Por Juan Diego Wasilevsky
iProfesionalEste jueves por la tarde tuvo lugar la esperada cumbre entre funcionarios del Gobierno nacional y diversas cámaras empresarias, con el objetivo de echar más luz sobre el controvertido sistema de la AFIP, a través del cual, desde el 1º de febrero todas las firmas radicadas en la Argentina deberán completar una declaración jurada antes de ingresar cualquier producto al país desde el exterior.
Así, por espacio de más de dos horas, la titular de la Dirección General de Aduanas, Siomara Ayerán, junto a la "cúpula mayor" de la AFIP -exceptuando a Ricardo Echegaray- recibió a numerosas entidades empresarias de los más diversos rubros, que desde hace días venían disparando en contra de la controvertida medida del Gobierno, tendiente a llevar el control sobre las importaciones a otro nivel, en momentos en que se está poniendo el acento en la política de "sintonía fina".
Formaron parte de la reunión del Consejo Consultivo Aduanero representantes de la Cámara de Importadores (CIRA), de la Federación de Cámaras de Comercio Exterior (Fecacera), del Centro de Navegación, de la Asociación de Importadores y Exportadores (AIERA) y de la Asociación de Bancos Argentinos (ADEBA).
La razón de tanta expectativa entre el sector empresario está vinculado con que, a través de este mecanismo que fijará la AFIP, cada uno de los más de 10.000 importadores que están registrados en la Aduana deberán presentar una Declaración Jurada Anticipada de Importación (DJAI) tanto para ingresar desde bienes terminados para consumo como insumos para la industria.
El punto más criticado es que las DJAI deberán ser tramitadas antes de que los empresarios realicen la orden de compra en el exterior.
Así, el Gobierno se asegura una "trazabilidad" total de cada operación ya que, cuando un empresario quiera oficializar una importación, el propio software de la Aduana (el sistema MARIA) le requerirá el número de DJAI para permitirle avanzar con el trámite.
En buen romance: antes de encargar cualquier producto fronteras afuera, el Gobierno deberá dar el visto bueno sobre esa operación. Incluso, por haberse "adherido" al mecanismo de la AFIP, el propio secretario de Comercio Interior, Guillermo Moreno, será quien tenga la última palabra a la hora de aprobar o denegar dichas declaraciones juradas.
Este mecanismo de "control total" sobre las importaciones se inscribe en la política general de "sintonía fina" delineada por el Ejecutivo que tiene, entre sus principales objetivos, controlar los movimientos de dólares al máximo, incluidos aquellos que se "fugan" por compras de productos en el exterior.
El Gobierno ya dejó en claro, a través de la flamante secretaria de Comercio Exterior, Beatriz Paglieri, que la meta es que este año el colchón de divisas estadounidenses en concepto de saldo de la balanza comercial, se ubique entre los u$s10.000 y los u$s12.000 millones.
Así, la obsesión oficial por el billete verde -en un 2012 marcado a fuego por la sequía y su posible impacto en los agrodólares, sumado a la siempre latente fuga de divisas del sector privado- explica este frenesí a la hora de levantar nuevas medidas en el sector importador.
Moreno, con la lupa
En este contexto, ni siquiera el "Made in Argentina" se salvará del férreo control de Guillermo Moreno.
Según confirmaron a iProfesional.com fuentes que participaron de la reunión y pidieron estricto off the record, las empresas del sector electrónico radicadas en Tierra del Fuego también deberán pasar por el filtro de las declaraciones juradas y, por ende, dependerán del visto bueno de Moreno para continuar operando con normalidad.
Cabe destacar que la industria electrónica, básicamente la que está radicada en esa provincia austral del país, venía siendo la gran e indiscutida "niña mimada" del Gobierno.
En efecto: todas estas empresas, que ensamblan LCD, teléfonos, notebooks, netbooks, tablets, cámaras digitales, equipos de GPS y hasta decodificadores, no están alcanzadas por las barreras proteccionistas actuales, lo que las pone incluso por encima de la industria automotriz, cuyas empresas sí vienen padeciendo demoras en sus operaciones de importación, tal como le sucedió a Fiat, que debió suspender la producción un par de días por falta de componentes.
