Por Rodolfo C. Rossi
INFORMADOR PUBLICO
Pareciera que el color oscuro se está poniendo de moda. El “oro negro”. En los últimos nueve años se desalentó en el país la inversión en el sector energético. Las tarifas de gas fueron congeladas, en tanto que los precios de los combustibles líquidos fueron sometidos a presiones y también regulaciones. La exportación de petróleo crudo debió pagar un derecho móvil, que mantuvo el precio interno en un valor fijo, siempre debajo del precio internacional. De tal forma, los precios en “boca de pozo” quedaron rezagados. Tal política desalentó la exploración y producción, tanto del petróleo, como del gas. A partir del año 2008, el Gobierno, bajo estas circunstancias, alentó a un “grupo argentino” a la compra, originalmente del 15% del paquete accionario de Repsol YPF, a partir de un plan de distribución masiva de dividendos anuales, en efectivo. Rigurosamente, el “grupo argentino”, no ponía por tal adquisición, una moneda. Oscuro, oscuro. Pero los originales dueños españoles de Repsol YPF, recibieron por su participación accionaria mayoritaria, dividendos por 3.273 millones de euros (equivalentes a US$ 4.320 millones) que, en definitiva, debilitaron la empresa. En el sector petrolero, que generalmente, requiere de una gran necesidad de inversiones, imprescindibles, para la atención de una demanda en expansión, es de difícil explicación, semejante pagos de dividendos realizada. El Gobierno nacional, con representantes en el Directorio de la empresa, fue indudablemente, copartícipe de las decisiones asumidas. Un informe elaborado por la CEPAL (Comisión Económica para América Latina) señala, que entre los años 2003 y 2009, nuestro país, fue el único en América Latina, en el que la producción de energía primaria (petróleo y gas) se redujo (-7%). En petróleo crudo la producción en 2003, había alcanzado a 43,0 millones de metros cúbicos. En 2011, fue de 29,8 millones de metros cúbicos; de los cuales YPF produjo 16,5 millones. Y también, cayeron fuertemente las reservas, que en definitiva, hacen al valor económico de una petrolera. Oscuro, oscuro.
Pero, no se puede salir de las reflexiones y conclusiones poli cromáticas. Tenemos cerca, para el análisis, el IPC (Índice de Precios al Consumidor) informado el pasado viernes 13, por el Instituto Nacional de Estadística y Censo (INDEC,) que señaló que en los últimos 12 meses, hasta Marzo de 2012, los precios minoristas tuvieron un alza del 9,8%. Oscuro, oscuro. En tal periodo, casi todas las variables de la economía argentina, superaron ampliamente tal aumento porcentual de la variación de los precios. El índice se Salarios, nivel general aumentó el 24,1%; los Medios de Pago el 27,7%; la Base monetaria el 40,2%; los Depósitos del Sector Privado el 34,3%; los Préstamos del Sector Privado el 47,2%; la Recaudación Tributaria nacional el 27,3%; el Gasto Público nacional el 31,4%; las Reservas internacionales del “BCRA”…, bueno dejemos de lado eso, por ahora. Las únicas variables que se abstuvieron de subir en los niveles precedentes, fueron la relación Peso/US$, que lo hizo en un 8,0% y la tasa de interés plazo fijo en $ a 30 días, que registró, en el año el 11,7%. ¡Qué situación rara y maravillosa a la vez!
Estas dos excepciones económicas, “administradas por el Gobierno” (al igual que el IPC del INDEC), tienen una estrecha vinculación con el índice de precios informado. ¿Qué pasaría, si el IPC informara, que en los 12 últimos meses, “el crecimiento de los precios fue del 24%”, por ejemplo? La tasa de interés pasiva (qué es la que recibe el ahorrista, buscando una racional cobertura patrimonial, para evitar su descapitalización), aumentaría, al menos, al nivel de aumento de los precios. Y disminuiría el nivel de actividad económica. O sea, la actual descapitalización del ahorrista-inversor, resulta ser el gran financista, de este “estilo de Modelo económico”, que en su heterodoxia considera, que el ahorrista no es necesario, ya que el “ahorro es el resultado de una privación del consumo”. Para tal concepción, el dinero, solo tiene el costo de su producción y el Banco Central, puede emitir tanto dinero como haga falta, hasta que la tasa de interés llegue a ser igual a cero. Los panegiristas de esta estrategia, habrían encontrado un sistema que permitiría lograr el ideal de un tal C. Marx, o sea la eliminación del capitalista o del ahorrista o, por lo menos, de “los no amigos”.
Bueno. ¿Y el dólar? En el año 2011, se acumularon fuera del país US$ 22.653 millones (información del BCRA), de riqueza argentina, que se invirtió en el exterior. Sigamos administrando el valor en $ del US$; prohibamos toda, o casi toda compra de US$ por residentes argentinos; “trabemos”, como podamos, las importaciones. Así, con este “estilo”, podremos “vivir de lo nuestro y con lo nuestro”, ¡y se acabó!
FUENTE:Publicado en www.informador publico.com
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