viernes, 15 de marzo de 2013

Duro rechazo paraguayo al "proyecto atómico" de Formosa por la posibilidad de "desastres naturales y antrópicos"
El Gobierno paraguayo rechazó ?absoluta e irrestrictamente cualquier planta nuclear? que se quiera instalar en zonas fronterizas, según afirmó en las últimas horas la ministra de Defensa del país vecino, María Liz García. Lo hizo, luego de una reunión con el presidente Franco y la cúpula militar en el Comando en Jefe de las FF.AA., al considerar que la iniciativa ?concibe en sí misma la posibilidad de desastres naturales y antrópicos?.
 La titular de Defensa explicó que el proyecto argentino de establecer una central atómica en la ciudad fronteriza de Formosa (Argentina) es uno de los temas tratados con el Presidente y que la postura del Gobierno es de total rechazo.
García anunció que de inmediato la Comisión Nacional de Prevención y Respuestas a Emergencias Biológicas (Conapreb), organismo del Ministerio de Defensa integrado pos instituciones públicas y privadas, se ocupará de la cuestión. Dijo que se instalará una mesa de trabajo a la que serán invitados especialistas en materia nuclear como el Dr. Rubén Sosky, experto en aplicación de la energía atómica en medicina, y el Dr. Raúl Montenegro, científico y biólogo argentino, uno de los que advirtieron sobre el proyecto argentino años atrás.
La ministra de Defensa argumentó que una planta nuclear ?concibe en sí misma la posibilidad de desastres naturales y antrópicos? y recordó los casos de Fukushima, Japón, ocurrido en el 2010, y de Chernobyl, la planta atómica de la desaparecida Unión Soviética, que tuvo un accidente en los años ochenta.
Agregó que esos países no pudieron evitar los desastres por más avanzados que están en materia tecnológica y de protección, con lo que aludió a la idea de que una planta atómica en países sudamericanos sería aún más riesgoso.
?Por todas estas razones, la posición es de un rechazo absoluto y categórico a la instalación de plantas nucleares, y mucho más si se trata de proyectos que se quieran implementar en la frontera con el Paraguay?, insistió la ministra.
Indicó que el gobierno paraguayo no tiene aún una notificación o información oficial sobre el proyecto argentino, pero que ya lo está rechazando con base en publicaciones periodísticas y alertas de expertos.
El proyecto de la Comisión Nacional de Energía Atómica (CNEA) de la Argentina ya en noviembre del 2011 generó una movilización de protesta de organizaciones sociales y ambientalistas, que se realizó en Ñeembucú, que sería la zona más cercana a la futura planta atómica.
El reactor nuclear CAREM-25, que el gobierno argentino quiere instalar en Formosa es un prototipo, primero en su serie, diseñado y construido en el país vecino, que busca así posicionarse internacionalmente en la industria nuclear y en reactores de investigación. El prototipo CAREM pretende ser un reactor de baja potencia (25 MW de potencia eléctrica, para 100.000 personas), a diferencia de otras centrales que generan potencias superiores a 600 megavatios. El CAREM-25 estará diseñado para que, con ciertas modificaciones en la ingeniería del reactor, pueda ser llevado en una etapa posterior a hasta más de 300 MW. Todos estos datos se manejan con hermetismo, sin consulta popular en Formosa.

PREOCUPACION PARLAMENTARIA
La Presidencia de la delegación de Paraguay en el Parlasur manifestó este miércoles, en un comunicado público, que el proyecto que desea impulsar el Gobierno argentino es un atentado contra la biosfera fronteriza, considerando que el reactor constituye una amenaza latente, una bomba de tiempo que podrá explosionar intempestivamente.
La delegación paraguaya en el Parlamento del Mercosur (Parlasur) exhorta al Gobierno paraguayo a que, de inmediato, exija a su homólogo argentino que brinde las explicaciones pertinentes en torno al polémico proyecto de instalar un reactor nuclear en la ciudad de Formosa.
Plantean que el propósito del gobierno de Cristina Fernández de Kirchner es ejecutar el plan de manera unilateral, sin celebrar las obligatorias consultas con las autoridades nacionales.
Informaron que, ya en marzo de 2011, la delegación, alarmada por el cúmulo de denuncias realizadas por expertos del área, organizaciones ambientalistas y foros ciudadanos locales de Formosa, había exteriorizado su voz de alerta advirtiendo sobre lo que consideran "una hecatombe".
Aseguraron que de llegarse a instalar el reactor, se destruiría el entorno circundante en un radio de 500 kilómetros aproximadamente, y se podrán registrar accidentes nucleares.
"Este designio impulsado por Argentina es un auténtico atentado contra la biosfera fronteriza, considerando que el reactor constituye una amenaza latente, una bomba de tiempo que podrá explosionar intempestivamente", manifestaron.
El comunicado emitido alegaba también que está en grave peligro la fauna ictícola, y la complicación del proceso de purificación y potabilización del cauce.
El manifiesto emitido por la delegación comparó este hecho con el desastre nuclear de Chernobil, Ucrania, en 1986, y el de Fukushima en Japón, en 2011.
Fuente: Publicado en Opinión Ciudadana

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