jueves, 17 de noviembre de 2011

El regreso de un clásico: los argentinos vuelven a convivir con un dólar de distintos "colores" y múltiples cotizaciones 

Oficial, blue, turista, automotor y hasta delivery. Múltiples "facetas" para un mismo billete. Proliferan al calor de los controles. Y las distintas gamas han dado lugar a diferentes tipos de negocios y de arbitrajes. El peso argentino y su valor en casas de cambio en otros países

Por Fernando Gutierrez
PUBLICADO EN
iProfesional.com 
Se desempeña en el área de administración y finanzas de una reconocida empresa.
Entre sus pares es conocido como "un duro", por la forma en cómo negocia con los clientes.
Por eso, generó sorpresa entre sus interlocutores cuando, en las últimas semanas, mostró un súbito cambio de actitud.
Empezó a ofrecer bonificaciones del 5 al 10% a quienes adelantasen el pago de facturascon vencimientos posteriores a los 60 días.
¿Cuál fue el motivo para que ahora mostrase semejante "transformación"?
Lejos de haber sido una reconversión religiosa, las razones son de índole estrictamente financieras. Y, más de fondo, encuentran su raíz en el actual panorama del dólar.
Más precisamente, se sustentan en el hecho de tener esos pesos ahora para así asegurarse la posibilidad de adquirir billetes verdes a $4,29 (cotización oficial) y no arriesgarse a esperar al año próximo.
Y esto marca una diferencia respecto a lo que ocurría antes de los controles, cuandocontar con el efectivo no era algo demasiado atractivo, por el entorno inflacionario y por las pocas alternativas para canalizar ese cash.
Ahora todo es diferente.
Porque quien cuenta con la posibilidad de comprar dólares, más aún al tipo de cambio oficial, tiene un fuerte premio que compensa largamente el descuento otorgado.
Y esto también tiene que ver con el poder hacerlo antes de que concluya este 2011, para así distribuir la compra, parte este año, parte el otro, en vez de acumular toda la operación en el próximo ejercicio.
El personaje en cuestión es un argentino más, de los tantos que han tenido que adaptarse -de la noche a la mañana- a un nuevo contexto, tras los controles oficiales a la compra de divisas.
Jugar con el desconcierto de otros
Tal como suele ocurrir cuando se modifican abruptamente las reglas de juego, muchosaprovecharon algunas "hendijas" circunstanciales para sacar rédito del contexto.
Es el caso de quienes, jugando con el desconcierto de muchos ahorristas -temerosos de la situación- vendieron sus dólares a quienes no dudaron en pagarlos a $5 por unidad, a fines de la semana pasada en el circuito paralelo.
Así, en plena efervescencia del "blue", lograron mediante el "pase" hacerse de una diferencia de algo más del 15% (considerando incluso el spread entre punta compradora y vendedora).
Ahora, esa rentabilidad se achicó. Pero difícilmente baje de un 10% (en dólares). 

Claro que para hacer este negocio el requisito es poder hacerse de divisas al precio oficial, algo que hoy no es una condición que la mayoría disfrute. 

