La reactualización de la doctrina del arma que otrora se diera en llamar "Centinela de la Patria", para configurarla en una suerte de Guardia Nacional de corte pretoriano. Adquisición de armamento de última generación, perspectivas y responsabilidades primarias. La intervención de facto de la Provincia de Buenos Aires: el Estado totalitario gana terreno.
Por estas horas, el gobierno concentra grandes porciones de su atención en intentar ponerle coto a la nueva corrida financiera que ha forzado al público a volcarse al mercado paralelo. En tanto los fieles laderos de la Presidente
Cristina Elisabet Fernández Wilhelm se han excedido torpemente en el
control de cambios y el
estrangulamiento tributario de personas físicas y jurídicas, la flaccidez de la
caja del poder se esboza en la problemática de rigor. En virtud de que la disponibilidad de fondos a nivel estatal y nacional se evapora, la mesa chica del poder ha comenzado a analizar que el ostensible
desmadre macroeconómico (observado básicamente en el tipo de cambio y la inflación) amenaza con comprometer seriamente no solo la popularidad de la Administración, sino también la
gobernabilidad.
Asfixiado por las inabordables exigencias de su propia política de subsidización (que supera, en forma holgada, los cien mil millones de pesos anuales),
Balcarce 50 ha puesto de suyo para evaluar a consciencia la alternativa del control social por la vía de la
represión. No en vano, decenas de miles de hombres de la
Gendarmería Nacional han sido relocalizados desde sus estaciones en el interior del país hacia los parajes que dan forma al siempre difícil
conurbano bonaerense. En rigor, los argumentos esbozados por funcionarios como la
Ministro de Defensa Nilda Garré -bajo la atenta vigilancia de su socio
Horacio Verbitsky- coinciden con la necesidad de hacer frente al
"reclamo de la opinión pública para hacer frente a la inseguridad". Por debajo de la mesa, el desplazamiento de Gendarmería persigue un doble objetivo: en primer lugar,
intervenir de facto la Provincia de Buenos Aires y, en segundo orden,
atar de pies y manos al Gobernador Daniel Osvaldo Scioli. El ex motonauta es, en simultáneo, sometido a una refinada maniobra de asfixia financiera que, al menos en los papeles, lo forzará próximamente a incrementar con virulencia los impuestos y contribuciones en el extenso territorio que cae bajo su responsabilidad política.
Pero el kirchnerismo-cristinista también nos ha enseñado que, tras la cortina politiquera, la ideología se arroga la discrecionalidad de colarse por la ventana. Que la sociedad no comulgue con ese ideario ciertamente no perturba la agenda de los protagonistas. En tal sentido, la programada desintegración de las Fuerzas Armadas de la Nación -reducciones de presupuesto y fallos adversos de la Corte Suprema de Justicia [caso Fallo Zanotti] mediante- cobra hoy más vigor que nunca desde 2003. Con la poco inocente anuencia de su cúpula, Gendarmería ha abandonado virtualmente la totalidad de los puestos de frontera en el norte argentino para que sus elementos operen cual vulgares inspectores municipales en el GBA. Faena para la cual, evidentemente, no sirven. Provincias como Chaco, Formosa, Salta, Jujuy y Misiones se encuentran desguarnecidas gracias a las máximas del revisionismo verbitskiano, convirtiéndose en un verdadero paraíso para el ingreso de cocaína, marihuana y otras substancias. Operaciones de las que -conforme a reportes de Inteligencia elaborados localmente y en el extranjero- participan poderosos traficantes nativos de México y Colombia. Estos individuos de altísima peligrosidad se las han arreglado para corromper a gobiernos provinciales y a gran parte de sus fuerzas de policía, con cuyos integrantes se reparten -café de por medio- la tutela de diferentes territorios. La fórmula no es difícil de asimilar: la producción, distribución y comercialización de estupefacientes deriva en complejas ingenierías para el lavado de dinero a gran escala. La multiplicación de la oferta de substancias conduce al crecimiento exponencial de adictos (carentes hoy de prevención y atención), y la violencia derivada de la necesidad de conseguir más del producto dispara latasa de homicidios en todo el territorio nacional. De esta ecuación participan, igualmente, el robo de vehículos y el subsiguiente "corte" o desarme de los mismos. Y -no confundirse- los protagonistas en el inicio de la cadena siempre se garantizan impunidad, pues no existe voluntad que no estén en condiciones de quebrar merced a sus fortunas. No será difícil concluir, a la postre, que el oficialismo ha sido el responsable primigenio de desproteger al país para que la dirigencia política y sus albaceas vernáculos y foráneos puedan repartirse, entre todos, el negocio. Alterando las estadísticas, las organizaciones no gubernamentales no han tenido otra vía que recurrir a estudios de Naciones Unidas para verificar que la Argentina se ha convertido en elprimer consumidor per cápita de cocaína a lo largo del continente americano.
