martes, 20 de marzo de 2012

Breve Perfil De Un Posible Futuro Político


Carlos Manuel Acuña
La historia Paralela 
Nunca como ahora la incer­ti­dum­bre alcanzó el nivel con que reina en la socie­dad argen­tina. Todos los pla­nos, todos los espa­cios han sido ocu­pa­dos por la duda y la inquie­tud, fenó­meno que se des­liza en el ánimo coti­diano de varias mane­ras. Físi­ca­mente, como ali­mento de la inse­gu­ri­dad pública con sus muer­tos y heri­dos, e inte­lec­tual­mente, al hacer impo­si­ble cual­quier pla­ni­fi­ca­ción empre­sa­ria o de la que corres­ponde a los más diver­sos con­te­ni­dos. Las ins­ti­tu­cio­nes ya no rigen y la Argen­tina ha des­cen­dido a los estra­tos más bajos: sólo las gene­ra­cio­nes mayo­res poseen los recuer­dos sufi­cien­tes para año­rar lo per­dido. Las más jóve­nes ya ingre­sa­ron a la etapa donde las viven­cias com­pa­ra­ti­vas son impo­si­bles y salvo excep­cio­nes no entien­den aque­llo de la alte­ra­ción de la his­to­ria, de la cons­truc­ción de fal­sos recuer­dos y de un nuevo ingre­diente que ha comen­zado a intro­du­cirse en la coti­dia­nei­dad de los hechos: los enfren­ta­mien­tos socia­les y el resentimiento.
Los ejem­plos abun­dan. Hace ape­nas unas horas, desde el cen­tro del poder se toma­ron medi­das para avan­zar sobre uno de los emble­mas más sóli­dos de nues­tro pasado his­tó­rico, del naci­miento de la Patria: la fun­da­ción del Regi­miento de Gra­na­de­ros a Caba­llo. La reac­ción se exten­dió pero fue redu­cida en sus exte­rio­ri­za­cio­nes. Ahora veni­mos a saber que no se trata de un epi­so­dio más y espon­tá­neo, sino de un plan orga­ni­zado en sus for­mas y en su con­te­nido: la guar­dia de honor que en Yapeyú cus­to­diaba el lugar donde nació el gene­ral José de San Mar­tín fue levan­tada y reti­rada para siem­pre. La indig­na­ción popu­lar fue mayús­cula pero insu­fi­ciente para rete­ner a los Gra­na­de­ros y hasta ahora la noti­cia quedó oculta, de acuerdo con una meto­do­lo­gía pro­gre­siva que evita los actos fron­ta­les para que el acos­tum­bra­miento faci­lite una nueva reali­dad acorde con los tér­mi­nos de una “bur­gue­sía” dis­tinta que se quiere cons­truir pero que, impre­cisa, toda­vía no se define. Esto tam­bién forma parte de la estra­te­gia que está en marcha.
El otro extremo de lo que sucede es el insó­lito mau­so­leo levan­tado en Río Galle­gos para recor­dar a Nés­tor Kir­ch­ner. Así es todo. ¿Acaso no cir­cula un libro que des­nuda las inti­mi­da­des de lo que se quiere cam­biar y pre­senta al “cam­po­rismo” en una fun­ción polí­tica dis­tinta a lo que fue en reali­dad…? ¿Acaso los jue­ces no dic­tan sen­ten­cias con­tra quie­nes cum­plie­ron las órde­nes del Estado que nece­sitó defen­derse…? ¿Acaso no se impo­nen medi­das fis­ca­les que poco a poco aco­san la capa­ci­dad pro­duc­tiva y supe­di­tan a los crea­do­res de riqueza y pro­greso a la volun­tad del fun­cio­na­rio de turno? ¿Acaso la fal­si­fi­ca­ción de los datos ofi­cia­les no con­tri­buyó al ais­la­miento del país…? Es inne­ce­sa­rio, repe­ti­mos, abun­dar en los deta­lles que con­fi­gu­ran este esce­na­rio que recoge otro fenó­meno social digno de estu­dio: el silen­cio de los polí­ti­cos, que disi­mu­lan lo que sucede como si su igno­ran­cia per­mi­tiera modi­fi­car la reali­dad que nos ago­bia y la inser­tara en una nor­ma­li­dad que ya no existe… El pare­cido con los setenta no es una mera casua­li­dad y, por el momento, las dife­ren­cias son tác­ti­cas, den­tro de una estra­te­gia que marca un obje­tivo disi­mu­lado bajo el título de “el modelo”.