Sin embargo, los criterios de la AFIP para los permisos de compra, que en los primeros días eran extremadamente rígidos (las casas de cambio estiman que un 85% de los intentos eran denegados) ahora se están flexibilizando.
Un viejo "negocio" que vuelve a florecer
Hacer negocio por la vía de comprar en verde y vender en "blue" no es, por cierto, un invento de estos días.
Muy por el contrario, ha sido todo un clásico de la historia económica argentina, que convivió con la existencia de mercados paralelos en las décadas de los años '70 y '80.
"Era común ver a compradores de dólares arrimarse a cualquier turista que llegaba al aeropuerto y ofrecerle un precio superior al que mostraban las pantallas de las casas de cambio y de los bancos", destaca el ex ministro Domingo Cavallo.
Y recuerda cómo la coexistencia de varios "colores" para la divisa llevaba a permanentessituaciones de "arbitraje", donde había negocios que cruzaban la línea divisoria entre lo lícito y lo ilegal.
"La existencia de una brecha entre el paralelo y el oficial llevó a la creciente subfacturación de exportaciones y a la sobrefacturación de importaciones", describe Cavallo.
¿Cómo era la lógica del circuito?
  • Los exportadores (que facturaban de menos) se hacían de "la otra parte" en el exterior, para luego ingresarla a través del mercado paralelo.
  • Los importadores (que facturaban de más) conseguían más cantidad de billetes baratos en el circuito oficial, para luego venderlos y hacerse de una diferencia.
Es sabido que el volumen de negocios florece en proporción directa con la rigidez de los controles y con la fuerza en la demanda de billetes verdes.
Y es en esos momentos en los que muchos "jugadores" se ponen la camiseta de "ganadores".
¿Quiénes son? Aquellos que habitualmente, pueden hacerse de dólares en efectivo como parte de su actividad diaria, como las escribanías, las inmobiliarias, las agencias de viajey las concesionarias de autos.
El "cepo" al dólar y el revival de los controles de precios
Los conocedores del mercado cambiario afirman que el mercado paralelo, antes de los controles al dólar, era pequeño.
Podía llegar a un máximo de u$s20 millones diarios. Vale decir, un 5% de lo que se transaba en una jornada promedio en el circuito oficial.
Los típicos clientes de las "cuevas" eran personas que compraban entre u$s5.000 y u$s10.000, y que aceptaban pagar un plus para no quedar bajo la lupa de la AFIP. Hoy, en cambio, los compradores ya no son sólo quienes tienen algo que ocultar sino que también se incluye a aquellos que fueron "rebotados" por el nuevo sistema pero que necesitan hacerse de los billetes con urgencia.
Y si bien el volumen cayó, producto de la fuerte presión oficial, aquellos que peinan canas en la city porteña sostienen que este "torniquete" sólo funcionará en el corto plazo.
Trazan un paralelismo con el ímpetu inicial (de Guillermo Moreno), cuando en años anteriores quiso implementar los controles de precios a los productos que se vendían en los super.
Recuerdan las famosas "listas", los carteles en góndolas con la leyenda "Precio acordado con el Gobierno" y cómo todo esto se fue desdibujando hasta casi desaparecer en el tiempo.
"Es imposible querer ganarle a la ley de oferta y demanda", señala un reconocido director de una legendaria casa de cambios, que pidió reserva de identidad.
Su visión está en línea con la del economista Carlos Melconian, quien afirma: "Cuanto más cerrado esté el grifo oficial, crece la chance de que esa demanda se canalice hacia el mercado informal o dólar ‘paralelo', concepto que prácticamente se había borrado de la cabeza de los argentinos".
Y advierte que el "blue", lejos de disiparse, "irá gradualmente echando raíces".

¿Cuánto vale ahora el peso argentino fuera del país?
Hay ocasiones en las que quienes realizan negocios arbitrando entre el dólar oficial y el paralelo lo hacen desde el exterior.
Es el caso de algunas casas de las cambio de países vecinos, que están muy expectantes a lo que sucede en la plaza local.
Rápidas de reflejos, al ver el "cepo" a la compra de divisas implementado por el Gobierno,ensancharon inmediatamente las puntas del "spread" (diferencia entre la cotización de compra y de venta), que se traduce en una mayor incertidumbre cambiaria.
Esto es fácilmente comprobable por cualquier argentino que viaje con asiduidad alUruguay.
Antes de los controles:
  • Por cada $100 argentinos, las agencias entregaban $450 uruguayos que -a su vez- significaban u$s22,5. De modo tal que la cotización implícita era de $4,40 argentinos por dólar.
Después de los controles:
  • Por cada $100 argentinos, ahora ofrecen $350 uruguayos que -traducidos a billetes verdes- equivale a u$s17,5. Vale decir, el nuevo valor pasó a ser de $5,70 argentinos por dólar.
¿Qué representa esa cifra? Una cotización todavía más alta que la del "blue" ($4,75).
Para quienes se dedican al cambio en el país vecino, no es mal negocio, porque su arbitraje equivale a adquirir dólares a $4,40 y venderlos a $5,70 (30% de diferencia).
Aun así, no es tan fácil vender pesos argentinos en Uruguay.
Porque para que el negocio de las casas de cambio se pueda concretar, es necesario que luego el BCRA recompre ese flujo de billetes a su equivalente uruguayo.
Y esto, hoy por hoy, está trabado, si bien se presume que se aceitará para la temporada de vacaciones.

