Viernes, 02 de Diciembre de 2011
Publicado en HorizonteNoticias.com.ar
Lo decidió en una reunión del consejo directivo encabezada por Hugo Moyano. La central sindical pedirá por nota al Gobierno discutir tres temas: la universalización de las asignaciones familiares, la suba del piso del impuesto a las Ganancias y la determinación por ley del reparto de utilidades de las empresas.
Página/12 | La CGT insistirá ante el Gobierno con sus reclamos de universalizar las asignaciones familiares, elevar el piso del impuesto a las Ganancias y establecer por ley el reparto de utilidades de las empresas. Así lo reafirmaron los principales gremios de la central obrera tras una reunión de consejo directivo que Hugo Moyano convocó ayer, sorpresivamente, tras una semana marcada por sus cruces con la presidenta Cristina Kirchner y en la que habían comenzado a circular especulaciones sobre que éste sería su último mandato al frente de la central obrera. El encuentro buscó así mostrar un alineamiento de los sindicatos cegetistas con la conducción de Moyano y ser un escenario para reclamar a la Casa Rosada que incluya en su agenda estos temas.
“Vamos a hacer un pedido al Poder Ejecutivo, con una nota. Hay que encontrar alguna fórmula que nos permita discutir sobre estos reclamos que no son de ahora”, dijo Juan Carlos Schmid al término de la reunión. “No hay confrontación con el Gobierno, sino una agenda de temas que tienen más de dos años de ser planteados.”
El consejo directivo sesionó presidido por Moyano, con la participación de los dirigentes de los sindicatos moyanistas y las segundas líneas de los independientes, cuyos titulares no fueron pero mandaron algún representante a escuchar. Por ejemplo, Gerardo Martínez no estuvo, pero envió en su lugar al secretario gremial de la Uocra.
Las dos ausencias notables fueron las del metalúrgico Antonio Caló, que en las últimas semanas viene siendo mencionado como un candidato del Gobierno para la sucesión de Hugo Moyano, y la de Andrés Rodríguez (UPCN). “El resto de los sindicatos que normalmente vienen participando de las reuniones de consejo directivo estuvieron”, aseguró uno de los participantes del encuentro, relativizando los faltazos. Uno de los datos más comentados de la tarde en el ámbito sindical fue que el titular de Camioneros había convocado a la reunión a través de un correo electrónico llamando a la reunión de un día para el otro y que ese modo molestó a los dirigentes de algunos gremios.
En la sede de Azopardo sí estuvieron, entre otros, el judicial Julio Piumato, Omar Viviani (taxistas), Amadeo Genta (Municipales), Oscar Mangone, Alberto Murua (Plásticos), Omar Suárez (Marítimos), Jorge Pérez Tamayo (Pilotos) y Schmid. También fue a la reunión Mario Manrique, de los mecánicos de Smata, que no pertenece al riñón del moyanismo, sino que integra la franja de los gremios que podían tomar distancia.
El orden del día tuvo cuatro puntos, todos motivos de tensión con la Casa Rosada. La semana pasada, ante representantes de la Unión Industrial, la Presidenta le envió un mensaje a la CGT al asegurar que el reparto de utilidades empresarias con los trabajadores “no lo puede decidir el Estado a través del Parlamento”, porque la situación de las empresas no es una sola, homogénea. Ayer, los dirigentes sindicales ratificaron que insistirán en pedir que el reparto de utilidades sea discutido en el Congreso. Los argumentos cegetistas son de dos tipos: por un lado, que lo que no se legisla específicamente en favor del más débil genera, en los hechos, una situación que beneficia al más fuerte. Por el otro, que redactar un proyecto de ley de reparto de ganancias “fue una idea que nació de Néstor Kirchner”. Así lo recordó ayer, minutos antes de entrar al cónclave, el judicial Julio Piumato, que pidió debatir con el Gobierno para “entender cuáles son las razones de por qué ahora no”.
El reclamo de universalización de las asignaciones familiares está referido a los topes que rigen actualmente, por los cuales las personas con sueldos mayores a los 5800 pesos no reciben el beneficio.
Sobre el mínimo no imponible del impuesto a las Ganancias, el planteo es elevar ese piso a los sueldos de 12.800 pesos en adelante o directamente eliminar el tributo. Actualmente, pagan ganancias los trabajadores casados con dos hijos con salarios mayores a 7998 pesos, o 5782 pesos en el caso de los solteros. Finalmente, el cuarto tema en debate fue la deuda del Estado con las obras sociales, que la CGT estima en 10 mil millones de pesos.Moyano no habló en la conferencia de prensa, encomendándole el trabajo a Schmid, de la Federación Portuaria Marítima, uno de sus hombres de mayor confianza y además de estilo menos confrontativo. “Lo vi perfecto a Moyano al frente del consejo directivo”, fue todo lo que comentó Schmid acerca de las versiones sobre que el año próximo, cuando venza su mandato, el titular de la central podría no presentarse a renovarlo. Como Moyano no habló públicamente, todas las especulaciones pasan al 15 de diciembre, al acto del Día del Camionero.
