sábado, 14 de enero de 2012

Mercosur

Brasil prepara una dura respuesta a barreras comerciales de Argentina
Cronista.com
Sergio Leo/Valor
Brasilia
El gobierno brasileño prepara una respuesta “dura” para Argentina, que se pondrá en marcha en caso de que el gobierno argentino perjudique las exportaciones brasileñas con la recién divulgada resolución de la Administración Federal de Ingresos Públicos, que obliga a los importadores a presentar una declaración formal anticipada con la programación de compras de bienes de consumo en el exterior.

Según una nota del ministerio de Desarrollo, la medida fue recibida con “preocupación”. Una autoridad cercana a la presidenta Dilma Rousseff dijo a Valor que el gobierno no está dispuesto a tolerar, como el año pasado, barreras injustificadas a los productores brasileños.

El auxiliar de la mandataria afirmó que el período electoral argentino, durante 2011, llevó a Dilma a pedir flexibilidad en el trato con el gobierno vecino para evitar una “politización” del tema. Argentina atrasó, en algunos casos por más de 60 días, la liberación de licencias de importación para bienes de consumo como automóviles, partes y piezas, máquinas agrícolas, calzados y alimentos.

Con el nuevo mandato de Cristina Kirchner, existía la expectativa –frustrada—en Brasilia, de que Argentina aflojaría los controles. Pero las señales emitidas desde Buenos Aires fueron, al contrario, de endurecimiento en el control de la importación.

A finales de 2011, la retención de productos como calzados llevó al gobierno brasileño a una pelea con su par argentino. Según un empresario que siguió la disputa, la respuesta brasileña, sin alarde, fue retener en los puertos las remesas de autos argentinos, que solo comenzaron a liberarse cuando los stocks empezaron a llenar los patios.

Una autoridad de Brasil dijo que la tendencia de Dilma es responder con medidas similares a las barreras argentinas, como hizo el año pasado, cuando puso a automóviles, partes y piezas en el régimen de licencia no automática.

No más paciencia

En la reunión del Mercosur, en diciembre, en Montevideo, Cristina propinó duras críticas contra las “ventajas” que el país disfrutó en el comercio bilateral, en el que el superávit en favor de los brasileños supera los u$s 8.000 millones. Argentina sustentó el superávit comercial brasileño, dijo la mandataria.

Dilma, conciliadora, mostró interés en crear mejores condiciones para equilibrar el comercio. Pero una autoridad brasileña dijo que no tendrán más la “paciencia” demostrada durante la campaña electoral en el país vecino.

Itamaraty debe adoptar públicamente una posición conciliadora. El gobierno apuesta a las reuniones previstas entre los dos países, probablemente en febrero, como una oportunidad para eliminar los roces.

En una de las reuniones, se discutirá la “complementariedad de las cadenas productivas”, un antiguo proyecto para asociar empresas de los dos países en procesos conjuntos de producción. En otro encuentro, se tratarán cuestiones bilaterales, como la retención de productos en las aduanas.

Pero la resolución argentina de esta semana, aumentando el control discrecional de las importaciones como la exigencia de una “Declaración Jurada Anticipada de Importación” adelantó las discusiones.

El miércoles a la tarde hubo un intercambio de llamados telefónicos entre la secretaria de Comercio Exterior de Brasil y la secretaría de Comercio argentina, en los que el gobierno brasileño dijo esperar que las nuevas acciones no afecten aún más el ingreso de productos en el país vecino. Pero esa conversación no fue suficiente para amenizar la “preocupación” en el ministerio de  Desarrollo, que editó una nota previendo “gestiones sobre el tema, para evitar eventuales efectos negativos en el flujo comercial”.

La secretaria de Comercio Exterior de Argentina, Beatriz Paglieri, que días atrás recibió a productores de calzados argentinos, a quiénes prometió intermediar para reducir la cuota de venta de zapatos brasileños al país, dijo que la medida de esta semana se destina apenas a dar “mayor transparencia” y previsibilidad al comercio exterior.

Paglieri se ve como una subordinada al secretario de Comercio Interior, Guillermo Moreno, mentor de los artificios utilizados por el país vecino para obstaculizar importaciones. Moreno y Paglieri dijeron a los empresarios locales que quieren obtener un superávit comercial total de entre u$s 10.000 millones y u$s 12.000 millones en 2012.
FUENTE:Publicado en www.cronista.com

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