"Corralito electrónico": la tecnología importada 

"se apaga" y los argentinos ahora deben optar 

por computadoras nacionales

Por Patricio Eleisegui

iProfesional.com

El objetivo, tal como lo definió el propio secretario de Comercio Interior, Guillermo Moreno, es que, en este 2012, "continúe la fiesta". Y para cumplir con este fin, hay una variable crítica que desvela no sólo a este controvertido funcionario, sino a todo el Gobierno: garantizar la oferta de dólares en la economía local.
La necesidad de contar con una plaza doméstica bien abastecida de divisas estadounidenses no es nueva. Por el contrario, la obsesión por el billete verde viene de larga data.
Sin embargo, el cambio de contexto internacional y local, en los últimos meses obligó a la administración kirchnerista a acelerar a fondo y poner en práctica la mayor cantidad posible de medidas para evitar sobresaltos en el plano cambiario.
En este contexto, conceptos que para un argentino "promedio" pueden resultarle algo lejanos -como la crisis mundial y la amenazante sequía-, en realidad son factores que impactan de distinta manera en su vida y, a veces sin que se de cuenta, hasta lo obligan a modificar sus hábitos de consumo.
Como si se tratara de un "efecto dominó" a gran escala, el hecho de que el mundo amenace con comprar menos productos argentinos por una caída en la demanda, o que no lleguen a tiempo las lluvias necesarias para hacer crecer una planta de soja, en la Argentina de la "sintonía fina" termina repercutiendo en los pequeños detalles de la vida cotidiana.
Y uno de ellos es que un consumidor actualmente no pueda elegir la notebook, netbook o PC de escritorio que desea, sino que deba conformarse con una muy limitada selección de modelos y marcas "avaladas" por el Gobierno.
Como es sabido, con el objetivo de mantener bien aceitada con dólares a la economía, Moreno viene llevando adelante una intensa lucha en dos frentes: por un lado, controlando el mercado cambiario para frenar la fuga de capitales. Por otro, reforzando al máximo su política de "cerrojo" a las importaciones.
Así es que, por esos "giros del destino", hoy se tornó prácticamente imposible dar con los últimos modelos de PC y portátiles de marcas reconocidas a nivel mundial.
De este modo, mientras alrededor del planeta la competencia entre compañías del sector informático avanza a paso firme, en la Argentina la diversidad en la oferta brilla por su ausencia. A punto tal que prácticamente las únicas opciones disponibles en materia de notebooks, netbooks y PC son las que llegan con el sello de Tierra del Fuego.
Así, en el caso de las portátiles, mientras la importación de equipos listos para usar viene cayendo en picada, la producción de unidades ensambladas en esta provincia australexperimentó un crecimiento metéorico: en 2011 la suba respecto al año anterior fue del 350%.
Y, gracias a la lenta desaparición de marcas de renombre mundial en el mercado doméstico, las empresas fueguinas apuestan a seguir capitalizando el terreno libre, si bien todos los beneficios fiscales que reciben no llegan a los bolsillos de los consumidores.
Bajo este esquema, marcas nacionales como Banghó, Admiral, Commodore, Ken Brown, Olivetti, o Positivo-BGH, ahora ocupan los lugares que hasta hace poco eran propiedad de una amplia gama de unidades Dell, HP, Sony, Apple, Asus o Toshiba, entre otras.
En definitiva, este cambio en la oferta dio lugar a una máxima que ya es jerga común incluso entre los vendedores de tecnología: el cliente se lleva la computadora que puede y no la que quiere.

Así, basta repasar el stock que promocionan cadenas como Garbarino, Frávega o Compumundo para comprobar que aquél que ingrese a cualquier local en busca de equipos que antes atestaban las vidrieras, lo más probable es que regrese a su hogar con las manos vacías en cuanto a tecnología de punta.
En buen romance: que se vea obligado a optar por dispositivos que nunca antes estuvieron dentro de sus consideraciones.
"Lo que tenemos es prácticamente todo nacional. Es lo único que podemos ofrecer. Lo importado llega a cuentagotas y lo vamos incluyendo según lo liberan en la Aduana", explicó a este medio una agente de ventas de la cadena Frávega.
El predominio de Tierra del FuegoSegún pudo comprobar iProfesional.com, la oferta de notebooks que tiene Frávega se ajusta a un stock conformado por un puñado de modelos, de los cuales casi su totalidad son ensamblados en la Argentina.


Ken Brown, Admiral -la marca propia de la cadena-, BGH, Lenovo, y Samsung conforman el grueso de las opciones. Como contrapartida, este medio apenas pudo ubicar un par de modelos HP, que están fabricados en China.
En lo que respecta a los equipos de escritorio, el panorama es más acotado aún: esta cadena de retail sólo ofrece 9 modelos de computadoras... todas Admiral.

