viernes, 6 de abril de 2012

LOS INDICIOS PREANUNCIAN UN COSTO ONEROSO POR LAS RESTRICCIONES A LAS IMPORTACIONES 
Cualquier intento sustentable de mejorar la balanza comercial debe tener como eje central incrementar las exportaciones. Si bien estas vienen creciendo en forma sostenida, no están a la altura de las actuales necesidades que tiene el país.
Por: Aldo Norberto Bonaveri
Pregon Agropecuario
La economía argentina no está pasando precisamente su mejor momento; una serie de variables complica su funcionamiento, encontrándose las causas en políticas aplicadas o dejadas de implementarse en los últimos años.
Por estos días el faltante de dólares dificulta el presente económico y político del Gobierno, en tanto sus derivaciones trastornan el normal desenvolvimiento de mucha gente. Con las limitaciones impuestas a las importaciones, varios son los empresarios que se encuentran en problemas para sostener su nivel de producción, habida cuenta de la dependencia existente en el país de insumos y componentes importados, muchos de los cuales carecen de sustitutos nacionales.
Como viene ocurriendo en las administraciones K, las medidas se van tomando sobre la marcha; el objetivo es “resolver” los problemas coyunturales, lo que a la postre hace que no se adopten soluciones a largo plazo, que en definitiva son las adecuadas y sostenibles en el tiempo. Tal como procede, el Gobierno está evidenciando que su desvelo principal radica en el equilibrio de la balanza comercial. Por cierto que el propósito no amerita objeciones, no obstante efectivizarlo no es tan sencillo, fundamentalmente cuando la metodología utilizada, no se compadece con las propias realidades del mercado y las posibilidades concretas del país.
Las reducciones de importaciones no se deben realizar por decreto, ni tampoco dependen de la voluntad política de un Gobierno, máxime teniendo en cuenta el grado de globalización imperante en el mundo. Por el contrario, exigen estrategias bien definidas con objetivos específicos y graduales; requieren exhaustivos análisis, la certeza de no provocar desabastecimiento, asegurarse de no inducir alzas en el mercado interno, correcto manejo arancelario y, tomar los recaudos para que no generar reacciones que en definitiva resulten contraproducentes.
Por lo que ya se está observando, comienzan a faltar algunos medicamentos; en los supermercados no se advierte la profusión de ofertas de meses atrás y, el aumento de precios se está acelerando. Hay industrias que se vieron en la necesidad de parar durante días su proceso de fabricación por falta de insumos.
Cualquier intento sustentable de mejorar la balanza comercial debe tener como eje central incrementar las exportaciones. Si bien estas vienen creciendo en forma sostenida, no están a la altura de las actuales necesidades que tiene el país; este “fenómeno” que ahora aflora, deja en claro errores severos cometidos durante la era K. Al respecto, cabe citar haber condicionado e inclusive suspendido la exportación de carne y leche; (con lo que además de obstruir oportunamente el ingreso de divisas, ocasionó pérdida de mercados), otro tanto sucede con las recurrentes trabas en trigo y maíz, El otro factor determinante es la obligada y creciente importación de combustibles, gas y energía eléctrica, consecuencia directa de la ausencia de políticas energéticas y, que este año provocan la sangría de u$s 10.000.000.000.
Fomentar el consumo interno fue una bandera enarbolada por Néstor y profundizada por Cristina, por lo tanto mantener el nivel del mismo para la presidenta es primordial, por lo tanto, la premisa es que la sustitución de producción importada por nacional conserve tal peculiaridad. Actualmente, no existe en el país suficiente capacidad ociosa para incrementar a ese punto las manufacturas internas, por lo tanto sería menester acrecentar inversiones y, para ello se requiere importar equipamiento e insumos.
Por otra parte, gradualmente los productos de producción nacional viene perdiendo competitividad, el retraso cambiario dio lugar a la inflación en dólares, con lo cual por estos días varios son los artículos importados más baratos que los de fabricación interna, hablando de calidad semejante. En consecuencia, al restringirse las importaciones, aparece como posibilidad contingente de aumentos adicionales.
De una lectura del cuadro de situación, bien podemos llegar a la conclusión que una sustitución de importaciones natural sería dentro del área energética; aumentar la producción de gas y petróleo debería ser el gran objetivo nacional, claro está que ello no se logra declamando, sino creando las condiciones para que se efectúen las inversiones indispensables. Por cierto que concretar tal propósito, aún con políticas adecuadas, será en el mediano plazo; haber llegado a perder el autoabastecimiento lo estamos pagando muy caro.
De observar el comportamiento de las variables económicas durante las administraciones K, se advierte que estás gozaron de una inédita bonanza ocasionada por la apreciación experimentada en los bienes de intercambio. En su transcurso, a las arcas del Estado le ingresaron en concepto de impuestos una suma superior a los u$s 500.000.000.000 (quinientos mil millones de dólares); ocupando las exportaciones un alto porcentaje de ese monto. Pero al mismo tiempo se fugaron del país alrededor de u$s 96.000.000.000 (noventa y seis mil millones de dólares), básicamente producto de la desconfianza y la inseguridad jurídica.
Por supuesto que el problema de la sustitución de importaciones no se agota con las perturbaciones internas, las consecuencias que pueden acarrear en el ámbito internacional no resultan fáciles de mensurar. El malestar es inocultable en todos nuestros socios del MERCOSUR, Chile, México y Colombia, también se insinúan protestas de China e India, debiendo agregarse la reciente denuncia de los Estados Unidos y la Unión Europea en la Organización Mundial del Comercio “OMC”.
Todos los estados nombrados son clientes de nuestro país y, la adopción de represalias de su parte implicaría para Argentina problemas muchos más profundos que los que pretende subsanar. Lo que está en juego es realmente muy importante, por lo que se presenta como sumamente riesgoso improvisar
Internacionalmente Argentina ha ingresado en un proceso de aislación peligroso, el MERCOSUR ya no es que soñaron sus creadores, los países que comparten con el nuestro el Grupo del G20, empiezan a recelarnos; todos los indicios preanuncian un costo oneroso por las restricciones a las importaciones

Aldo Norberto Bonaveri
Twitter: @AldoBonaveri
@PregonAgro
FUENTE:Enviado por e-mail por el autor, de Pregon Agropecuario

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