Como es  previsible, dentro del sector agropecuario se plantearon ciertos  interrogantes por la suerte que correrán las exportaciones a España de  los productos de ese origen. Los temores al respecto son alentados  principalmente por artículos publicados en la prensa española, pero  también advertidos por periodistas locales.
Por: Aldo Norberto Bonaveri
Sin duda alguna el tema del momento y, el que  seguramente ocupará por un tiempo la primera plana de los medios es el  de la re estatización de YPF. La decisión del Gobierno argentino  constituye una apuesta muy fuerte y por ende sus repercusiones  trascienden en todo el mundo.No  es el móvil de esta columna analizar tal determinación, ni tampoco sus  implicancias políticas y económicas directas; no obstante, en un mundo  tan globalizado como el actual y, habida cuenta de los lazos históricos  de nuestro país y, toda la América hispano parlante con la Madre Patria,  resulta insoslayable que más allá de los acontecimientos que se van  produciendo, surjan conjeturas, se practiquen comparaciones y, en  definitiva se lucubren especulaciones sobre cada uno de los términos del  intercambio bilateral.
En  este contexto las exportaciones argentinas a España han quedado bajo la  lupa; si nos atenemos a las duras advertencias del Gobierno de Rajoy,  las represalias no solo se darían en el plano comercial, sino que  podrían quedar seriamente afectadas las relaciones entre ambas naciones.  
Por cierto que cuando se  conmueven tan grandes intereses, las declaraciones altisonantes y las  amenazas siempre son partes de la pirotecnia verbal, que caracterizan  casi invariablemente a los a protagonistas en pugna; ello adquiere mucho  más relevancia aún cuando los contendientes son precisamente jefes de  estado. Exageraciones y endurecimiento de posturas, muchas veces  obedecen a tácticas que posibiliten un mejor posicionamiento en futuras  negociaciones.
Dado el  actual marco de situación, mucho se habla en favor como en contra de la  expropiación; como acontece en apuestas de tal magnitud, en este caso  buena parte de la sociedad e, inclusive algunos medios se expresan con  preconceptos ideológicos. Por lo tanto no siempre los análisis de  consecuencias se efectúan con rigor de objetividad. De cualquier manera  debemos admitir que muchas veces los hechos se precipitan como lo indica  la teoría y, tampoco y los efectos resultan tal lo previsto. 
Como  es previsible, dentro del sector agropecuario se plantearon ciertos  interrogantes por la suerte que correrán las exportaciones a España de  los productos de ese origen. Los temores al respecto son alentados  principalmente por artículos publicados en la prensa española, pero  también advertidos por periodistas locales. ¿Es realmente preocupante la  situación? Naturalmente cualquier conflicto entre países genera una  serie de problemas, que consecuentemente termina afectando a diferentes  sectores de cualquiera de las partes.
Aún  a riesgo de error, cabe hacer algunas consideraciones con relación a  como se componen las exportaciones e importaciones bilaterales. El año  pasado Argentina le facturó alrededor de u$s 3.000 millones, de los  cuales unos u$s 1.700 millones son origen agropecuario; de ellos unos  u$s 1.100 millones corresponden a biodiesel, le sigue en importancia la  harina de soja con u$s 550 millones, detrás el rubro camarones y  langostinos con u$s 305 millones, en tanto el aceite de soja asciende a  u$s 70 millones, siendo el resto correspondiente a artículos varios,  entre los que figuran frutas: (manzanas, peras, naranjas, limones),  carne bovina y vinos. 
De  una lectura apresurada podría deducirse que España aplicando represalias  causaría problemas a la economía argentina en general y, al agro en  particular. Pero eso no es tan así, como primera medida hay que tener  presente que como cualquier país integrante de la Unión Europea, España  no puede imponer prohibiciones bilaterales a la entrada de productos  argentinos, habida cuenta que ello violaría las normas del mercado  comunitario. Si en cambio, es potestad de los estados miembros aplicar  algún tipo de penalización, tal como el incremento de aranceles, o bien  dictaminar incentivos a competidores. 
Por  otra parte, para España como cualquier estado de la UE, no es muy  sencillo prescindir de biodiesel argentino, el mercado comunitario cada  vez tiene mayores requerimientos en la materia y, los países productores  no tienen dificultades de colocar sus producciones; por lo tanto una  alteración de las reglas de juego actuales, le provocaría más  inconvenientes a esa monarquía. Para Argentina la colocación de  biocombustibles o derivados agropecuarios en las actuales condiciones  del mercado, no aparentan constituir mayores sobresaltos. 
De  la estrecha relación comercial entre ambos países la balanza resulta  netamente favorable a Argentina, para el último ejercicio el saldo fue  de 1.093 millones de euros. De ese dato podría inferirse alguna  debilidad de nuestra economía en términos de intercambio, en caso de  producirse represalias. Empero cuando se analiza la composición de las  exportaciones y las importaciones, se advierte que los envíos de nuestro  país están principalmente concentrados en rubros de carácter primario,  lo que simplifica el re direccionamiento de estos productos a terceros  mercados. A la inversa, las importaciones desde España son de tipo  industrial, con el consiguiente valor agregado, lo que precisamente  dificulta su colocación en destinos alternativos, a la vez que Argentina  no tendría dificultades para sustituir dichas importaciones.
Como  queda dicho, es prematuro ver como se moverán las piezas en este  diferendo que recién empieza, pero a priori no hay razones como para  presagiar inconvenientes mayores en torno al tema abordado 
FUENTE:Enviado por e-mail por el autor a travez de Pregon Agropecuario 
No hay comentarios:
Publicar un comentario