¿Ahora sí lloverá gasoil?
Las centrales del agro respaldarían la estatización de YPF, pero en el sector se demanda un marco jurídico adecuado y seguridad para las inversiones.
Por Carlos Petroli.LaVoz
Entre las formas y el fondo, los referentes del agro le pondrán la lente a los cambios que sobrevendrán al proyecto de expropiación/nacionalización de la principal compañía petrolera del país.
Para la semana próxima, técnicos y dirigentes de la Mesa de Enlace tienen diagramado un encuentro con varios temas en la agenda. Uno será el futuro de YPF y en qué términos y condiciones de costos y abastecimiento continuará.
Si bien el extendido sistema de la siembra directa disminuyó en los últimos años el consumo de gasoil en las labores agrícolas (de dos a tres veces menos, por la supresión de labranzas), el agro sigue siendo uno de los grandes consumidores de gasoil. Y en ascenso, producto de la expansión de la actividad.
El sector ocupa alrededor de un tercio de la demanda total y es lógico que desde esta vereda se mire al gasoil como el gran talón de Aquiles en términos de autoabastecimiento futuro. Las cifras de las importaciones proyectan sombras sobre cómo será atendida esta demanda de aquí en adelante.
La botella medio llena son las inversiones que la industria de biocombustibles realizó y tiene en curso, de la mano –hay que remarcar– de un paquete de incentivos fiscales, tanto para el corte local de gasoil con biodiésel, como para la exportación. La Argentina pasó a encabezar el ranking de países exportadores de biodiésel y tal vez por eso España quiere pegar en ese flanco en represalia por la expropiación de Repsol.
Tras la salida de la convertibilidad y la vuelta del “tipo de cambio alto compensado con retenciones”, el discurso del modelo se escudó en que el agro pagaba un valor más bajo por el gasoil, producto de la política de precios controlados y los subsidios públicos en el sistema energético.
Pero esa fiesta, que favoreció a otros consumidores más que al campo, eclosionó y se está pagando con menor producción, escasez, mayores importaciones y el cobro de precios diferenciales en las zonas productoras del interior.
Con el nuevo gerenciamiento de YPF, los productores saben que no será corto el camino para restablecer una industria que padeció caídas en las inversiones, un mal que aquejó a varias actividades del agro, como la ganadería.
Los actuales precios relativos del gasoil han ganado altura (por encima de los dos dólares el litro en términos del valor de la soja con retenciones del 35 por ciento), lo que se refleja, por ejemplo, en el valor de los fletes. El traslado por camión al puerto de Rosario de una tonelada de soja desde el norte cordobés (500 kilómetros) ya absorbe un 15 por ciento de la carga, cuando la relación histórica no superaba el 10 por ciento.
Una modalidad que en el sector también está bajo análisis es el “combo” que propone YPF para las entregas de gasoil con uso agrícola, condicionadas a la compra de otros productos, como lubricantes, fertilizantes o agroquímicos.
FUENTE:Publicado en www.lavoz.com.ar
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