jueves, 5 de abril de 2012

Amado está nervioso

Por Fernando Gonzalez.
Director Periodístico de El Cronista

CRONISTA.COM
Si sólo hubiera criticado a la prensa, la pseudo conferencia de prensa que dio esta tarde Amado Boudou no hubiera pasado de una anécdota irresponsable para matizar el jueves santo. Pero el vicepresidente de la Nación no dio ninguna respuesta sobre su situación cada vez más complicada en la causa de la ex Ciccone Calcográfica y se dedicó a tirar misiles a mansalva a algunos de los funcionarios y dirigentes que hasta hoy nunca merecieron objeción alguna por parte del Gobierno.
El caso más grave es el del juez Daniel Rafecas, a quien acusó de filtrar información en su contra. Aunque no lo dice, Boudou sabe que Rafecas es uno de los jueces más considerados por el Gobierno que integra. Y no sólo por las causas sobre derechos humanos y su actuación en la investigación del ataque a la AMIA. El juez federal es quien argumentó porqué la adquisición de Papel Prensa por parte de Clarín y La Nación podría ser considerado delito de lesa humanidad, escrito que el kirchnerismo festejó y reivindica en su batalla contra la prensa. ¿Se acabó el respeto oficialista por Rafecas? ¿Cómo es que ahora Rafecas y Clarín son parte de una misma y supuesta mafia?
Lo más probable es que el Gobierno, en la confusión total de estas horas, evalúe pedir la separación del juez de la causa Boudou. Lo que es seguro es que el episodio muestra un quiebre entre el Gobierno y la Justicia Federal, un fuero clave en las investigaciones por corrupción.
También resultaron insólitas las acusaciones contra el presidente de la Bolsa, Adelmo Gabbi, a quien le endilgó ofrecerle plata para arreglar un supuesto pacto con la empresa de juegos Boldt. Si eso sucedió hace más de un año, ¿porqué lo revela justamente ahora? Gabbi es un empresario histórico del mercado financiero y un crítico moderado del Gobierno (tan moderado que Cristina lo elogia en cada discurso en la Bolsa), pero la acusación de Boudou pone al descubierto el grado de desconcierto con el que el vicepresidente salió a enfrentar hoy a la opinión pública.
Lo que está claro es que Boudou no dio ninguna aclaración sobre su complicada situación en el caso Ciccone. El Vice está nervioso. Pero deberá tranquilizarse porque ahora es seguro que lo citarán a declarar ante la misma Justicia a la que salió a agraviar.
FUENTE:Publicado en www.cronista.com

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