¿Qué sucede con las netbooks? La compañía comercializa apenas cuatro líneas deSamsung desarrolladas en territorio fueguino, y tan sólo dos gamas de Toshiba y Lenovo, que son importadas.
Por el lado de Garbarino, el escenario es igual de desolador. En lo que hace a equipamiento de escritorio, la cadena tiene en stock sólo 8 modelos bajo la marca local Commodore.
En tanto, en netbooks, la oferta también se encuentra acotada a lo que se ensambla en Tierra del En lo que respecta a las notebooks, de los 18 modelos que incluye la compañía en su página de Internet, 15 corresponden a unidades desarrolladas en el sur del país (Commodore, Positivo BGH, Samsung, Lenovo y Asus). Las tres gamas restantes son dispositivos importados marca Lenovo.Fuego: apenas 7 modelos de Samsung, MSI y la mencionada Commodore.

Durante el mismo relevamiento, iProfesional.com pudo constatar que la oferta de Compumundo -sólo 4 netbooks y unas 20 notebooks con sello fueguino- prácticamente no registra diferencias con lo que comercializa Garbarino y otras cadenas.
"El predominio de las marcas nacionales comenzó en la segunda mitad del año pasado. A los clientes no les queda otra que adaptarse", aseguró a este medio un vendedor de Compumundo.
El problema de los locales más chicosAl margen del circuito de cadenas, los comercios más pequeños que comercializan equipamiento informático para el hogar también sufren la "onda expansiva" de la escasa disponibilidad de unidades importadas.
Dentro de ese grupo, aquellos puntos de venta que operan con dos o tres marcas específicas aparecen como los más golpeados.
"Es un desastre. Pasamos de ofrecer una buena gama de equipos Apple a tener que vernos obligados a cambiarlos por unidades de marcas nacionales poco conocidas. No es que estemos en contra del desarrollo local, pero lo cierto es que no podés comparar la solidez, el rendimiento y el prestigio de marcas como Apple con las prestaciones de líneas ensambladas en el país en tiempo récord", se quejó el propietario de una casa de computación instalada en Palermo.
El comerciante, que pidió hablar bajo estricto off the record, señaló que lo más preocupante es que "los precios a los que nos llegan los equipos de Tierra del Fuego son similares y aún más caros que los de marcas consagradas, como Dell o HP".
En tanto, desde Green Computers, un punto de venta de informática emplazado en Caballito, se pronunciaron de manera similar.
"Lo que se puede ofrecer son marcas nacionales, no hay otra cosa. Y la falta de coherencia en los precios es notoria: una Banghó cotiza ahora lo mismo que una HP. En nuestro caso, vendíamos notebooks Dell y dejaron de entrar. Era reemplazarla por una marca local o directamente no vender", aseguró a iProfesional.com uno de los dueños del comercio.
"También hay muchos problemas con los repuestos de las computadoras que son importadas. Se consiguen muy pocas partes y hay otras que directamente no circulan", agregó.
Las marcas desaparecen y se imponen los "desarmaderos virtuales"Desde la consultora TBI Unit su director, Pablo Tedesco, destacó que "la política de restricciones, desde su entrada en vigencia, directamente dio paso a la desaparición de las marcas más importantes, sobre todo en lo que hace a equipamiento portátil".

"Cuando vas al retail, prácticamente no encontrás equipos que vengan de afuera. Y los pocos que llegan, muchas veces se venden incluso antes de que sean puestos en exhibición. Esto está derivando en una escasez en lo que hace a capacidades y funcionalidades de los equipos", dijo a iProfesional.com.
"En nuestro caso en particular, nos pasó que queríamos reemplazar unidades por sistemas con mayor capacidad de procesamiento y directamente no había. En un momento sabíamos que iba a haber disponibilidad de equipos Samsung, pero no llegamos a tiempo: estaban encargadas por otro comprador aun cuando no se encontraban ni siquiera ensambladas", ejemplificó.
Tedesco también hizo foco en los precios: "Cuando averiguamos equipos con tecnología i7,nos encontramos con que las alternativas locales se vendían por encima de los 12.000 pesos. Una cifra descabellada. Haber restringido los ingresos derivó en que tenés que comprar equipamiento atrasado y, encima, a precios muy altos por la falta de competencia".


Al momento de detallar las marcas más afectadas por las barreras impuestas a la importación a principios del año pasado, el especialista sostuvo que "es muy difícil encontrar los nuevos dispositivos de Asus y Apple, y ni hablar de Sony. La oferta de unidades de esa empresa es directamente paupérrima".
En este sentido, iProfesional.com dio cuenta días atrás del surgimiento de los "desarmaderos virtuales" de partes y accesorios de equipamiento electrónico que encuentran a los portales de comercio electrónico como canal de ventas (ver nota: Viveza criolla: por trabas a lo importado, nace el negocio de desarmaderos virtuales de computadoras y electrónica).
"La realidad es que entrar al país repuestos es mucho más sencillo que equipos completos. Cualquier mercado otorga estrategias emergentes en cuanto establece algún tipo de control o bloqueo. No hay dudas de que muchas portátiles que sufren algún desperfecto después de desarticuladas se comercializan por partes, como si se tratara de desarmaderos de autos", dijo.
Desde Green Computers reafirmaron este concepto: "Se está volviendo común encontrar en portales de comercio electrónico cada vez más partes de dispositivos que dejaron de funcionar por un problema específico. Hay mucho desarme, y la realidad es que se trata de un fenómeno que seguirá creciendo, en tanto no se modifiquen las reglas de juego".

FUENTE:Publicado en www.iprofesional.com