Fuente:www.HorizonteNoticias.com.arPágina/12 | La CGT insistirá ante el Gobierno con sus reclamos de universalizar las asignaciones familiares, elevar el piso del impuesto a las Ganancias y establecer por ley el reparto de utilidades de las empresas. Así lo reafirmaron los principales gremios de la central obrera tras una reunión de consejo directivo que Hugo Moyano convocó ayer, sorpresivamente, tras una semana marcada por sus cruces con la presidenta Cristina Kirchner y en la que habían comenzado a circular especulaciones sobre que éste sería su último mandato al frente de la central obrera. El encuentro buscó así mostrar un alineamiento de los sindicatos cegetistas con la conducción de Moyano y ser un escenario para reclamar a la Casa Rosada que incluya en su agenda estos temas.
“Vamos a hacer un pedido al Poder Ejecutivo, con una nota. Hay que encontrar alguna fórmula que nos permita discutir sobre estos reclamos que no son de ahora”, dijo Juan Carlos Schmid al término de la reunión. “No hay confrontación con el Gobierno, sino una agenda de temas que tienen más de dos años de ser planteados.”
El consejo directivo sesionó presidido por Moyano, con la participación de los dirigentes de los sindicatos moyanistas y las segundas líneas de los independientes, cuyos titulares no fueron pero mandaron algún representante a escuchar. Por ejemplo, Gerardo Martínez no estuvo, pero envió en su lugar al secretario gremial de la Uocra.
Las dos ausencias notables fueron las del metalúrgico Antonio Caló, que en las últimas semanas viene siendo mencionado como un candidato del Gobierno para la sucesión de Hugo Moyano, y la de Andrés Rodríguez (UPCN). “El resto de los sindicatos que normalmente vienen participando de las reuniones de consejo directivo estuvieron”, aseguró uno de los participantes del encuentro, relativizando los faltazos. Uno de los datos más comentados de la tarde en el ámbito sindical fue que el titular de Camioneros había convocado a la reunión a través de un correo electrónico llamando a la reunión de un día para el otro y que ese modo molestó a los dirigentes de algunos gremios.
En la sede de Azopardo sí estuvieron, entre otros, el judicial Julio Piumato, Omar Viviani (taxistas), Amadeo Genta (Municipales), Oscar Mangone, Alberto Murua (Plásticos), Omar Suárez (Marítimos), Jorge Pérez Tamayo (Pilotos) y Schmid. También fue a la reunión Mario Manrique, de los mecánicos de Smata, que no pertenece al riñón del moyanismo, sino que integra la franja de los gremios que podían tomar distancia.
El orden del día tuvo cuatro puntos, todos motivos de tensión con la Casa Rosada. La semana pasada, ante representantes de la Unión Industrial, la Presidenta le envió un mensaje a la CGT al asegurar que el reparto de utilidades empresarias con los trabajadores “no lo puede decidir el Estado a través del Parlamento”, porque la situación de las empresas no es una sola, homogénea. Ayer, los dirigentes sindicales ratificaron que insistirán en pedir que el reparto de utilidades sea discutido en el Congreso. Los argumentos cegetistas son de dos tipos: por un lado, que lo que no se legisla específicamente en favor del más débil genera, en los hechos, una situación que beneficia al más fuerte. Por el otro, que redactar un proyecto de ley de reparto de ganancias “fue una idea que nació de Néstor Kirchner”. Así lo recordó ayer, minutos antes de entrar al cónclave, el judicial Julio Piumato, que pidió debatir con el Gobierno para “entender cuáles son las razones de por qué ahora no”.
El reclamo de universalización de las asignaciones familiares está referido a los topes que rigen actualmente, por los cuales las personas con sueldos mayores a los 5800 pesos no reciben el beneficio.
Sobre el mínimo no imponible del impuesto a las Ganancias, el planteo es elevar ese piso a los sueldos de 12.800 pesos en adelante o directamente eliminar el tributo. Actualmente, pagan ganancias los trabajadores casados con dos hijos con salarios mayores a 7998 pesos, o 5782 pesos en el caso de los solteros. Finalmente, el cuarto tema en debate fue la deuda del Estado con las obras sociales, que la CGT estima en 10 mil millones de pesos.Moyano no habló en la conferencia de prensa, encomendándole el trabajo a Schmid, de la Federación Portuaria Marítima, uno de sus hombres de mayor confianza y además de estilo menos confrontativo. “Lo vi perfecto a Moyano al frente del consejo directivo”, fue todo lo que comentó Schmid acerca de las versiones sobre que el año próximo, cuando venza su mandato, el titular de la central podría no presentarse a renovarlo. Como Moyano no habló públicamente, todas las especulaciones pasan al 15 de diciembre, al acto del Día del Camionero.
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