Esto ya es sufi­cien­te­mente cono­cido como para vol­ver sobre un esce­na­rio donde lo cul­tu­ral corre para­lelo con el ago­ta­miento eco­nó­mico, lo eco­nó­mico con el preanun­cio de una deba­cle social, en tanto se pro­mueve la limi­ta­ción a armarse para la defensa per­so­nal, lo que se con­ver­tirá en una de las cau­sa­les del incre­mento del delito. Así lo dice la expe­rien­cia y la lógica, fac­to­res que se quie­ren negar en este extra­or­di­na­rio pro­ceso de valo­rar lo inver­tido y per­se­guir el pasado formador.
Cris­tina insiste con lo suyo y de la mano de Car­los Zan­nini toda­vía quiere impo­nerse sobre el pero­nismo que le per­mi­tió ganar las elec­cio­nes a su marido. Intuye que está aco­rra­lada pero per­siste pese a su mala salud. La auto­ri­za­ción a uti­li­zar dis­cre­cio­nal­mente las reser­vas del Banco Cen­tral marca un tiempo que ubica el posi­ble desen­lace de la cri­sis en medio de un debate silen­cioso que, como lo diji­mos hace poco, divide las opi­nio­nes de los ana­lis­tas: unos lo espe­ran para este pri­mer semes­tre en tanto otros con­si­de­ran que será durante el segundo. Los más opti­mis­tas se afe­rran a los bue­nos resul­ta­dos de la cose­cha gruesa de este año y la eterna espe­ranza argen­tina de que un mila­gro exten­derá los pla­zos; los más rea­lis­tas se pre­pa­ran para momen­tos de una gra­ve­dad inima­gi­na­ble ori­gi­nada, entre otras cosas, en una rebaja disi­mu­lada de los sala­rios, en una caída de la acti­vi­dad indus­trial gra­cias a los impe­di­men­tos para impor­tar mate­ria prima, en el con­se­cuente incre­mento de la desocu­pa­ción y el atraso cam­bia­rio. Si Cris­tina renun­cia al com­pás de los esta­lli­dos socia­les, Amado (Bou­dou) no está en con­di­cio­nes inte­lec­tua­les ni mora­les para reem­pla­zarla y la señora de Alpe­ro­vich, mila­gro­sa­mente ter­cera en el orden suce­so­rio, tam­poco. ¿Elec­cio­nes? Es pro­ba­ble que el tema de la con­vo­ca­to­ria ronde en algu­nas cabe­zas que miran prin­ci­pal­mente a los dos dis­tri­tos elec­to­ra­les más impor­tan­tes: la pro­vin­cia de Bue­nos Aires y la Capi­tal Fede­ral. En tal caso, aún no hay res­puesta para las espe­cu­la­cio­nes, excepto en lo que hace a la via­bi­li­dad for­mal de la polí­tica par­ti­da­ria. Por algo, el gobierno ha ele­gido como enemi­gos prin­ci­pa­les a Daniel Scioli y Mau­ri­cio Macri.
Aquí es donde vie­nen las espe­cu­la­cio­nes. ¿Cómo se repar­ti­ría el poder? La suma­to­ria del carác­ter y estilo de ambos pro­ta­go­nis­tas faci­lita las dudas res­pecto de la seve­ri­dad que reque­ri­rán los tiem­pos por venir. El des­or­den y su suce­sora, la anar­quía, ya se han aso­mado y obser­van cada vez más cer­ca­nos, con la pacien­cia de quie­nes saben que lle­ga­rán a des­tino. Todos mira­mos en derre­dor en busca de lide­raz­gos posi­bles, nos infor­ma­mos sobre los acon­te­ci­mien­tos que en el sur chi­leno pro­vo­can los indí­ge­nas de ese país y nos pre­gun­ta­mos por qué se oculta lo que hacen en terri­to­rio argen­tino, eva­lua­mos la posi­ble mar­cha de los acon­te­ci­mien­tos mun­dia­les y tra­ta­mos de des­en­tra­ñar los pasos que debe­ría dar la ex Repú­blica Argen­tina para read­qui­rir una cate­go­ría mínima que ase­gure la super­vi­ven­cia e inte­gri­dad terri­to­rial. Nada más y nada menos
Fuente: Tábano Consultora
Autor: Carlos Manuel Acuña
FUENTE:Publicado en www.lahistoriaparalela.com.ar

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