INFORMADOR PUBLICO
Después de la persecución político-judicial a Carlos Pedro Blaquier, la confiscación de Repsol-YPF y la payasada angoleña, a principios de esta semana la presidente desapareció de escena alegando una supuesta gripe. Como el gobierno está absolutamente concentrado alrededor de su persona, se produjo entonces un vacío de poder que coincidió con la corrida cambiaria y bancaria que ayer llevó el dólar blue a 6,20 pesos. Esto mientras la soja quedaba en 500 dólares la tonelada en Chicago y el BCRA compraba solamente 10 millones de dólares en el mercado oficial de cambios. Los productores sojeros, debido al descuento de las retenciones, tienen un dólar de 3,60 frente a los 6,20 del blue de ayer, así que les conviene retener los gramos u oleaginosas en los silos bolsas, en tanto la paranoia del público se reflejó en los bancos con las largas filas para retirar pesos o dólares de los depósitos que vencían. En el caso de los que retiraban pesos, lo hacían para irse al dólarblue, que parece no tener techo, lo que el gobierno asegura que no le importa.
A la deriva
Lo que en realidad ocurre es que ninguno de los economistas cristinistas sabe qué hacer y Cristina estuvo ausente y reposando hasta ayer a la tarde, cuando se reunió con algunos cerebros económicos del régimen, como el inefable Guillermo Moreno y Axel Kicillof. El extraño clima reinante en Olivos podría ser el prólogo de alguna medida de fondo. Aunque el gobierno también se ocupó de festejar que el superávit comercial de abril fue de 1.500 millones de dólares y de casi U$S 5.000 millones el superávit comercial del primer cuatrimestre. Con estos números, se podría cumplir lo que dijimos ayer, que el gobierno espera a agosto para levantar restricciones a las importaciones y quizás soltar un poco el dólar. Sin embargo, el precio pagado es muy alto, ya que estamos en una recesión del PBI del 2%, aunque los números del INDEC aseguren que crecimos un 4%. Esto, además del dato negativo de que por primera vez en varios años cayeron las exportaciones, especialmente de los productos primarios, debido a la sequía que hasta hace poco se negaba.
Con semejante cantidad y calidad de problemas económicos, todo el mundo se pregunta dónde está el piloto político. El eje político de la gestión parece hoy pasar por desgastar a Daniel Scioli obligándolo a dictar un decreto para la reforma del inmobiliario rural que originaría un paro de 24 horas de la Mesa de Enlace, la UATRE de Gerónimo Momo Venegas y quizás hasta de los camioneros de Hugo Moyano. Éste va quedando -en la partición de la CGT- nuevamente al frente de una de las centrales sindicales con poder de movilización y quizás con un plan de lucha, como anunció ayer el propio líder de los camioneros.
Así las cosas, el gobierno camina por un callejón que probablemente no tenga salida. Sus perspectivas son las más oscuras de sus nueve años de vida. Con o sin viento de cola, llegó el momento de la escasez de recursos causada por el irracional aumento del gasto. Así las cosas, deberá hacer un ajuste por las buenas o se lo hará el mercado por las malas.
FUENTE:Publicado en www.informadorpublico.com
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