sábado, 2 de marzo de 2013

1¿El fin de una Era?
Por Opinión Calificada 
Benedicto XVI fue el nombre que Joseph Ratzinger utilizó durante sus 8 años como cabeza de la Iglesia Católica. Durante estos años, el cristianismo enfrentó duros tiempos de cambios y avatares a la fe católica. Las filtraciones de documentos secretos del Vaticano suministradas por el mayordomo del Papa, Paolo Gabriele, sumados a una sucesión de casos de pedofilia, marcaron la “Era Ratzinger”. “Una decisión de gran importancia para la vida de la Iglesia” fueron las palabras con las que el Papa definió su renuncia al cargo.
“En el mundo de hoy, sujeto a rápidas transformaciones y sacudido por cuestiones de gran relieve para la vida de la fe, para gobernar la barca de San Pedro y anunciar el Evangelio, es necesario también el vigor tanto del cuerpo como del espíritu, vigor que, en los últimos meses, ha disminuido en mí de tal forma que he de reconocer mi incapacidad para ejercer el ministerio que me fue encomendado”. En estos términos, el pontífice anunció su falta de fuerzas.
Repercusiones a nivel mundial
El Arzobispo de Buenos Aires y Cardenal Primado de la Argentina, Jorge Bergoglio, sostuvo que la renuncia del Papa Benedicto XVI fue un gesto revolucionario que cambió 600 años de historia. "Creo que se trata de una decisión muy pensada delante de Dios y muy responsable por parte de un hombre que no quiere equivocarse él o dejar la decisión en manos de otros", subrayó Bergoglio en declaraciones a ANSA. Las faltas de fuerzas parecieran haberse propagado por la Iglesia en búsqueda de un sucesor.
Se habló de las señales de los tiempos del Apocalipsis, de los símbolos del fin del mundo con la posibilidad de un Papa negro y de crisis políticas en Italia tras la dimisión del mandatario cristiano. Según analistas políticos, el anuncio de la renuncia del Papa eclipsó la campaña de las elecciones legislativas en Italia, previstas para el 24 y 25 febrero, cruciales para el futuro del país y de la Unión Europea. Un ejemplo fueron los sondeos realizados por el candidato Silvio Berlusconi quien alegó que a causa del Papa perdió presencia mediática, una de sus principales armas electorales. Los primeros días del nuevo parlamento italiano, a mediados de marzo, coincidirán con el cónclave de cardenales que elegirán al nuevo Papa encerrados en la capilla Sixtina, una ceremonia ancestral digna de seguir de cerca.
Los logros de Ratzinger
El sucesor de Juan Pablo II representa al sector más reaccionario y conservador de la Iglesia Católica. Antes de ser Papa, Ratzinger lideró la cruzada contra los representantes de la teología de la liberación. Esta ideología, surgida en Latinoamérica en los años 60, era considerada demasiado “subversiva y próxima al marxismo”.
De esta trayectoria fue que surgieron los apodos como “el gran inquisidor”, “el rotweiler de Dios” o “el Panzerkardinal” (en referencia a los tanques alemanes utilizados en la II Guerra). El legado de Benedicto XVI fue vital para la Iglesia Católica y sus relaciones con el mundo entero. Las primeras reacciones de políticos rusos a la renuncia al pontificado fueron testimonio de las facilidades políticas que mantenían con Italia. "Tengamos confianza en que el diálogo entre la Iglesia Ortodoxa Rusa y la Iglesia Católica irá por el buen camino", dijo el Diputado ultranacionalista Yaroslav Nílov, Presidente del Comité para las Organizaciones Religiosas del Parlamento ruso. Benedicto XVI fijó metas claras y ambiciosas durante su mandato.
Ascendió al cargo con la reputación de ser un brillante teólogo y se propuso re-evangelizar un Occidente cada vez más laico. Será recordado como un opositor al matrimonio entre personas del mismo sexo, por argumentar que los géneros se han convertido en algo que se elige en vez de ser un don otorgado por Dios, por buscar restaurar las tradiciones católicas abandonadas durante los cambios modernizadores del Concilio Vaticano II. El Papa relajó las restricciones a la celebración de misas en latín. Agilizó el proceso para los anglicanos tradicionales que, tras objetar la ordenación de mujeres y homosexuales en su propia Iglesia, desearan convertirse al catolicismo. Incluso utilizó sombreros y otras insignias papales que no se habían empleado en décadas. Muchos jóvenes católicos respondieron positivamente a su énfasis en la ortodoxia y en el fortalecimiento de la identidad católica.
Benedicto fue una estrella en Twitter y sus libros representan un legado para un mundo cambiante al cual la Iglesia trató de adaptarse. La Iglesia enfrenta ahora una nueva era y el mundo expectante espera para ver la respuesta del catolicismo a los cambios que se avecinan. 
Fuente: Opinion Calificada

No hay comentarios:

Publicar un comentario

ARCHIVOS DE TEMAS DEL BLOG

Buscar articulos