La descripción del dantesco panorama no es caprichosa, a la hora de explicar las causas profundas de la promocionada
reformulación de la doctrina de Gendarmería, con miras a transformarla en una
Guardia Nacional dotada de sofisticado equipamiento antidisturbios, aeronaves de fabricación reciente y
armas letales de última generación: fusiles de asalto
FN-2000,
Colt M4 y
HK-416, blindados
GAZ Tiger de origen ruso, carros hidrantes blindados
Made in Israel y helicópteros
Eurocopter. A sabiendas de que
ninguna de las tres ramas de las Fuerzas Armadas ni las policías Federal y Bonaerense emplearán las armas para reprimir al ciudadano de a pie, la Administración Fernández Wilhelm de Kirchner -en la humanidad de la
Ministro Garré y su
alter egoHoracio Verbitsky- ha puesto el foco en los gendarmes, a criterio de que se constituyan en la punta de lanza de un programa para la
destrucción definitiva de las libertades. Como corolario, vale resaltar que las fuerzas especiales de GN exhiben la discrecionalidad para manipular munición expansiva y otros materiales de uso prohibido, garantizada en Decreto vigente. Los cuerpos regulares podrán, incluso, contar con
Tasers que organizaciones de "derechos humanos" afines a la Casa Rosada caracterizaron como "instrumentos de tortura", en ocasión en que el Jefe de Gobierno porteño
Mauricio Macri se interesó para adquirir tales equipos para la
Policía Metropolitana.
La necesidad de dinamización y puesta a punto de este novedoso esquema represivo no han estado exentas de dificultades. Tal es así que la propia Señora Garré jamás ha ocultado su desprecio por los policías federales, en virtud de su conocida resistencia al plan de marras. La PFA deberá soportar una nueva oleada de represalias contra su organicidad y supervivencia. La orden que el Ministerio de Seguridad emanara recientemente para que los efectivos se vean imposibilitados de portar armas en pleno ejercicio de su tarea es, apenas, una pequeña muestra de la hipótesis precitada. En otro orden, también cobra forma de "reprimenda" la directiva de la Ministro para que GN reemplace, por ejemplo, a la Policía Bonaerense en su propio territorio. Con ello, estos últimos ven bloqueado el cobro de muchos de sus viejos y conocidos "peajes", en tanto ven reducido el volumen de sus cajas clandestinas (los denominados "derechos adquiridos": drogas, prostitución y trata, permisos, etc.).
Desde el punto de vista del análisis psicosocial, la prerrogativa de
movilizar a Gendarmería Nacional desde las provincias del interior hacia la Capital Federal
y el conurbano obedece a directivas exploradas en su momento por reputados expertos internacionales en
contrainsurgencia. La recomendación es que, a los efectos de reprimir, siempre es deseable que el personal a ejecutar la operatoria trabaje alejado de la localidad de la que es oriundo. El Estado explota -en consonancia con sus objetivos políticos- variables tales como las
diferencias socioculturales, la complacencia y la verticalidad demostrada por la tropa. A título de ejemplo, a ojos de un gendarme nativo de una provincia del Litoral, el nivel de pobreza observado por él en su ciudad natal del interior no tiene el menor parecido con la que encontrará en Buenos Aires.
Finalmente, acusará una mayor predisposición para reprimir, identificando más rápidamente como un peligro potencial a aquello que se le presenta muy diferente a lo que conoce.
Los lineamientos apuntados obedecen a principios tácticos empleados por fuerzas estadounidenses y de otros países en distintos escenarios bélicos (Vietnam, Argelia, la exMalaya), y su denominación teórica coincide con "Operaciones de Apoyo y Estabilización" (del inglés Stability and Support Operations, SASO). Pensadas para zonas de desastre o que experimentan revueltas, estas directivas cobran especial valor en teatros de operaciones urbanos en donde la información de inteligencia es escasa y en los que la individualización del enemigo es confusa.
En la actualidad, el Gobierno Nacional estima que la próxima prueba de fuego sobrevendrá a consecuencia de la
decisión no explicitada del campo argentino de evitar liquidar las cosechas esta temporada. Dado que los funcionarios de la
Administración Wilhelm de Kirchner evalúan que la medida impactará directamente contra su disponibilidad de fondos y en la cotización del dólar paralelo en particular, se ha considerado -en
off- un
revivalde la tristemente célebre Junta Nacional de Granos. Sobra decir que
Gendarmería deberá, necesariamente, ser convocada para lidiar de nuevo con una nueva movilización de productores en varias provincias. Pero, en esta oportunidad, las condiciones para el despliegue exigirán mayores recursos que en ocasión de la pelea por la
Resolución 125. Aquí, se justifican la adquisición de nuevas armas y el reequipamiento, atendiendo al control de motines y un
escenario potencial de combate urbano y suburbano.
Así las cosas, el panorama aquí descripto es el que la Casa Rosada aprovechará para recurrir a la fuerza conducida por el Comandante General Héctor Bernabé Schenone,con la meta de que los hombres bajo su comando repriman no ya a "terroristas", sino a sus propios compatriotas en estado de necesidad. ¿Cómo reaccionará el grueso de la tropa, puertas adentro de Gendarmería? ¿Terminará siendo funcional a la protección de los intereses económicos y la corruptela de los funcionarios del Gobierno Nacional?
Por cierto que, mucho antes, la opinión pública asistirá a una nueva puesta en escena de la maquinaria de propaganda oficial, en la que los funcionarios del Estado arenguen a la ciudadanía a denunciar a aquellos que "atenten contra el gobierno nacional y popular". A tal efecto, los ideólogos del poder marchan hacia la confrontación retórica, uniformando a todo aquel que piense distinto. Recurren a términos tales como "46%", "destituyentes", "oligarcas", "especuladores financieros", etc. Se ha hecho antes. Se volverá a hacer.
"Sostener el modelo Nac&Pop" se convertirá en el justificativo pueril, oculto tras una madeja por demás intrincada, cuyo objetivo no será otro que garantizar la inamovilidad del status quo. O, para que se entienda bien, el negocio.
Por Matías E. Ruiz, Editor
FUENTE:Publicado en
http://www.elojodigital.com/contenido/10904-asi-se-prepara-gendarmeria-nacional-para-reprimir-la-ciudadania