El Gobierno acusó recibo de los
problemas con el dólar y
del repunte del "blue"y acelera devaluación
PUBLICADO EN iPROFESIONAL.COM
En agosto intentó apurar la suba para encarecer la divisa pero lejos de reducir la demanda la fuga se aceleró. Luego la dejó planchada. Ahora retomó su estrategia. En noviembre, trepó más que en los dos meses previos. Para avanzar tuvo que ponerle un “torniquete” a la compra ¿Cómo sigue?
Por Fernando Gutierrez - Ruben RamalloMercedes Marcó del Pont,Presidente del Banco Central |
La estrategia empieza a quedar clara.
Los controles al dólar no son, como muchos suponen, para mantener "planchado" al tipo de cambio y alentar de esa manera la continuidad de una ola de consumo.
Por el contrario, el objetivo que se está revelando es la aceleración de la tasa devaluatoria, probablemente al doble del ritmo que tuvo en los últimos 12 meses, a partir de un deslizamiento promedio de un centavo por semana.
Las señales en ese sentido empiezan a acumularse. Y revelan cuál es la postura que se está imponiendo en las filas oficiales.
En definitiva, no es muy diferente de la visión que tienen los analistas privados que, en su gran mayoría, vienen abogando por un ritmo de incremento del billete verde cercano al 14%, coincidente, por otra parte, con la expectativa reflejada en el mercado del dólar futuro.
Los números son expresivos al respecto.
Desde que comenzaron las restricciones de la AFIP, la cotización oficial se movió tres centavos en apenas nueve días hábiles.
Con ese nivel devaluatorio, los pronósticos que hacían los analistas respecto de un dólar a$4,35 para fin de año no parecen en absoluto descabellados.
En contraste, en los dos meses anteriores a los controles, la cotización apenas se había movido cuatro centavos (sumando los dos meses).
Y la explicación para la inmovilidad del tipo de cambio -en septiembre y octubre- no debe ser buscada, solamente, por el hecho de que se transitaba el tramo final de la campaña electoral.
Hay otro factor que hoy pocos recuerdan, pero que estuvo en la génesis de las actuales medidas de control: en agosto, el Banco Central había cambiado de estrategia. Y apuró el ritmo de suba del billete verde, permitiendo un deslizamiento de cinco centavos en apenas un mes.
Había una razón de fondo para ello: corregir la percepción instalada en la sociedad de queel dólar había quedado barato.
Pero al apurar el "tranco" ocurrió lo imprevisto: el deslizamiento de la paridad no sólo no frenó la fuga sino que la exacerbó, situándola por encima de los u$s3.000 millones mensuales.
Respecto a lo ocurrido en ese "fatídico" mes, Federico Sturzenegger, presidente del Banco Ciudad, aporta su visión: "El Gobierno se sintió muy seguro y empezó a mover más rápido el tipo de cambio. Y cuando lo hizo, porque sintió que tenía que acomodarlo, tuvo unefecto inmediato sobre las tasas de interés. Y entonces, al ver eso, clavó al dólar".
La brusca solución al dilema
Así las cosas, se planteó una gran disyuntiva para el Banco Central:
La brusca solución al dilema
Así las cosas, se planteó una gran disyuntiva para el Banco Central:
- Si planchaba al tipo de cambio, la gente compraba billetes por considerar que estaban demasiado baratos.
- Pero si aceleraba la devaluación, también mantenía esa conducta, por los temores y el "ruido" que se generaba en el mercado.
De manera, entonces, que los funcionarios del Gobierno invirtieron el orden causal de su acción: en vez de encarecer el dólar, para así frenar la fuga, decidieron que lo primero que había que hacer era morigerar la venta, vía restricciones, como paso previo a poderdevaluar más rápido.
¿Logrará el objetivo? Esa es hoy la pregunta del millón que nadie se anima a responder.
Los pronósticos son más bien escépticos sobre las posibilidades de que ahora el Gobierno traiga la calma al mercado cambiario. Pero este diagnóstico no significa que haya críticas a la nueva velocidad de deslizamiento del dólar.
Es más: no sólo se ve como algo conveniente un mayor ritmo devaluatorio, sino también como inevitable.
Es más: no sólo se ve como algo conveniente un mayor ritmo devaluatorio, sino también como inevitable.