Esta inclusión en el régimen diagramado por la AFIP supone entonces un fuerte cambio para las empresas fueguinas que hasta ahora tenían, según el propio Ministerio de Industria, "garantizado el ingreso a la Argentina" de complementos importados destinados a integrar producciones locales.
Tal como adelantó iProfesional.com, este régimen no le caería tan en gracia a Moreno y Paglieri, dado que hasta ahora la "isla soñada" era una suerte de territorio intocable, ubicada bajo el paraguas de Giorgi.
Y este "oasis" austral iba en contra de lo que viene sucediendo en todas las ramas de actividad, donde el secretario de Comercio Interior está metiendo presión para que todos por igual reemplacen componentes importados y así bajen la demanda de dólares.
Cabe recordar que actualmente las partes y piezas de los artículos electrónicos ensamblados en el sur del país no llegan al 5% del total.
Incluso, hay empresas que ni siquiera fabrican dentro del territorio las etiquetas y cajas que "certifican" que se está en presencia de un producto argentino.
Esto provoca que, cada año, en concepto de componentes importados se fuguen cerca de u$s7.000 millones. Es decir, un rojo que equivale a más de la mitad de lo que el Gobierno quiere que quede en el país como superávit comercial.
El representante de una de las cámaras que formó parte de la reunión aseguró a este medio que "las empresas ubicadas en Tierra del Fuego tenían una suerte de vía libre para importar todo lo que quisieran. Esto empezó a cambiar con esta medida, porque el Gobierno deja en claro que quiere empezar a ver resultados concretos, tal como saber cuánto avanzaron en la integración nacional desde que están protegidos. Sabíamos que algunas de las ventajas que tenían estas compañías se iban a ir cayendo".
Novedades en el horizonte
Según pudo saber iProfesional.com, durante el encuentro se hicieron públicas las siguientes novedades respecto al funcionamiento del sistema de DJAI de la AFIP:
• Se creará una comisión de seguimiento entre el sector público y el privado. Tendrá como objetivo "afinar" los problemas y corregir todas las distorsiones que surjan a partir del 1º de febrero.
• Quedarán exceptuados del régimen las importaciones que lleguen al país como muestras y las temporarias, entre otras.
• Los tiempos concretos para la aprobación o rechazo de las DJAI serán de hasta 72 horas para el caso de la AFIP y de hasta 10 días hábiles para todos aquellos organismos públicos que hayan adherido al sistema. Es decir, la Secretaría de Comercio Interior. De este modo, de no haber nuevas adhesiones, el trámite debería durar menos de 15 días.
• Los datos que va a solicitar el Gobierno, entre otros, serán los siguientes:
-CUIT del importador
-Razón social o CUIT del despachante de Aduanas
-Posición arancelaria
-Valor unitario del producto
-Valor FOB total
-Descripción de la mercadería
-Unidad de comercialización (kilos, litros, etc)
-Cantidades
-País de origen del producto
• La AFIP va a permitir desvíos de hasta un 5% (por encima o por debajo) del valor FOB real en relación al informado en cada DJAI.
• Una misma declaración jurada puede tener varios despachos.
Posturas a favor de la medida
Si bien Echegaray no participó de la reunión en el Consejo Consultivo Aduanero sí se encargó de aclarar luego que "no se rechazarán importaciones, sino notas de pedido de importación".
El titular de la AFIP consideró además que este es uno de los primeros pasos "para tener un Gobierno electrónico, con cero papeles, adecuado al siglo XXI" y sostuvo que "el próximo paso será darle mayor seguridad a la firma digital".
También destacó que el control anticipado es una medida clave "para enfrentar la crisis que se vive en el mundo" y que el sistema de ventanilla única electrónica "es una decisión estratégica que venía siendo reclamada por los operadores de comercio exterior".
Una vez concluía la reunión, Ponce, de la CIRA aseguró que "vale destacar el espíritu que transmitieron desde el Gobierno de que esto no va a ser una traba y que, incluso, permitirá bajar costos, porque nadie va a traer algo que después no pueda sacarlo de la Aduana".
"Tenemos la esperanza de que, cuando este sistema entre en funcionamiento, los detalles se hayan resuelto para que no empecemos de cero", acotó.
Fuente:Publicado en www.iProfesional.com
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