El presidente del Banco Central uruguayo, Mario Bergara, en una reciente visita a Buenos Aires, dio a entender con claridad que no interferirá para que la distancia entre las puntas de cambio se achique.
"La aceptación o no del peso argentino estará en la voluntad de las partes. En todo caso, elmercado cambiario arbitrará", expresó el funcionario uruguayo.

Dólares inmobiliarios, turísticos, viajeros y por delivery
En el plano doméstico comienza a verse una tendencia a que algunos contratos empiecen a regirse por la cotización del "blue".
Es el caso de la compraventa de viviendas.
En varias situaciones, dicen fuentes del mercado, las inmobiliarias empiezan a considerarel valor del marginal en la firma del boleto de reserva.
Allí se exige al comprador que garantice que contará con los dólares físicos al momento de cerrar el negocio o que, en caso de que le resulte imposible hacerse de los billetes por causa de las restricciones, tenga que cancelar en pesos pero al tipo de cambio que rija al paralelo ese día.
Otro típico mercado dolarizado es el de viajes y turismo.
En lo que se refiere al receptivo, hay hoteles que les exigen a las agencias de viaje que las cancelaciones sean efectuadas a la paridad del "blue".
En cuanto a los viajes de argentinos al exterior (totalizaron cinco millones en la última temporada) hay situaciones variadas.
Las líneas aéreas están obligadas a vender pasajes aceptando pesos y aplicando el tipo de cambio oficial.
Pero muchas de las agencias de viaje que arman "paquetes" evitan aceptar la cotización oficial para tomar las reservas con vistas a la próxima temporada veraniega.
Por caso, en la agencia ATI, una de las líderes del mercado, aceptan pagos en pesos, pero convertidos a una paridad de $4,34.
También se hicieron visibles otras situaciones en las cuales se pacta a una cotización intermedia entre la libre y la marginal.
En este grupo se enmarcan algunas concesionarias de autos, donde los empleados se quejan de que las consultas cayeron a un tercio desde que comenzaron los controles cambiarios.
En una de las representantes locales de una marca alemana de alta gama, sita en avenida del Libertador, se estableció un régimen de pago en pesos, pero con una paridad de $4,50, cifra equidistante entre el oficial y el paralelo.
También por estos días comenzó a circular otra cotización del billete verde.
Es la del llamado "dólar delivery", que es el que se entrega en la puerta de los domiciliosde aquellos interesados que prefieren pagar un plus para mantenerse alejados de las casas de cambio.
Su valor va desde unos $4,78 a $4,80 para la venta (tres a cinco centavos más que elblue), dependiendo del monto y del tipo de cliente.
En general, funciona vía telefónica y por referidos.
Hay, finalmente, otro dólar, que no es tan seguido de cerca por el gran público.
Pero resulta vital para aquellos inversores que tienen carteras de bonos y que pueden revenderlos en el exterior, dejando así esos billetes verdes depositados fuera del país.
Para esta operatoria legal (aunque cada vez más restringida), conocida en la jerga financiera como "conta con liqui", hay una cotización implícita del dólar, que hoy se ubica en $4,76después de haber tocado un máximo de $5,20.
La cantidad de cotizaciones con la que conviven hoy los argentinos amenaza con ser más amplia, si no se calman las aguas del actual contexto.
A saber, además del oficial mayorista, del oficial de las casas de cambio, se pueden contabilizar el dólar "blue", el "turista", el "automotor", el de "conta con liqui", el de "delivery"...
Y para quienes salen del país y se encuentran en un lugar donde les aceptan pesos argentinos, hay otra cotización de "dólar visitante".
Engorroso, por cierto, pero totalmente a tono con el folklore financiero argentino.
FUENTE: www.iProfesional.com

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