"Una cosa es clara. La política que se mantuvo hasta las elecciones pertenece al pasado. Desde ahora, vamos a ver un dólar en ascenso", observa Marina Dal Poggetto, jefa de research del Estudio Bein.
Y agrega que, desde el inicio de los controles oficiales, fue notorio el cambio de actituddel Banco Central en el mercado de cambios, convalidando una mayor suba en la paridad.
Cabe aclarar que la divisa estadounidense ya cotiza a $4,29 cuando, en el arranque de los controles (hace apenas 9 días hábiles) se ubicaba en $4,26 (habiéndose incrementado a razón de un centavo y medio por semana).
También Andrés Méndez, director de la consultora AMF Economía, considera que en el nuevo escenario es esperable una devaluación anual en torno del 15%, el doble del 7% registrado en los 12 meses previos a noviembre.
"Mi estimación es que hoy el valor del dólar debería ser de $5, de acuerdo con la inflación que tuvo el país. Se atrasó bastante y ahora debería ajustase. El objetivo del Gobiernodebería ser sacarle a la gente de la cabeza la idea de que el dólar está barato", apunta Méndez.
Otro pronóstico en este sentido es el de Lucas Llach, docente de la Universidad Di Tella, quien señala que, entre las opciones posibles, que van desde planchar la cotización hasta liberarla por completo, la que tiene más probabilidades es la que se está viendo estos días.
El analista considera que el ritmo devaluatorio posiblemente se estabilice en cinco centavos por mes "hasta empardarse con el 'paralelo' y una unificación posterior a ese nivel".
Efectos colaterales
En definitiva, el Banco Central está volviendo hoy a una estrategia similar a la que había esbozado a fines de agosto y comienzos de septiembre, un breve período en el que ocurrió algo que parecía insólito: el ritmo de suba del billete verde superó al de la inflación.
En definitiva, el Banco Central está volviendo hoy a una estrategia similar a la que había esbozado a fines de agosto y comienzos de septiembre, un breve período en el que ocurrió algo que parecía insólito: el ritmo de suba del billete verde superó al de la inflación.
Claro que hoy existen dos situaciones muy distintas con respecto a ese mes.
La primera es la abrupta suba de las tasas de interés. La Badlar, considerada como referencia, trepó 10 puntos en poco más de un mes.
La segunda es la disparada del "dólar blue", una "especie" de la que casi ni se hablaba y que los controles hicieron revivir.
El "blue" se agiganta, a la luz de los controles oficialesSólo pasaron 9 días desde que el Gobierno decidiera instalar el "cepo" cambiario y restringir la operatoria de compra de dólares.
Pero este tiempo ha sido más que suficiente para que el dólar "blue" o paralelo emerja de sus cenizas y se lleve todas las miradas de ahorristas, funcionarios y analistas de la city porteña.
Sucede que, a partir de la salida del 1 a 1, prácticamente había desaparecido de escena y los inversores sólo basaban sus decisiones en el valor oficial o de pizarra.
Pero, como ocurre inexorablemente en cualquier mercado en el que se aplican severas restricciones, ahora resurgió con notable virulencia.
A punto tal que desde la puesta en marcha de los nuevos controles su cotización repuntó desde los $4,48 hasta los $5 -su valor actual- estableciendo un nuevo récord y estirando la brecha a un 17% respecto del dólar oficial (4,28 pesos).
Los analistas señalan que cuando la diferencia entre uno y otro es cercana a un 5% el mercado puede manejarse con relativa calma.
Pero cuando ya ese gap alcanza el actual 17% -y comienza a acercarse peligrosamente al 20%- la plaza cambiaria muestra síntomas de "stress".
Y un concepto que resulta peligroso -desdoblamiento cambiario- comienza a ser repetido con mayor frecuencia entre analistas e inversores.
¿Cuál es el riesgo en el que se incurre? Que sea la cotización del "blue", por más que el volumen que se opera sea muy reducido con relación al de la plaza oficial, la que se establezca como medida de referencia para la toma de decisiones de buena parte de la sociedad.
Ya sea para decidir la compra de una propiedad, un auto u otro bien, ante el temor que genera el tener que recurrir al circuito informal para reponer esos dólares utilizados en la transacción.
