en los últimos días a varios dirigentes del peronismo que no participan del discurso único cristinista. La segunda fase del plan de acción que tiene en mente Moyano pasaría por renunciar a la CGT antes de que termine su mandato en julio próximo y, si la batalla con la Presidenta sigue, lanzará un boicot camionero a la distribución de alimentos y combustibles que podría enloquecer aún más al país adolescente. En una semana paralizo a la Argentina, es la frase que Moyano utiliza para dejar en claro su estrategia.
Como Cristina, Moyano también muestra a sus hijos como reserva política. Ayer se empapaba a su lado el temperamental Pablo, heredero de la conducción de Camioneros y partidario de romper con el Gobierno para aglutinar a los gremios y al peronismo no alineado en contra del ajuste que ve llegar de la mano de los tarifazos y la inflación creciente. Resguardado de la lluvia, el intelectual Facundo tecleaba en su blackberry furiosas frases en twitter para trenzarse con sus ¿compañeros? de La Cámpora. No seamos imberbes..., no nos comamos contradicciones que no existen, les pedía ayer a sus contactos kirchneristas, usando la misma palabra con la que Perón echó a los Montoneros de la Plaza de Mayo cuando él ni había nacido. Su padre hace equilibrio entre el discurso combativo de Pablo y este Facundo 2.0 que tiene su página de facebook empapelada con fotos de Néstor y Cristina Kirchner.
Moyano tiene a favor el poder paralizante de su gremio de Camioneros y del resto de los gremios del Transporte, que se han convertido en su base de apoyo. El discurso de ayer también diluyó las diferencias que venía teniendo con Luis Barrionuevo y algo menos con los Gordos, que se sienten en la mira del Gobierno. Claro que no lo ayudan el recelo empresario que ha cosechado a lo largo de su carrera y la mala imagen que le adjudican las encuestas como para impedirle el éxito cada vez que anunció aventuras electorales. Lo que sigue es una partida de poker con la Presidenta del 54% de los votos. Una batalla que se librará a la sombra del ajuste que hará sentir toda su inclemencia a partir del cercano mes de marzo.
Fuente:Publicado en www.Cronista.com
No hay comentarios:
Publicar un comentario