En la visita de estado de nuestra presidente a Angola, en varios de sus discursos sostuvo que el Che Guevara había participado en la Guerra de la Independencia y en la Guerra Civil subsiguiente a la liberación de Angola de Portugal. Como los angoleños no entienden el castellano, al oír que se mencionaba al Che Guevara ovacionaron calurosamente a la presidente. Como se ve, el relato presidencial prescindió también en este caso de la realidad, ya que el Che murió en 1967 en Bolivia y varios años antes había estado en el ex Congo belga, que obtuvo su independencia en los sesenta. En cambio, la independencia de Angola se concretó recién a fines de 1975 y de inmediato se inició una guerra civil entre el MPLA de Agostinho Netto y Eduardo Dos Santos, que dominaban la capital, Luanda, y el centro y el sur, que estaba en manos de la UNITA de Jonas Savimbi, que contaba con el apoyo estadounidense y sudafricano. Esta guerra civil duró muchos años y en la misma participaron 50.000 soldados cubanos al mando del general Arnaldo Ochoa. Éste contaba con armamento soviético de última generación, lo que le permitió avanzar sobre la ex colonia alemana de Namibia, en Sudáfrica Oriental. Entre diciembre de 1987 y marzo de 1988 se libró la sangrienta batalla de Cuito Cuanavale. Allí la FAPLA, brazo armado del MPLA, penetró unas decenas de kilómetros en Namibia. Pero las fuerzas sudafricanas lanzaron una contraofensiva que hizo retroceder a los angoleños. Fue entonces cuando llegaron los refuerzos cubanos que le permitieron al FAPLA resistir seis ofensivas sudafricanas. El comandante cubano general Hugo Frías tuvo un rol fundamental. Si bien el resultado fue incierto, los cubanos demostraron una gran capacidad de combate que fue determinante para la posterior independencia de Namibia. Pero lo cierto es que al disparate de la supuesta presencia del Che Guevara en Angola le siguió el discurso presidencial del 25 de mayo. En el mismo descubrió que los negros que vinieron como esclavos a la Argentina eran de origen angoleño y que lucharon en primera fila contra el colonialismo español. Y también que las esclavas angoleñas trajeron el candombe que supuestamente después se transformó en el tango. Sin embargo, los historiadores brasileños señalan que los esclavos angoleños fueron a ese país, debido a que hablaban portugués, y que pocos llegaron al Río de la Plata.
Hacia la rebelión fiscal
Esta breve digresión histórica sirve para demostrar el mundo inventado en el que vive CFK. Ahora, por ejemplo, se dedica a presionar a Daniel Scioli para que firme un decreto decidiendo la revaluación de los campos y el inmobiliario rural. El gobernador trata de evitarlo pero se verá obligado a hacerlo porque necesita fondos nacionales para pagar sueldos y aguinaldos. Lo curioso de la exigencia presidencial es que se da en un marco en el que, como anticipamos hace varios meses, la sequía hizo estragos en la cosecha de soja y maíz. En la primera, de 52 millones de toneladas se esperan sólo 37, y en maíz, de 30 millones toneladas se esperan 17. Esto da una pérdida de ingreso de capitales de U$S 10.000 millones y de 3.000 millones de dólares de recaudación por retenciones. Y por si esto fuera poco, se inundaron esta semana un millón de hectáreas en el noroeste bonaerense. A pesar de este panorama oscuro para los productores, se comete el desatino de aumentarles aún más los impuestos. El riesgo es que se produzca una rebelión fiscal que bien podría ser el paso siguiente a la recesión con inflación que sufre el país.
FUENTE:Publicado en http://site.informadorpublico.com/?p=11980
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