Y, algo que le suma mayor presión alcista al "blue" es el hecho de que haya oferta restringida -producto de los controles- y demanda en alza.
"Hay una brecha muy grande, porque básicamente los vendedores no aparecen", explicó un cambista.
El siguiente cuadro permite apreciar cómo se agigantó:
En términos porcentuales:
Un diferencial que, para algunos analistas y en caso de seguir profundizándose, puede ser el preludio de nuevas medidas.
Suba del dólar oficial mata la brecha con el "blue""El dólar se va a empezar a deslizar probablemente en línea con la inflación y más acorde con la tasa de interés, que hoy está en un 20%", señala Miguel Bein.
En cuanto a la disparada del "blue", las opiniones son unánimes: la historia argentina se ha cansado de demostrar que la brecha crece en forma directamente proporcional a las mayores restricciones oficiales.
En todo caso, para ambos problemas, el remedio que ven los analistas y banqueros es también una suba más acelerada de la divisa.
En este sentido el polémico ex ministro, Domingo Cavallo, plantea las distorsiones que provoca la existencia de una creciente distancia entre el dólar oficial y el paralelo: "Si el Gobierno acelera el ritmo de devaluación la brecha no se ampliará e, incluso, podríatender a desaparecer".
Consejos de amigo¿Cómo sigue la película? Para responder este interrogante pueden rastrearse algunas señales en las actitudes recientes del Gobierno.
Por ejemplo, el hecho de que la petición a las empresas extranjeras de no girar dividendos a sus casas matrices haya incluido la aclaración de que esa actitud debía durar sólo dos meses.
Se encuentra allí una expectativa oficial implícita en el sentido de que, tras los meses de fin de año, habitualmente fuertes en la demanda de divisas por aproximarse la temporada turística, la situación tenderá a calmarse.
Por lo pronto, Enrique Cristofani, presidente del banco Santander Río, reveló en un almuerzo con periodistas que funcionarios del Gobierno prometieron normalizar en un lapso de 30 días las operaciones con dólares en cajeros electrónicos y banca de Internet.
En tanto, los principales proveedores de divisas del país (es decir, los exportadores del sector agropecuario) tienen expectativas de que la próxima liquidación fuerte, a comienzos de 2012, los encontrará con una paridad cambiaria notoriamente por encima de la actual.
"En realidad, era algo que esperábamos para después de las elecciones. Nuestraproyección es que se acelere la devaluación a un nivel de entre cuatro y seis centavos por mes", indica Ernesto Ambrosetti, economista jefe de la Sociedad Rural Argentina.
Su visión es que "tiene margen como para seguir subiendo. Si uno toma indicadores como el Big Mac Index, llega a la conclusión de que hoy su valor de equilibrio debería estar cerca de los 5 pesos".
Es también ilustrativa la versión de los economistas que, periódicamente, son consultados por el Ejecutivo para conocer su opinión acerca de cuál debería ser el rumbo a tomar.
Uno de ellos es Eduardo Curia, defensor histórico del dólar "super-alto".
A diferencia de la mayoría de sus colegas, su preferencia es una devaluación fuerte, de una única vez, en lugar de un deslizamiento gradual, como forma de que la economía reciba un shock de competitividad.
"No digo que haya que hacer algo estridente, pero es evidente que se necesita que la adecuación cambiaria sea importante, y no hay mucho tiempo más que esperar. Este es el momento de hacerlo. Los controles son fastidiosos y desagradables, pero al menospermiten descomprimir un poco el aspecto más bullente de la situación", afirma Curia.
¿Seguirá el Gobierno ese consejo? El propio Curia lo ve poco probable. Sabe que laopinión mayoritaria hoy es el gradualismo.
Pero lo que sí queda en claro es que la opción que se quedó casi sin defensores es la de mantener "planchado" al tipo de cambio.
Lo cierto es que hoy resulta difícil encontrar quien coincida con la presidenta del Banco Central, Mercedes Marcó del Pont, quien ante los banqueros argumentó que no hay señales de atraso cambiario.
Y luego, con los intelectuales de "Carta Abierta", afirmó que es "una falacia de los grandes medios", la afirmación de que "la gente votó a Cristina y al día siguiente salió corriendo a comprar dólares".
FUENTE:www.iProfesional.com
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